"Celibidache me dio la base"

Respecto a sus influencias, Aldo Ceccato se detiene en su suegro ya fallecido, V¨ªctor de Sabata, y en Sergiu Gelibidache, todav¨ªa en activo, ambos directores ya establecidos Con todo derecho en el cuadro de honor de los de su oficio."Son dos personalidades distintas", dice, "pero se puede afirmar que, por muchas cosas, parecidas. Celibidache me dio una base t¨¦cnica y el conocimiento de la orquesta. llienso que, despu¨¦s de Wagner, Celibidache es el ¨²l timo gran organizador cient¨ªfico de la direcci¨®n de orquesta. No tiene comparacion con ningun otro. Y si yo no soy un diletante, urio de esos 1.000 que dirigen de forma aproximativa, es gracias a la escuela de Celibidache, de su profundidad".

"Mi suegro fue un artista de los que nace uno cada siglo", contin¨²a, "dominador absoluto de la orquesta. No conozco otro caso en la historia de la m¨²sica de un director que sea compositor y toque adem¨¢s todos los instrumentos de la orquesta. De Sabata tocaba cada instrumento como un virtuoso. Ser su yerno fue no S¨®lo un honor, sino tambi¨¦n una gracia de Dios".

Hace 17 a?os que Ccecato no ve al malhumorado Celibidache, porque no ha tenido ocasi¨®n, seg¨²n dice. Pr¨®ximamente, despu¨¦s de tanto tiempo, ir¨¢ a M¨²nich a escucharle. "Incluso arriesg¨¢ndome a que me pegue", dice divertido, "porque tiene unos prontos imprevisibles".

Ceccato pone como prueba de ese car¨¢cter voluble una Quinta de Mahler que dirigi¨® en M¨²nich y que recibi¨® cr¨ªticas muy positivas: "Celibidache tuvo una reacci¨®n infernal al leerlas, pero es que ¨¦sa es su naturaleza. Y se acepta porque es muy generoso; ayuda mucho a los j¨®venes, como a m¨ª, no en su carrera, sino transmiti¨¦ndoles su conocimiento poco com¨²n. No hay l¨ªmite para mi gratitud".