"Matar a un magreb¨ª"

"?Tenemos que matar a alguien, esto no puede seguir as¨ª!", gritaban enfurecidos los cabecillas del mot¨ªn de la c¨¢rcel de Fontcalent. Era la segunda noche de la asonada y todav¨ªa no hab¨ªan conseguido huir de la prisi¨®n alicantina, su ¨²nica intenci¨®n. "Andaban como locos. Dijeron que hab¨ªa que matar a un funcionario, a un gitano o a un moro. Tres de ellos estaban muy alterados y recorr¨ªan el patio del m¨®dulo 3. All¨ª estaba Chokry Benhamed, tapado con una manta. Fue muy r¨¢pido y le dejaron como a un colador", explic¨® un testigo de los hechos.

El sentimiento racista hacia ciudadanos del norte de ?frica fue determinante para llevar a cabo el asesinato del argelino Chokry Benhamed como advertencia a las autoridades y al resto de los presos que no secundaban el mot¨ªn, seg¨²n la investigaci¨®n judicial en marcha.Chokry Benhamed ten¨ªa 41 a?os y era bien parecido. Hab¨ªa ingresado en la prisi¨®n de Fontcalent el 10 de abril de este a?o en situaci¨®n de prisi¨®n preventiva. El d¨ªa anterior conduc¨ªa un Mercedes de color blanco por la carretera N-332 y levant¨® las sospechas de la Guardia Civil. Cuando se le dio el alto apret¨® el acelerador, y tras sacar ventaja a los agentes huy¨® campo a trav¨¦s, pero fue detenido en Benisa. En el maletero del veh¨ªculo se le encontraron 100 kilos de resina de hach¨ªs, valorados en unos 300 millones de pesetas.

Fianza de 10 millones

Tras ingresar en la c¨¢rcel, el juez de Denia le impuso una fianza de un mill¨®n de pesetas para obtener la libertad condicional. Cuando sus familiares y amigos ya hab¨ªan reunido esta cantidad, el juez elev¨® la suma a 10 millones, al descubrir que ten¨ªa otra causa pendiente por tr¨¢fico de estupefacientes en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de El Vendrell (Tarragona), en donde pag¨® una fianza de un mill¨®n de pesetas y sali¨® en libertad.

Chokry Benhamed hab¨ªa nacido en Ain Temouchent, un pueblecito de Argelia. Sus pa dres, Mohamed y Tijana, ya han fallecido, pero tiene dos hermanos. Uno de ellos es due ?o de una cafeter¨ªa en Par¨ªs Chokry, que ten¨ªa doble nacio nalidad, francesa y argelina, era soltero y regentaba un peque?o bazar en Or¨¢n en el que vend¨ªa prirnordialmente aparatos electrodom¨¦sticos. S¨®lo hab¨ªa salido tres veces de su pa¨ªs, y en las tres ocasiones siempre hab¨ªa viaje.do a Espa?a entrando por el puerto de Barcelona.

Mohamed estaba internado en el m¨®dulo 3 de la penitenciar¨ªa de Fontealent, en la que hab¨ªa otros 233 reclusos cuando comenz¨® el mot¨ªn. Uno de los muchos testigos del asesinato declar¨® que oy¨® decir: "Tenemos que matar a alguien para que sepan que no vamos de brorna. Adem¨¢s, as¨ª saldremos m¨¢s en la televisi¨®n". Fue suficiente que Chokry preguntara en franc¨¦s: ?Qu¨¦ dices?" cuando se le pidi¨® un porro para que fuera elegido como el chivo expiatorio s¨®lo por sus or¨ªgenes, por su tez morena y por su condici¨®n de magreb¨ª. El testigo relata con horror que el principal cabecilla, Antonio Cort¨¦s Escobedo, creyendo que el argelino a¨²n estaba vivo, lo remat¨® con un golpe seco en el pecho dado con un palo.

27 cuchilladas

El informe forense se?ala que el cad¨¢ver del argelino presenta en su cuerpo 27 heridas distintas causadas por objetos como destornilladores, pinchos de fabricaci¨®n casera, est¨ªletes y palos. Los ¨®rganos vitales, como el coraz¨®n y los pulmones, fueron da?ados mortalmente. En el pecho y en la espalda se cuentan el mayor n¨²mero de heridas, algunas de ellas de una longitud de hasta ocho cent¨ªmetros. El resto de los argelinos que se encontraban en el m¨®dulo 3 intentaron atacar a los asesinos. Gritaron: "?Guerra santa, venganza!", y se pusieron un turbante blanco alrededor de la cabeza para reconocerse y defenderse entre ellos mismos ante la posibilidad de una nueva agresi¨®n. Varios gitanos les apoyaron y tambi¨¦n se pusieron el turbante.