El Reino Unido se uni¨® ayer al continente por el Eurot¨²nel, materializando un sue?o de dos siglos

RICARDO M. RITUERTO, Londres"Gran Breta?a ha dejado de ser una isla", proclamaron ayer las emisoras de radio y las cadenas de televisi¨®n locales. A las 12.12 (hora continental), un obrero franc¨¦s y otro brit¨¢nico se dieron la mano bajo el canal de la Mancha, en el t¨²nel que acababa de unir a Albi¨®n con el Viejo Continente. Fue la realizaci¨®n de un sue?o de casi dos siglos y la victoria de un proyecto enteramente financiado por el sector privado. Philippe Cozette, jefe de un equipo de trabajadores franceses, y su colega brit¨¢nico Robert Graham, Fagg perforaron al mediod¨ªa la estrecha pared que, a 100 metros bajo La Mancha, separaba la parte gala del t¨²nel submarino de La Mancha de la brit¨¢nica.

Entre aplausos, vivas y descorche de botellas de champ¨¢n, los dos obreros se dieron la mano e intercambiaron las banderas de sus pa¨ªses. Hab¨ªan materializado un sue?o nacido en tiempos de Napole¨®n y que hab¨ªa dado origen 27 proyectos de ingenier¨ªa: el de un enlace fijo entre Gran Breta?a y Francia.Desde ayer puede atravesarse el canal de La Mancha a pie. Es el triunfo de uno de los mayores desaf¨ªos tecnol¨®gicos de la historia de la humanidad. M¨¢s que en la enorme distancia del agujero cavado bajo el mar (35 kil¨®metros), la proeza t¨¦cnica culminada ayer reside en la velocidad con que han avanzado los trabajos. Los japoneses tardaron 24 a?os para excavar el t¨²nel que une las islas de Honshu y de Hokkado; los 9.000 brit¨¢nicos y franceses que, desde 1986, trabajan de cada lado del canal van a necesitar menos de siete a?os para ultimar el t¨²nel de la Mancha. ?ste estar¨¢ en condiciones de ser utilizado por el p¨²blico a partir de noviembre de 1993, cuando trenes de pasajeros y de transporte de autom¨®viles comiencen a unir Londres con Bruselas y Par¨ªs.

La epopeya bajo La Mancha estuvo a punto de naufragar por falta de fondos. El ¨²ltimo aumento de capital de Eurot¨²nel concluir¨¢ el pr¨®ximo lunes y deber¨¢ permitir cerrar un presupuesto que se ha disparado a m¨¢s de 85.000 millones de francos.

Andr¨¦ Bernard, presidente franc¨¦s de Eurot¨²nel, confes¨® ayer que en muchas ocasiones temi¨® que los trabajos fueran interrumpidos, en especial en 1987 con ocasi¨®n de las elecciones brit¨¢nicas. "Puede pensarse lo que se quiera de la actitud de Margaret Thatcher respecto a Europa", dijo, "pero sin ella este t¨²nel no existir¨ªa".

El nuevo ministro brit¨¢nico de Transporte, Malcolm Rifkind, testigo de excepci¨®n dijo que se trataba de "un sue?o hecho realidad; tras 8.000 a?os Europa est¨¢ reunicia. El t¨²nel acerca a la gente". John Major, el primer ministro brit¨¢nico, cant¨® "uno de los grandes logros de la ingenier¨ªa de todos los tiempos", que vio como un "s¨ªmbolo de las oportunidades que van a existir en la nueva Europa".

La euforia con que la regi¨®n de Calais recibi¨® el acontecimiento, contrast¨® con el tenebrismo que envolvi¨® a muchos de los habitantes de Kent, que llevan a?os luchando contra el trazado de la nueva l¨ªnea f¨¦rrea que ha de permitir el tr¨¢nsito de tren de alta velocidad entre Londres y el t¨²nel. Como dijo uno de ellos con tono sombr¨ªo despu¨¦s de presenciar el acontecimiento por televisi¨®n: "Es un gran logro de la ingenier¨ªa, pero nada m¨¢s".