D¨ªas de d¨®Iares y coca
En 1983, Panam¨¢ fue un centro clave para el negocio de la droga
Dice Floyd Carlton, que, hacia mediados de 1982, seis meses despu¨¦s de que el reci¨¦n creado c¨¢rtel de Medell¨ªn y el M-19 negociaran en Panam¨¢ la liberaci¨®n de la hermana menor de los Ochoa, secuestrada por la guerrilla, un colombiano llamado Francisco Ch¨¢vez Gil le llev¨® al hotel Intercontinental de Medell¨ªn donde se entrevist¨® con Pablo Escobar y el primo de ¨¦ste Gustavo Gaviria.El narco traficante comenz¨® por quejarse de que Noriega -cuya figura crec¨ªa en Panam¨¢ tras la muerte de Torrijos, en julio de 1981- le hab¨ªa confiscado un barco con 800 kilos de coca¨ªna, a pesar de que previamente hab¨ªa cobrado un mill¨®n de d¨®lares por tolerar ese env¨ªo. Luego le propuso a Carlton un acuerdo formal, para que lo transmitiera "a su jefe": el c¨¢rtel quer¨ªa pistas en Panam¨¢ que sirvieran de escala a sus avionetas en ruta hacia EE UU. Carlton cobrar¨ªa 400 d¨®lares por kilo de coca¨ªna transportado y habr¨ªa otros 30.000 por env¨ªo para Noriega.
Noriega recibi¨® mal la propuesta de Carlton y le dijo que ¨¦l no quer¨ªa saber nada, pero m¨¢s tarde volvi¨® sobre sus pasos: "?30.000 d¨®lares? ?Piensan que soy un muerto de hambre? Por lo menos 100.000", ha declarado Carlton que le dijo Noriega.Entre noviembre de 1982 y enero de 1984, Carlton vol¨® cuatro veces desde Colombia hasta Calzada Larga y Coronado, dos pistas militares fuera de uso en Panam¨¢, y Noriega cobr¨® cantidades crecientes, de 100.000 a 200.000 d¨®lares, por cada uno de esos env¨ªos, que el piloto entregaba al mayor Luis del Cid, un pr¨®ximo de Noriega.
Aviones para el 'cartel'
Pero Carlton no era el ¨²nico enlace del jefe de la inteligencia paname?a en el negocio de la droga. Lo comprob¨® en la primavera de 1983, cuando se encontr¨® cara a cara en Colombia con Ricardo Bilonnick, otro ¨ªntimo de Noriega, en una reuni¨®n con Escobar y los hermanos Ochoa. Bilonnick, procesado en Miami, se movia en un nivel superior al de Carlton. Tuvo empleo diplom¨¢tico y figuraba como due?o de Innair, una compa?¨ªa a¨¦rea panarnefia. Pero Carlton asegura que Escobar le dijo que, en realidad, Innair era del c¨¢rtel.
Tambi¨¦n Floyd Carlton compr¨® su Learjet 25 con fondos de Escobar, y el avi¨®n fue utilizado para transportar dinero de los narcos, desde Florida a Panam¨¢.
Si en el tr¨¢fico a¨¦reo de coca¨ªna Panam¨¢ ha jugado un papel de puente entre Colombia y EE UU, similar al desempe?ado por Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Cuba, sus condiciones para el blanqueo de dinero son ¨²nicas. La moneda paname?a es el d¨®lar, por lo que no hay controles de cambios, y su banca es de las m¨¢s discretas.
Ram¨®n Mill¨¢n Rodr¨ªguez, un economista cubano establecido en Miami que trabaj¨® para el c¨¢rtel, asegura que ya en 1979 lleg¨® a un acuerdo directo con Noriega para blanquear dinero en Panam¨¢, por el que pag¨® al entonces jefe del G-2 unos 10 millones de d¨®lares mensuales de comisi¨®n. Esta acusaci¨®n ha sido ignorada en el proceso de Miami, porque el fiscal Richard Gregory otorg¨® escaso cr¨¦dito a las declaraciones de Mill¨¢n.
Pero Ram¨®n Mili¨¢n ha dado un testimonio claro de c¨®mo funcionaba el blanqueo en Panam¨¢, un negocio en el que, dice, lo ¨²nico dif¨ªcil es la entrada al sistema bancario y lo importante, acortar plazos y no perder d¨ªas de intereses. La droga produce monta?as de d¨®lares, que es preciso llevar a un banco en alguno de los pa¨ªses donde las operaciones en efectivo no est¨¢n muy controladas, y Panam¨¢ ha sido el principal de todos ellos. L¨ªneas comerciales, primero, avionetas, jets privados, incluso aeronaves de las Fuerzas de Defensa panamenas, m¨¢s tarde, transportaron hasta Panam¨¢ cientos de millones de d¨®lares, toneladas de billetes, seg¨²n testimonios coincidentes de Mili¨¢n, de Jos¨¦ Bland¨®n, de Floyd Carlton y de otros pilotos y narcotraficantes.
C¨¦sar Rodr¨ªguez, ya ex socio de Carlton, y Enrique Pretelt, piloto, joyero y uno de los amiguetes m¨¢s ¨ªntimos de Noriega, estaban en condiciones de ofrecer a estos lavanderos toda una gama de servicios, desde la recepci¨®n de su dinero en el peque?o aeropuerto de Paltilla, en el centro de la Ciudad de Panam¨¢, hasta su transporte a bancos recomendados en veh¨ªculos blindados, ocasionalmente de la polic¨ªa.
Jos¨¦ Bland¨®n ha descrito con detalle el mecanismo del blanqueo. Los bancos en Panam¨¢ tienen limitada legalmente su capacidad para atesorar efectivo, en funci¨®n de sus necesidades medias diarias. El dinero excedente deben remitirlo al Banco Nacional, el cual, a su vez, env¨ªa a la Reserva Federal norteamericana el exceso de efectivo sobre sus propias necesidades. Es as¨ª como los d¨®lares que salen ilegalmente de EE UU regresan legalmente y quedan blanqueados. A partir de ese momento, el blanqueador y sus clientes pueden empezar a mover su dinero por todo el mundo mediante transferencias bancarias. Seg¨²n datos del Tesoro norteamericano, entre 1980 y 1984 el Banco Nacional panameno envi¨® a la Reserva Federal 3.500 millones de d¨®lares en billetes y s¨®lo recibi¨® 500 millones de d¨®lares como moneda de sustituci¨®n.
Esta mec¨¢nica pone en evidencia la importancia del Banco Nacional, que puede detectar a las entidades que le remiten grandes sumas de efectivo. "El problema", ha declarado Bland¨®n, "se planteaba porque hab¨ªa bancos que ten¨ªan la protecci¨®n de Noriega, de manera que, cuando notificaban sus dep¨®sitos, el Banco Nacional no se interfer¨ªa ni les preguntaba sobre el origen de los fondos".
En una lista de estos bancos protegidos por Noriega que el Senado manej¨® para sus investigaciones destacaban las sucursales paname?as de bancos colombianos, como el Cafetero o el Ganadero, y dos peque?os bancos locales: el First Interamer'cas Bank y el Banco Interoce¨¢nico.
Entre Bush y Castro
En agosto de 1983, Noriega sucedi¨® a Rub¨¦n Dar¨ªo de Paredes en la jefatura de la Guardia Nacional, pronto reconvertidas en Fuerzas de Defensa Paname?as, y se ascendi¨® a general. Un mes m¨¢s tarde, George Bush, que ya era vicepresidente, llam¨® por tel¨¦fono a Noriega para pedirle que comunicara a Fidel Castro que la invasi¨®n de Granada por EE UU no representaba ning¨²n peligro para Cuba. Bland¨®n dice que fue testigo de esa gesti¨®n, aunque Bush la niega.
Entretanto, el senador Patrick Moynihan, que visit¨® Panam¨¢ el mismo a?o, hab¨ªa regresado a Washington con la informaci¨®n de que el ya indiscutible n¨²mero uno paname?o hab¨ªa prometido establecer bases en Panam¨¢ para el entrenamiento de la Contra. Y los negocios de Noriega segu¨ªan viento en popa.
En septiembre de 1983, lleg¨® a Panam¨¢ Steve Michael Kalish, un norteamericano de buena familia, que, a los 30 a?os, pod¨ªa costearse un jet privado. A Kalish, que hoy es el principal testigo en el proceso que se sigue contra Norlega en Tampa, le buscaba la polic¨ªa en EE UU, por ser elemento clave en una organizaci¨®n de tr¨¢fico de marihuana integrada por antiguos alumnos de una escuela distinguida de Florida. Se estableci¨® en Panam¨¢ para blanquear dinero con la ayuda de C¨¦sar Rodr¨ªguez y Enrique Pretelt, que, dice, d¨ªas despu¨¦s de su llegada, le llevaron a casa de Noriega. "Olvida usted su inalet¨ªn", cuenta Kalish que le advirti¨® Noriega en la despedida. "Es para usted, mi general", respondi¨® el norteamericano. La valija qued¨® all¨ª. Conten¨ªa 300.000 d¨®lares.
Noriega utiliz¨® el Learjet de Kalish en noviembre de 1983, para realizar un viaje oficial a Washington, acompa?ado de sus cronies Rodr¨ªguez y Pretelt, que termin¨® con una juerga en Las Vegas. Y el mismo avi¨®n fue el que, en febrero de 1984, llev¨® de EE UU a Panam¨¢ a Nicol¨¢s Ardito Barletta, candidato de los norteamericanos y Noriega a las primeras elecciones presidenciales convocadas desde 1968.
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