El Gobierno llevar¨¢ a cabo una regularizaci¨®n fiscal con penalizaci¨®n cuando lo proponga el Parlamento
CONCHA MARTIN La regularizaci¨®n fiscal ha calado en la clase pol¨ªtica hasta el punto de que el Gobierno s¨®lo est¨¢ a la espera de recibir propuestas del Parlamento para llevarla a cabo. As¨ª lo anunci¨® ayer en el Congreso el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, tras recibir el apoyo mayoritario de la C¨¢mara -s¨®lo el PP mantuvo su enmienda a la totalidad del proyecto de ley de? impuesto sobre la renta- a su oferta de consenso sobre el nuevo IRPF. Dej¨® claro, sin embargo, que no se tratar¨¢ de una amnist¨ªa, sino una regularizaci¨®n fiscal con penalizaci¨®n, y siempre que en la conciencia general germine la idea de que el cumplimiento de las obligaciones fiscales ser¨¢ generalizado a partir de esta puesta al d¨ªa.
El ministro fue m¨¢s all¨¢ al afirmar que la reforma fiscal debe ser el punto de partida de tina catarsis en la conciencia fiscal de este pa¨ªs". La reforma de los impuestos sobre la renta y, el patrimonio, que durante los idos ¨²ltimos d¨ªas se ha debatido en el Congreso, "puede ser tina ocasi¨®n magn¨ªfica para que el pa¨ªs en su conjunto reconsidere si es el momento de ponerse a bien con Hacienda", afirm¨®.Esta puesta al d¨ªa conllevar¨¢ un coste, es decir, no se va a decretar una amnist¨ªa -como sucedi¨® en la primera reforma fiscal de la democracia en el a?o 1978- sino que supondr¨¢ tina penalizaci¨®n ya que "no puedo imaginar una afloraci¨®n de patrimonios financieros o no financieros sin pagar", puntual?z¨® Solchaga.El Gobierno no llevar¨¢. lainiciativa porque, seg¨²n afirm¨® Solchaga, est¨¢ a la espera de que se concreten las propuestas de los grupos parlamentarios que, desde el PP a Izquierda Unida, se han mostrado ya de acuerdo. El ministro convoc¨® para ello a un "gran pacto fiscal" que garantice tanto a la opini¨®n p¨²blica como al Parlamento que, a partir del momento en que se lleve a cabo la regularizaci¨®n fiscal, "va a existir un cumplimiento generalizado de las obligaciones tributarias".
El ministro record¨® las propuestas de Izquierda Unida -dedicar el bill¨®n de pesetas que puede aflorar con la regularizaci¨®n a gastos sociales e infraestructuras- y de Convergencia y Uni¨® -eliminar- la opacidad fiscal de los pagar¨¦s del Tesoro y penalizar con un 30% la afloraci¨®n de dinero negro- pero puntualiz¨® "que el Gobierno a¨²n no se ha pronunciado y el grupo parlamentario socialista s¨®lo ha mostrado un talante abierto". Record¨® que se respetar¨¢n los derechos adquiridos de los actuales titulares de pagar¨¦s del Tesoro.
Nuevas retenciones
Solchaga realiz¨® estas declaraciones tras apuntarse un ¨¦xito en su oferta de consenso para la reforma fiscal. ?nicamente el Partido Popular mantiene su enmienda a la totalidad del proyecto de ley de renta y patrimonio, que fue rechaza ayer por los votos en contra del grupo socialista y de Izquierda Unida y la abstenci¨®n de las restantes formaciones pol¨ªticas. Este alineamiento de la izquierda s¨®lo tiene, en los ¨²ltimos tiempos, el precedente de la LOGSE.
Sin embargo ¨¦ste es ¨²nicamente el primer paso, ya que ahora habr¨¢ que entrar en harina para delimitar c¨®mo se va a llevar a cabo la regularizaci¨®n fiscal y qu¨¦ enmiendas ser¨¢n aceptadas por el grupo socialista, que en esta legislatura s¨®lo cuenta con la mitad de los diputados del Congreso. Solchaga ya ha marcado el l¨ªmite y es que la reforma fiscal no debe ser m¨¢s cara de lo previsto (300.000 millones de pesetas) y debe ser coherente con el "proyecto socialdem¨®crata".
La aceptaci¨®n del consenso por la mayor¨ªa de la C¨¢mara aleja la posibilidad de que la reforma fiscal entre en vigor el 1 de enero de 1991. Solchaga lo volvi¨® a dejar caer ayer al se?alar que el proceso de discusi¨®n que ahora se abre "es t¨¦cnicamente complejo".
El ministro se?al¨® que en el caso de que se produzca este retraso, el Gobierno aprobar¨¢ un decreto de pr¨®rroga del actual IRPF. En ¨¦l se producir¨¢ una actualizaci¨®n de las retenciones y de la tarifa del impuesto "en el entorno del 5%".
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