Dos conservadores apoyados por EE UU compiten por la presidencia de Guatemala
Dos opciones conservadoras con m¨ªnimas diferencias ideol¨®gicas, ambas surgidas de los grupos econ¨®micamente m¨¢s poderosos y las dos apoyadas por Estados Unidos, luchan por la victoria en las elecciones de? pr¨®ximo domingo en Guatemala, donde el gran ausente ser¨¢ el general ultraderechista y ex presidente golpista Efra¨ªn R¨ªos Montt, descalificado por el Tribunal Constitucional cuando marchaba en cabeza en todas las encuestas.
Jorge Carpio, de la Uni¨®n de Centro Nacional (UCN), y Alvaro Arz¨², del Partido de Avanzada Nacional (PAN), son los mejor situados para llegar a la segunda vuelta, el 6 de enero, en un proceso caracterizado por la violencia -casi un homicidio diario durante la campa?a- y el retroceso del gubernamental Partido Dem¨®crata Cristiano (PDC), cuyo candidato, Alfonso Cabrera, lucha contra la muerte en un hospital de Houston.La retirada de R¨ªos Montt permiti¨® un r¨¢pido ascenso en las encuestas de otro miembro de una Iglesia evang¨¦lica, Jos¨¦ Serrano El¨ªas, del Movimiento de Acci¨®n Solidaria, la ¨²nica fuerza verdaderamente de centro de las que compiten el domingo. En los ¨²ltimos sondeos, Serrano pr¨¢cticamente hab¨ªa igualado el porcentaje de Arz¨² y se perfilaba como la gran sorpresa de este proceso electoral.
Como resultado de la falta de opciones, de la retirada de candidatos fundamentales y, sobre todo, del desinter¨¦s general por unas elecciones en las que no est¨¢ en juego el destino de casi un 70% de la poblaci¨®n guatemalteca que pertenece a 20 diferentes etnias ind¨ªgenas, se espera una alta abstenci¨®n, probablemente en torno al 60%.
Si un drama de ¨²ltima hora no lo evita, estas elecciones permitir¨¢n al actual presidente, Vinicio Cerezo, cumplir con el sue?o de culminar su gesti¨®n de cinco a?os entregando el pr¨®ximo mes de enero la banda presidencial a un nuevo jefe de Estado elegido democr¨¢ticamente.
Ser¨¢ uno de los pocos m¨¦ritos que pueda apuntarse el hombre que un d¨ªa lleg¨® a la presidencia aupado por la esperanza, y que ahora la abandona entre el desprestigio y la impopularidad. Cerezo ha comprobado lo dif¨ªcil que es conducir una transici¨®n democr¨¢tica en un pa¨ªs con un 80% de pobres y una tradici¨®n del m¨¢s sangriento autoritarismo. Sus esfuerzos por construir un s¨ªmil de Estado en una naci¨®n que nunca pas¨® de ser la finca de la oligarqu¨ªa y los militares, apenas se compensan con sus errores al no atajar la corrupci¨®n, el militarismo y la violencia.
Mal balance
Cuando Cerezo deja la presidencia, Guatemala sigue en los primeros lugares de las listas negras de las organizaciones internacionales de derechos humanos, el Ej¨¦rcito sigue siendo el ¨²nico poder real del pa¨ªs y, para colmo, se ha ganado fama de una desordenada conducta personal. Los guatemaltecos dif¨ªcilmente pasar¨¢n por alto su empe?o en comprarse un yate de lujo cuando la mitad de la poblaci¨®n come diariamente una tortilla.
Como alternativa a Cerezo se presenta ahora en primer lugar Jorge Carpio, que ya compiti¨® contra ¨¦l en las pasadas elecciones. Carpio es la derecha pura y dura; esa derecha centroamericana impulsada por la gran empresa e integrada por mucha gente con muescas en sus rev¨®lveres. Es un hombre autoritario, que ofrece al pa¨ªs neoliberalismo a ultranza y mano firme contra la delincuencia y la guerrilla.
Hacia el centro queda ?lvaro Arz¨² Irigoyen, ex alcalde de Guatemala, cuya principal diferencia con el anterior es que tiene 10 a?os menos. Arz¨² es la derecha con rostro m¨¢s tecnocr¨¢tico y humano. M¨¢s la derecha queda el Movimiento de Liberaci¨®n Nacional (MLN), cuyo candidato es el general Luis Ernesto Sosa ?vila y a la izquierda est¨¢ un t¨ªmido Partido Socialdem¨®crata sin apenas posibilidades.
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