Los marcadores gen¨¦ticos de la diabetes
La dolencia, una grave causa de afecci¨®n cardiovascular, seg¨²n el catedr¨¢tico Fern¨¢ndez-Cruz
Arturo Fern¨¢ndez-Cruz, catedr¨¢tico del departamento de Medicina Interna de la Universidad Complutense de Madrid, asegura que la diabetes "es una de las causas m¨¢s graves de afecci¨®n cardiovascular. Los afectados sufren m¨¢s anginas de pecho, infartos, muertes s¨²bitas, trombosis y hemiplej¨ªas que la poblaci¨®n en general. Sin embargo, "la educaci¨®n del diab¨¦tico, fundamental para su calidad de vida o incluso para su supervivencia, es lo m¨¢s deficiente de los sistemas sanitarios en la mayor¨ªa de los pa¨ªses", advierte.
Los factores de riesgo cardiovascular -el tabaco, la h¨ªpertensi¨®n y las dietas ricas-, relacionados tambi¨¦n con un buen n¨²mero de procesos cancerosos, est¨¢n estrechamente vinculados a las complicaciones que padecen los diab¨¦ticos. Estos aspectos gen¨¦ticos y ambientales de la diabetes fueron analizados en el Congreso de la Sociedad Europea para el Estudio de la Diabetes, celebrado este oto?o en Copenhague.Una vertiente gen¨¦tica de la enfermedad, la que la vincula con la hipertensi¨®n arterial, fue objeto de la ponencia aportada por el grupo que dirige el profesor Arturo Fern¨¢ndez-Cruz, de 47 a?os. Este colectivo, adscrito al hospital Cl¨ªnico de Madrid, ha profundizado en los datos hormonales que permiten la. b¨²squeda de marcadores gen¨¦ticos en relaci¨®n con las enfermedades cardiovasculares. En este caso, los marcadores gen¨¦ticos "ayudan a saber qu¨¦ individuos est¨¢n predispuestos a desarrollar una complicaci¨®n cardiovascular en relaci¨®n con la diabetes", explica este experto, director de la nueva revista internacional Cardiovascular Risk Factors y de la publicaci¨®n Revista Cl¨ªnica Espa?ola.
?Significa esto que algunas personas van a padecer fatalmente ciertas enfermedades, independientemente de que tengan unos h¨¢bitos de vida saludables? "Mucha gente se hace esa pregunta. Winston Churchill, empedernido fumador, obeso y buen aficionado al clarete, muri¨® a los 90 a?os, mientras que John Finy, abstemio, no fumador y ap¨®stol del jogging, falleci¨® a los 52 de un fallo cardiaco. Parece una contradicci¨®n, pero hay que considerar que toda enfermedad tiene un componente gen¨¦tico y otro ambiental. ?sa es la cuesti¨®n: evitar que los factores ambientales se sumen a los gen¨¦ticos. Y en el caso de los diab¨¦ticos, la clave son las enfermedades cardiovasculares".
"Los factores de riesgo cardiovascular", advierte Fern¨¢ndez-Cruz, "son precisamente el eje para interpretar las complicaciones que padecen los diab¨¦ticos". Se trata de complicaciones que afectan a la vista (retinopat¨ªas), al sistema nervioso (neuropat¨ªas), a la funci¨®n renal (nefropat¨ªas) y problemas circulatorios que pueden llegar hasta la gangrena, como en el caso del pie del diab¨¦tico (pie is qu¨¦mico).
La hipertensi¨®n, por ejem plo, dos veces m¨¢s elevada en los diab¨¦ticos que en la pobla ci¨®n general, se asocia no s¨®lo a la enfermedad cerebrovascular y coronaria, sino que adem¨¢s produce una aceleraci¨®n del deterioro renal que lleva a este grupo de enfermos a padecer dolencias que requieren trasplantes de ri?¨®n para su supervivencia. "De la misma forma, el consumo de cigarrillos y el colesterol elevado en los diab¨¦ticos multiplica en estos pacientes, susceptibles de padecer una enfermedad cardiovascular, el riesgo de muerte".
Dada la gravedad y trascendencia de estas complicaciones, la educaci¨®n sanitaria del diab¨¦tico es "el eje de su calidad de vida e incluso de su supervivencia". El peligro s¨®lo est¨¢ controlado si se instruye al enfermo sobre su dolencia y acerca de los mecanismos a utilizar para su propio control metab¨®lico. Un ejemplo ser¨ªan las hipoglucemias (descenso de glucosa en la sangre) nocturnas, que "de no atenderse r¨¢pidamente pueden causar da?os irreversibles en el cerebro".
Cortarse las u?as
"Si consideramos el n¨²mero de centros de educaci¨®n de diab¨¦ticos que hay en Espa?a", dice Fern¨¢ndez-Cruz, "para un colectivo de enfermos que oscila entre el 3% y el 8% de la poblaci¨®n, nos damos cuenta de que es lo m¨¢s negligentemente montado de toda la estructura sanitaria. Algo tan simple como una herida producida al cortarse mal las u?as de los pies puede iniciar, ayudada por la isquemia (falta de riego), el camino de la gangrena".Estas carencias son un aspecto de una estructura sociosanitaria deficiente. "Muchas cegueras de diab¨¦ticos se evitar¨¢n si el m¨¦dico general est¨¢ capacitado para detectar la retinopat¨ªa temprana en la observaci¨®n del fondo del ojo, en vez de esperar a que intervenga el oftalm¨®logo. Para considerar al enfermo como un todo es imprecindible integrar todas las disciplinas. Hoy d¨ªa es impensable que un diabet¨®logo no tenga una buena formaci¨®n cardiol¨®gia".
Sin embargo, mejorar el sistema sanitario requiere la existencia de programas educativos y la formaci¨®n continuada del m¨¦dico y del personal de enfermer¨ªa. En una palabra: fondos. ?Y qui¨¦n tiene esos fondos? "Por un lado, la industria farmac¨¦utica", admite Fern¨¢ndez-Cruz, "que, l¨®gicamente, los orienta hacia sus propios objetivos. Por otro lado, el grupo m¨¦dico y sanitario dirigente est¨¢ sujeto a unas prioridades presupuestarias, aunque sean conscientes de la situaci¨®n".
En este punto, Fern¨¢ndez-Cruz, opina que la industria y la Administraci¨®n deben coordinar en el marco acad¨¦mico sus intereses.
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