Giorgio Armani

La ciudad de Nueva York se ha rendido oficialmente ante el empuje de la moda de Giorgio Armani y sus modistas m¨¢s cotizados le han reconocido como uno de los mitos vivientes del presente siglo. El Museo de Arte Moderno (MOMA) proyecta esta semana un documen tal de 26 minutos de duraci¨®n sobre su vida, dirigido por Martin Scorsese y titulado Made in Milan; unos lujosos almacenes de la Quinta Avenida est¨¢n celebrando la ArmanI Week, y, por si fuera poco, el Fashion Institute of Technology organiz¨® el pasado mi¨¦rcoles una recepci¨®n en honor del modista milan¨¦s, como reconocimiento a sus lo gros profesionales.Armani, de 56 a?os, decidi¨® conquistar el mundo de la moda hace s¨®lo 15 y en este corto espacio de tiempo ha revolucionado la mentalidad masculina del vestir. El volumen de negocios de Armani en EE UU ha alcanzado los 125 millones de d¨®lares anuales (m¨¢s de 12.000 millones de pesetas) y la fiebre provocada por sus dise?os, dirigidos a una ¨¦lite con alto poder adquisitivo, va en aumento de uno a otro lado del pa¨ªs.Sus dise?os aparecieron por primera vez sobre la cama de Richard Gere en American Gigolo; posteriormente, en Los Intocables y en Batman, y algunos telefilines de ¨¦xito, como Corrupci¨®n en Miami, han utilizado la l¨ªnea Armani para conseguir un inipacto de buen gusto y modernidad entre los telespectadores. Los actores Tom Cruise y Denzel Washington acudieron el pasado a?o a la ceremonia de los Oscar vestidos con piezas del rnodista italiano.Pese a su ¨¦xito personal, Armani contin¨²a sin hablar ingl¨¦s y sin viajar a EE UU con la asiduidad que reclama su clientela. El modista prefiere trabajar encerrado en su palazzo milan¨¦s del siglo XVII, y tratar de justificar el precio de sus piezas con la calidad de vida, el lujo y el confort. Ahora que Nueva York le homenajea, Armani ha recordado que siempre ha imaginado que sus clientes son "m¨¢s internacionales y m¨¢s intelectuales".