Dos muertos y un desaparecido al hundirse un bloque de cinco plantas en Barcelona por una explosi¨®n
Una fuerte explosi¨®n destruy¨® a las 14.43 de ayer el edificio de cinco plantas situado en el 111 de la calle del Comte Borrell, en el centro de Barcelona, y. derrib¨® parcialmente los dos bloques colindantes. A media noche los bomberos hab¨ªan rescatado dos cad¨¢veres, pero tem¨ªan que bajo los escombros hubiera otra persona dada como desaparecida. Otros cuatro supuestos inquilinos del inmueble siniestrado no han sido localizados. Los bomberos avanzaron la hip¨®tesis de una explosi¨®n de gas, sin descartar que otras causas provocaran el hundimiento.
Las dos v¨ªctimas mortales son Sergi Andr¨¦s Ari?o, de 16 a?os, y Rosa Pujol Alemany, de 65. 27 personas m¨¢s fueron atendidas en los hospitales con heridas causadas por la explosi¨®n. El ?oven fallecido se dirig¨ªa al instituto donde estudia y pasaba junto al edificio siniestrado en el momento de derrumbarse. Sus padres, que acudieron al lugar de los hechos alarmados porque Sergi no se hab¨ªa presentado a un examen, pasaron momentos de tremenda angustia sin poder confirmar si su hijo era o no una de las v¨ªctimas. Cinco personas que figuran en el censo de vecinos del edificio -36 en total- segu¨ªan anoche sin localizar, por lo que se teme que puedan estar sepultadas. Una de estas personas, Mar¨ªa Mart¨ª, ha sido dada por desaparecida oficialmente despu¨¦s de que su familia la reclamara.Los bomberos rescataron a 23 personas, completamente aturdidas y con algunas heridas, de la Parte trasera del edificio siniestrado -construido hace m¨¢s de 80 a?os- y de los dos colindantes, cuyas paredes laterales se desplomaron tambi¨¦n. Una, anciana de 90 a?os fue evacuada en su silla de ruedas desde un cuarto piso.
La mayor¨ªa de los heridos fueron trasladados al hospital Cl¨ªnico. De las 17 personas atendidas en este centro, seis fueron dadas de alta y las restantes quedaron ingresadas. Elvira Mir¨® Oliv¨¦ y Josep Bellver Gavila sufren politraumatismo y su pron¨®stico es muy grave. La hija de este ¨²ltimo, Georgina Bellver Graells, de un a?o, sufri¨® heridas leves. La familia Bellver reside en la cuarta planta de uno de los edificios colindantes al ca¨ªdo. En estado grave fueron ingresados tambi¨¦n Francesc Esteban, en el hospital de la Esperanza, y Ram¨®n Mart¨ª Aguilar, en el del Mar. Los dem¨¢s heridos son de car¨¢cter leve.
El Ayuntamiento orden¨® el desalojo total del inmueble situado a la derecha del siniestrado, y de los dos ubicados a su izquierda. Los afectados (100 personas) fueron trasladados a tres hoteles.
Joan Carles L¨®pez, jefe de bomberos, declar¨® a este diario que los dos edificios colindantes han resultado afectados en un 80% de su estructura, por lo que deber¨¢n ser demolidos. El jefe de bomberos fue extremadamente cauto al abordar las causas del siniestro. "Podr¨ªa tratarse de una explosi¨®n de gas, pero tampoco descartamos otras posibles causas". Sorprende a los t¨¦cnicos la gran fuerza de la explosi¨®n. "Si se trata de gas, tuvo que producirse una gran acumulaci¨®n", afirm¨® el concejal Joan Torres.
Tuber¨ªas nuevas
A media tarde se supo que el edificio hab¨ªa cambiado el suministro de gas ciudad por el de gas natural en noviembre del a?o pasado, de modo que, seg¨²n afirm¨® un portavoz de Catalana de Gas, "todas las conducciones eran nuevas, hechas con tubos de polietileno de 160 mil¨ªmetros". Este material es el m¨¢s nuevo y seguro que se conoce, dijo. La compa?¨ªa asegura no haber recibido ning¨²n aviso de fuga.
Tampoco el alcalde, Pasqual Maragall, quiso pronunciarse sobre las posibles causas, a la espera de nuevos datos. Lo que s¨ª queda claro es que el edificio se derrumb¨® por una gran explosi¨®n. Un testigo, constructor de profesi¨®n, manifest¨® haber observado una especie de llamarada en la cuarta planta, previa al desplome: "Este tipo de casas est¨¢n hechas de vigas de madera, y al caer la de arriba produce un sobrepeso que acaba provocando el derrumbe total", explic¨®.
Todos los testigos que presenciaron u oyeron la explosi¨®n coincid¨ªan en la misma versi¨®n: "Fue una explosi¨®n tremenda, seca, instant¨¢nea. Fue como un golpe sordo, y despu¨¦s un rumor de cristales rotos. Cre¨ªamos que hab¨ªa sido una bomba", relataba uno de ellos. Efectivamente, todos los cristales de las tiendas y viviendas adyacentes resultaron rotos por la deflagraci¨®n.
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