Candorosos

The Golden Gate QuartetEl spiritual ha sido durante mucho tiempo m¨²sica negra para negros. Plegaria a gritos en alguna de sus variantes, himno solemne en otras, ha ido conquistando tambi¨¦n el coraz¨®n de los creyentes blancos y hasta el de los ateos convencidos, sin que haya perdido su sentido religioso.The Golden Gate Quartet es uno de los pocos representantes que quedan de este g¨¦nero y el ¨²nico conocido universalmente. Se fund¨® en 1934 con pocas pretensiones, pero ahora se permite tener a sueldo a tres m¨²sicos blancos como secci¨®n r¨ªtmica, cambiar de traje durante sus actuaciones y ampliar su repertorio con alg¨²n tema emblem¨¢tico del jazz y canciones populares que interpretan con el candor necesario para crear una corriente de simpat¨ªa inmediata.

Era s¨¢bado noche y el Auditorio presentaba el ambiente endomingado de media ma?ana festiva. Hubo gente que sentenciaba con un am¨¦n las historias de Joshua y Jezabel que el cuarteto cant¨® en la primera parte del concierto, aunque tambi¨¦n hubo quien en la segunda mont¨® coreograf¨ªas propias para acompa?ar canciones como When the saints go marching in o Down by the riverside. En pleno derroche de arrojo, Clyde Riddick con su hilo de voz se marc¨® un My way a despecho de versiones grandes como castillos y Orlandus Wilson, ¨²nico fundador del grupo que permanece en la formaci¨®n actual, se atrevi¨® a cantar en espa?ol La novia en la mejor tradici¨®n del insigne Jos¨¦ Guardiola.

Al final, el repertorio qued¨® tan abierto que a nadie le hubiera extra?ado o¨ªr Lola pu?ales o cualquier otro ejemplo del cancionero de la Piquer en sus voces. Sin embargo, tambi¨¦n moldearon a su manera m¨²sicas que unos d¨ªas antes hab¨ªa tomado el trascendente Keith Jarrett, Love is a many splendored thing, y trataron con dignidad un cl¨¢sico de Weill como Mac the knife para completar una fiesta inocente y blanca, ideal para eliminar impertinentes resabios y desarmar prejuicios sin sentido.