Marcelino
Tuve el honor de leerlas, reci¨¦n cocidas en el procesador de textos. Marcelino Camacho confiesa: Confieso que he luchado. Hasta en el t¨ªtulo de sus memorias hay una sombra de ¨¦pica, como si estuviera contestando a un sicario de la antigua Brigada Pol¨ªtico- Social. Confiesa, Marcelino, confiesa. S¨ª, se?or comisario, confieso que he luchado. Y tambi¨¦n una cierta melancol¨ªa por oposici¨®n al t¨ªtulo de las memorias de Neruda, Confieso que he vivido. ?Ha vivido Camacho o no ha tenido tiempo? El libro es una important¨ªsima contribuci¨®n a la historia de Espa?a bajo el franquismo, pero yo me quedar¨ªa con otra lectura principal: la descripci¨®n de c¨®mo se construye una cultura obrera, mediante la adquisici¨®n de la conciencia de clase. ?Qu¨¦ es cultura? ?S¨®lo el saber como patrimonio o la conciencia de qui¨¦n se es y qu¨¦ sentido hist¨®rico tiene la propia vida, entre la predeterminaci¨®n y la capacidad de elegir?Predeterminado a ser una v¨ªctima de la historia, Camacho eligi¨® luchar y reconstruir la estatura de la vanguardia obrera arrasada por una guerra civil de tres a?os y una posguerra de casi 40. El franquismo bas¨® buena parte de su instalaci¨®n hist¨®rica en arrasar un movimiento obrero que, en diferentes familias ideol¨®gicas, hab¨ªa costado 100 a?os construir. Aniquilada, exiliada o acosada la inteligencia, el franquismo ocup¨® el yermo con sus intelectuales y sindicalistas de g¨¦nero chico, porque a partir de 1945 se acabaron los grandes decorados de superproducci¨®n oper¨ªstica pangerm¨¢nica. Cost¨® 25 a?os reconstruir una vanguardia cr¨ªtica en la Universidad, en las f¨¢bricas, en el tejido social, y buena parte de este trabajo lo hicieron ciudadanos como Marcelino Camacho, desde la ¨¦tica de la resistencia. Y tambi¨¦n en estas p¨¢ginas el drama de un partido entre la lucidez de sus Camachos y las autosuficiencias de sus poderes f¨¢cticos. Hoy se presenta el libro. Marcelino confiesa que ha luchado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.