Un mercado ancho y ajeno
El momento, econ¨®micamente hablando, no es color de rosa para la cultura en Canad¨¢. Los fondos federales y provinciales est¨¢n sufriendo un importante recorte. En Ontario, por ejemplo, el coraz¨®n econ¨®mico de Canad¨¢, el Gobierno del New Democratic Party de Bob Rae pretende realizar una serie de proyectos sociales, y para ello despoja de apoyo econ¨®rnico a instituciones culturales como la Canadian Opera, una de las puntas de lanza del prestigio cultura] del pa¨ªs en el extranjero, con la industria de cortometrajes, les Grands Ballets Canadiens, La La La Human Steps o Carbonne 14.Sin embargo, otros entes, claves para el desarrollo cultural, funcionan con la eficacia habitual. El Consell des Arts concede becas e incluso a?os sab¨¢ticos a los artistas, y mediante el Banque d'Oeuvres d'Art compra obras que luego alquila a ministerios, aeropuertos, oficinas p¨²blicas, y que al cabo de tres a?os el autor puede recuperar al precio que las vendi¨®. "Hemos logrado que la mano de obra art¨ªstica aumente m¨¢s que la general", dice Anna Burtnyk, del Conseil.
No hay conciencia entre los artistas de estar creando seg¨²n pautas espec¨ªficamente canadienses. La pl¨¢stica, la arquitectura, la m¨²sica de Canad¨¢, intentan impregnarse de cosmopolitismo, formar parte de un mercado internacional. No en vano el formulador del concepto de aldea global fue un canadiense, Marshall McLuhan.
El problema principal reside en el control del propio mercado. "Donde el porvenir es m¨¢s incierto es en el sector de las industrias culturales", reconoce Flora MacDonald, ministra de Comunicaciones, equivalente de Cultura. La mayor¨ªa de los libros, pel¨ªculas y discos consumidos en Canad¨¢ se producen fuera, principalmente en Estados Unidos.
La televisi¨®n, sobre todo en las provincias angl¨®fonas, es un jugoso bocado para las empresas estadounidenses, teniendo en cuenta que Canad¨¢ es uno de los pa¨ªses mejor surtidos de cable. Las principales ciudades canadienses est¨¢n a menos de 100 kil¨®metros de la frontera con Estados Unidos. A las horas de m¨¢xima audiencia, el 90% de los programas son americanos.
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