El Sevilla de Cantatore se quedo al borde del ¨¦xito

El Torpedo hizo valer sus dos goles de renta ante un Sevilla que estuvo rozando el milagro y acab¨® sucumbiendo por sus propios errores. El gol de Ram¨®n a 30 minutos del final caus¨® el delirio de a afici¨®n, que, a pesar del buen juego demostrado por el Torpedo, crey¨® hasta el final en que su equipo pasar¨ªa la eliminatoria.Si dif¨ªcil lo ten¨ªa el Sevilla antes de comenzar el encuentro, m¨¢s dif¨ªcil se lo puso el Torpedo apenas transcurridos 10 minutos. Sabichev aprovech¨® una desaplicaci¨®n de la fogosa defensa sevillista y, ante la pasividad de Magni, que no hizo caso de la banderola de su linier, dispar¨® al fondo de la red de Unzu¨¦.

El partido se endureci¨® a partir de ese momento. El conjunto moscovita pon¨ªa su primera l¨ªnea defensiva, cargada con cinco jugadores, en la divisoria y all¨ª, con un terreno cada vez m¨¢s embarrado, el bal¨®n pasaba de uno a otro equipo a toque de silbato de ¨¢rbitro.

Y es que Sevilla parec¨ªa ayer San Sebasti¨¢n. Cuando m¨¢s hac¨ªa falta al club andaluz un clima templado y un c¨¦sped ¨®ptimo, la meteorolog¨ªa le jugaba una mala pasada dejando caer sobre la ciudad andaluza la mayor precipitaci¨®n del oto?o.

Ante esa circunstancia, y con el gol ya encajado, el equipo de Cantatore decidi¨® tirar por la v¨ªa r¨¢pida y fundament¨® su juego en balones bombeados sobre el ¨¢rea desde cualquier lugar del campo. As¨ª las facilidades fueron a¨²n mayores para el Torpedo, que, atrincherado sobre sus dos centrales y su libre, Roguski, deshac¨ªa cualquier oportunidad sevillista.