150 norteafricanos se encierran en una iglesia de Vila-real para pedir trabajo
Cerca de 150 emigrantes norteafricanos, la mayor parte de ellos marroqu¨ªes, que se hab¨ªan trasladado a la comarca castellonense de La Plana Baixa con la intenci¨®n de trabajar en la campa?a de recolecci¨®n de c¨ªtricos, iniciaron la noche del martes un encierro en la iglesia arciprestal de Vila-real para exigir que se les contrate, objetivo que no han conseguido tras casi dos meses de estancia en Castell¨®n.
El encierro comenz¨® a ¨²ltimas horas de la tarde del martes y los emigrantes que lo protagonizan aseguraron ayer que persistir¨¢n en su protesta y que est¨¢n dispuestos, incluso, a iniciar una huelga de hambre para que se solucionen sus demandas.La ocupaci¨®n del templo la realizaron de forma pac¨ªfica y los trabajadores norteafricanos ocupaban ayer los bancos de la nave central de la iglesia. De momento, carecen de mantas; o prendas de abrigo para protegerse del fr¨ªo y, de vez en cuando, algunos de ellos rezan en un rinc¨®n sus oraciones en direcci¨®n a La Meca.
El p¨¢rroco de la iglesia, Juan Bautista Alba, mantiene una ac titud permisiva con la protesta de estos emigrantes pero les ha advertido que el templo no es el lugar adecuado para realizar un encierro, ya que en el deben lle varse a cabo diveros oficios reli giosos.
En la ma?ana de ayer, una representaci¨®n de los encerrados mantuvo una reuni¨®n con el alcalde de Vila-real, el socialista Enrique Ayet, para buscar soluciones al conflicto. Los norteafricanos descartaron el ofrecimiento del alcalde de pagarles el billete para que regresen a su pa¨ªs de origen. "Hemos venido a trabajar y no nos iremos hasta conseguirlo", afirm¨® Aziz, de 20 a?os y natural de T¨¢nger. Los encerrados exigen una entrevista con el gobernador civil de Castell¨®n, Adolfo S¨¢nchez Mor¨®n.
Fuentes del Gobierno Civil de Castell¨®n indicaron ayer que la petici¨®n todav¨ªa no se hab¨ªa realizado formalmente, pero que no habr¨ªa inconveniente en celebrar la reuni¨®n. Esas mismas fuentes se?alaron que, pese a la protesta, la Administraci¨®n no modificar¨¢ su postura sobre la contrataci¨®n de los emigrantes norteafricanos.
En los ¨²ltimos a?os ha sido normal que grupos de emigrantes norteafricanos trabajasen en las explotaciones agr¨ªcolas de Castell¨®n, sobre todo durante la campa?a de recolecci¨®n de c¨ªtricos. En casi todos los casos, lo hac¨ªan sin contrato, aunque percib¨ªan un salario similar al de los trabajadores espa?oles.
Control de la Administraci¨®n
Sin embargo, este a?o la s'tuaci¨®n ha variado sustancialmente y se ha producido un f¨¦rreo control de la Administraci¨®n, que ha prohibido tajantemente la contrataci¨®n de los emigrantes norteafricanos hasta que no se regularice la situaci¨®n de los trabajadores espa?oles en el sector. La Administraci¨®n pretende que los empresarios no eludan sus compromisos sociales con los trabajadores aut¨®ctonos mediante el recurso a una mano de obra clandestina.Esta severa actitud del Gobierno y el creciente rechazo social de algunos vecinos de la comarca de La Plana Ba¨ªxa, que atribuyen a los norteafricanos el aumento de la delincuencia en la zona, han agravado de forma importante su situaci¨®n.
Despu¨¦s de varias semanas de estancia en Espa?a, estos emigrantes han agotado ya los escasos recursos con que salieron de su pa¨ªs, pasan las noches en alquer¨ªas abandonadas, su r¨¦girnen alimenticio se reduce casi exclusivamente a pan y naranjas y algunos de ellos ya se encuentran inmersos de lleno en la medicidad.
A alguno de estos emigrantes la situaci¨®n incluso le ha costado la vida, como fue el caso de Caufik Rabij, de 26 a?os, que falleci¨® hace dos semanas en una alquer¨ªa por asfixia, consecuencia de las emanaciones de una hoguera que dej¨® encendida mientras dorm¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Permisos residencia
- Permisos trabajo
- Encierros
- Orden p¨²blico
- C¨ªtricos
- Manifestaciones
- Protestas sociales
- Seguridad ciudadana
- Frutas
- Financiaci¨®n auton¨®mica
- Inmigrantes
- Productos agrarios
- Comunidad Valenciana
- Pol¨ªtica migratoria
- Malestar social
- Inmigraci¨®n
- Grupos sociales
- Migraci¨®n
- Comunidades aut¨®nomas
- Agricultura
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Demograf¨ªa
- Finanzas p¨²blicas
- Alimentos
- Agroalimentaci¨®n