Un a?o despu¨¦s

Cuando se cumple el primer aniversario de la muerte de Pedro de Toledo, copresidente del Banco Bilbao Vizcaya (BBV), la entidad ha enfilado una din¨¢mica de estabilidad en las relaciones de los equipos humanos procedentes de los dos bancos fusionados y ha acelerado el ritmo de negocio bancario tanto en la parte financiera como en la industrial.

La muerte repentina de Pedro de Toledo, el 12 de diciembre de 1989, la persona que estaba llamada a ser el l¨ªder de la gran banca espa?ola en el futuro, produjo tal conmoci¨®n en un staff en plena gestaci¨®n que fueron necesarias cinco semanas y media. para reestablecer las relaciones de poder. Todo ello, previa mediaci¨®n de la autoridad monetaria, que ve¨ªa alarmada c¨®mo se deterioraba la imagen del BBV y del resto de la banca en los mercados nacionales e internacionales. Fue necesario un delicado y s¨²til ejercicio de mediaci¨®n para aminorar el enconamiento de unas heridas abiertas cuando a¨²n no hab¨ªa recibido sepultura el cuerpo de Pedro de Toledo.Las navidades del pasado a?o y casi todo el mes de enero de este jalonaron uno de los episodios m¨¢s tristes de la banca espa?ola, y evidenciaron las dificultades que engendra cualquier tipo de fusi¨®n de igual a igual, ya que las relaciones personales y de jerarqu¨ªa marcan cualquier proceso de avance, anteponiendo intereses de todo tipo por encima de la din¨¢mica propia del negocio.

Felizmente saldada la crisis del BBV, Emilio Ybarra, el nuevo presidente, se ha propuesto acelerar el paso para ganar el terreno perdido, a¨²n sabiendo que la maquinaria puede conservar secuelas de aquellos episodios que, hoy, integrantes de los equipos, enfrentados dan ya como saldados. Tras la implantaci¨®n del mando ¨²nico y una relaci¨®n de -Fuerzas equiparables, el BBV ha logrado atravesar un a?o de duras condiciones monetarias y fuerte competencia. El ajuste de la fusi¨®n, sin embargo, ha sido doloroso. En los primeros meses del presente a?o se produjo la salida de significativos y preparados directivos de la entidad que recalaron en otros bancos.

El actual equipo directivo se ha esforzado por resta?ar heridas y solucionar con el menor coste posible las inevitables duplicidades de una fusi¨®n de igual a igual, pensada, quiz¨¢, con demasiadas prisas producto de situaciones particulares anteriores.

Un a?o despu¨¦s de la muerte de Pedro de Toledo, considerado por el sector bancario, como un excelente gestor y dotado de una gran habilidad para dirigir equipos humanos, el BBV se ha sumido en la dura competencia bancaria y en la cimentaci¨®n de los planes que le conviertan con la entrada del mercado ¨²nico europeo en un banco espa?ol con dimensi¨®n y vocaci¨®n europea, tal y como pretend¨ªa su fallecido copresidente.

La b¨²squeda de una presencia activa en varios pa¨ªses de la Comunidad Europea, la entrada en la guerra del pasivo, la fusi¨®n de segundas marcas, la venta de activos duplicados y la creaci¨®n de un gran holding industrial han sido hasta el momento los renglones de un texto bancario escrito por el nuevo equipo que cerrar¨¢ el presente a?o con unos beneficios un poco por encima de la inflaci¨®n. El BBV ha apostado por la banca industrial y ha decidido caminar solo en su estrategia internacional, en la que suma ¨¦xitos y algunos fracasos como la ruptura del acuerdo con la BNP.