16 palabras prohibidas

La red Globo, la cadena gigante de televisi¨®n brasile?a, ha prohibido el empleo en sus telenovelas de 16 palabrotas para tratar de devolver el pudor a la peque?a pantalla. Esta decis¨ª¨®n se ha tomado tras meses de lucha por la audiencia con la cadena rival Manchete, que consigui¨® atraer m¨¢s p¨²blico con la telenovela Pantanal, que serv¨ªa al telespectador brasile?o una raci¨®n considerable de mujeres desnudas y coitos submarinos en los escenarios del Pantanal, una reserva ecol¨®gica del Mato Grosso.

La autocensura que irripone Globo ocurre tres semanas despu¨¦s de que el Ministerio de Justicia de Brasil, preocupado ante la ola de sexo en la televisi¨®n, emitiese un decreto para regular los horarios de emisi¨®n con programas reservados para mayores a partir de las once de la noche. Esto ha sido considerado como una variante de censura, que hab¨ªa quedado abolida en la Constituci¨®n de 1988.Pantanal lleg¨® estos d¨ªas a su cap¨ªtulo 200 y toca a su fin. No se sabe qu¨¦ ocurrir¨¢ con el malvado Tenorio, quien, hace una semana, en una escena dram¨¢tica, castr¨® al pe¨®n Alcides por haberle enga?ado con su mujer, Bruaca. Para completar la faena, Tenorio viol¨® a su ex mujer mientras el castrado permanec¨ªa desmayado por el dolor que acompa?aba a la p¨¦rdida de sus atributos viriles. Esta telenovela entrar¨¢ en la historia del g¨¦nero en Brasil porque ha roto todos los moldes. Por primera vez, Globo ha perdido el primer puesto en audiencia ante la fuerza de Pantanal, rechazada previamente por la poderosa cadena.

Con Pantanal se ha inaugurado en la telenovela la variante sexoecol¨®gica. Los escenarios urbanos habituales han sido trasladados a esa regi¨®n del Mato Grosso, un para¨ªso donde los animales salvajes campan por sus respetos. Desde los t¨ªtulos de cr¨¦dito de Pantanal ya se ve que la cosa va de desnudos submarinos. A los acordes de una m¨²sica sugestiva, una joven perfectamente constituida se desliza bajo las aguas como Dios la trajo al mundo. La escena se repite en cada corte comercial. La trama va de dram¨®n rural, seg¨²n pudo deducir el enviado de este peri¨®dico, que en s¨®lo una semana tuvo ocasi¨®n de presenciar tres partos en la telenovela, incluido, c¨®mo no, uno en el agua.

Sin duda, Pantanal revolucion¨® el g¨¦nero. Globo respondi¨® al desaf¨ªo con Riacho doce (Riachuelo dulce), una miniserie de 40 cap¨ªtulos tambi¨¦n en la onda ecol¨®gica. La red Manchete, para que no decaiga, emiti¨® ya El canto de las sirenas, con tres de esos raros ejemplares que se lo pasaban con sus verg¨¹enzas al aire entre el agua y la playa.

Mierdecita

Hace unos meses, la revista Veja contabiliz¨® que en una semana ante el televisor en Brasil se pueden degustar 1.145 escenas de desnudos, 276 relaciones sexuales, 72 palabrotas, 707 peleas y cuchilladas y 1.940 disparos. La direcci¨®n de Globo envi¨® estos d¨ªas a sus directores una instrucci¨®n con una lista de 16 palabrotas que no podr¨¢n ser pronunciadas m¨¢s.Se trata de todas las variantes de culo, en aumentativo y diminutivo, as¨ª como rabo cuando designa esa parte de la anatom¨ªa. Tampoco se podr¨¢ decir mierda o mierdecita, cag¨®n, maric¨®n, puta, me¨®n y las variantes vulgares utilizadas para denominar el pene. La normativa de Globo impone a los guionistas que eliminen esas palabrotas de sus textos, e incluso en los programas ya grabados deber¨¢n cambiarse por expresiones adecuadas.

Ante la decisi¨®n de Globo, Atillo Riceo, director de programas dram¨¢ticos de la red Manchete, declar¨® en el diario Folha de S. Paulo: "El memorando de la red Globo es demagogia. Es para dar la impresi¨®n de que ellos quieren dar ejemplo. No creo en su eficacia. Yo no voy a pasar memorandos a los directores para disciplinar la producci¨®n".

Quien s¨ª parece interesado en disciplinar la producci¨®n es el Estado. A fines de julio, ya el entonces ministro de Justicia, Bernardo Cabral, quiso "parar la ola de sexo y violencia en la televisi¨®n" y convoc¨® una reuni¨®n para elaborar un c¨®digo de ¨¦tica.

Cabral, de 58 a?os, no pudo llevar a t¨¦rmino sus planes. Su romance con la ministra de Econom¨ªa Zelia Cardoso, de 37, acab¨® con su empe?o. Sin embargo, su sucesor en el departamento de Justicia, Jarbas Passarinho, sigui¨® adelante con el decreto para poner coto el desenfreno que vivi¨® la televisi¨®n en los ¨²ltimos meses en la lucha por la audiencia.