Marruecos asegura que la revuelta fue alentada por una potencia extranjera

La revuelta popular de Fez ha estado alentada por una potencia extranjera. Esta sorprendente y enigm¨¢tica declaraci¨®n la efectu¨® el ministro de Interior e Informaci¨®n marroqu¨ª, Driss Basri, en el transcurso de su comparecencia ante el Parlamento de Rabat el pasado 17 de diciembre. Ahora, una semana despu¨¦s de efectuadas estas manifestaciones, Marruecos parece estar a punto de descubrir la mano extranjera que ha promovido esta protesta. Todos los indicios apuntan a que Francia puede convertirse en el chivo expiatorio de una revuelta que se ha saldado con cinco muertes seg¨²n medios oficiales, o con 20 seg¨²n fuentes sindicales.

No es una pol¨¦mica nueva. Los antecedentes se remontan a hace poco m¨¢s de un mes, cuando el Gobierno de Rabat alent¨® una campana popular contra Francia por la supuesta injerencia de la antigua potencia colonial en su pol¨ªtica interna.Las razones ¨²ltimas de aquella campa?a hab¨ªa que buscarlas en dos hechos concretos: la publicaci¨®n de un libro sobre el rey Hassan II titulado Nuestro amigo el rey y la visita que la esposa del presidente de la Rep¨²blica francesa, Danielle Mitterrand, hab¨ªa proyectado efectuar al campo de refugiados saharauis de Tinduf. La campa?a, en la que participaron millares de ciudadanos enviando cartas de adhesi¨®n al monarca y de protesta a Par¨ªs, finaliz¨® el 9 de noviembre cuando el ministro de Asuntos Exteriores franc¨¦s, Roland Dumas, visit¨® al rey Hassan II, y le dio personalmente "explicaciones convincentes".Un mes y medio despu¨¦s de cerrada aquella crisis, Par¨ªs y Rabat se encuentran enzarzadas en un nuevo enfrentamiento. Esta vez el motivo de la pol¨¦mica son las reacciones del Gobierno y del Partido Socialista franceses ante los disturbios de Fez. Estas declaraciones coinciden con la necesidad de Rabat de buscar una explicaci¨®n externa que justifique la revuelta registrada en el pa¨ªs el pasado 14 de diciembre.

Herida sin cicatrizar

Las declaraciones del Gobierno franc¨¦s en las que muestra su preocupaci¨®n por la situaci¨®n de Marruecos y recomienda al Gobierno de Rabat que se adhiera y cumpla los convenios Internacionales de protecci¨®n de los derechos humanos ha dado pie a una airada reacci¨®n del Gobierno marroqu¨ª. Se ha reabierto de esta manera el viejo debate que parec¨ªa empezar a cicatrizar.La primera reacci¨®n airada de Rabat se detect¨® en un editorial publicado hace tres d¨ªas por el peri¨®dico en lengua ¨¢rabe Rissalat Al Oumma, portavoz del partido en el Gobierno, la Uni¨®n Constitucional. El escrito lleva e elocuente t¨ªtulo de Francia, basta ya. El art¨ªculo asegura que con esta ¨²ltima injerencia se "desbordan" las relaciones con Paris. "Basta ya de paternalismos rid¨ªculos", clama el editorialista al tiempo que hace un llamamiento para que los marroqu¨ªes aliados al lobby franc¨®fono busquen una alternativa.

Al Haraka, ¨®rgano de prensa del Movimiento Popular, tambi¨¦n en el Gobierno, continu¨® con la protesta. Sus afirmaciones son mucho m¨¢s graves y ¨¢cidas. Tras recordar la teor¨ªa del ministro del Interior de la existencia de una "mano extranjera" en los sucesos de Fez, evoca la ¨²ltima campa?a contra Francia. El cap¨ªtulo de reacciones airadas se complementa con un reciente despacho de la agencia oficial de prensa MAP (lo hizo p¨²blico el s¨¢bado por la tarde) que califica de "inoportunas" las declaraciones del secretario de Estado franc¨¦s de Relaciones Culturales Internacionales, Thierry de Beauce, ante la Asamblea Nacional, en las que hizo recomendaciones a Rabat en cuestiones relativas a los derechos humanos.Par¨ªs, seg¨²n los observadores, est¨¢ as¨ª a punto de que se le presente como responsable de la revuelta de Fez. Se espera, en medios diplom¨¢ticos y period¨ªsticos, que la pol¨¦mica vaya subiendo de tono en los pr¨®ximos d¨ªas y que las acusaciones sean m¨¢s claras, si cabe.

La inminente publicaci¨®n en Francia de dos nuevos libros sobre el monarca alau¨ª y la formaci¨®n en Francia de una comisi¨®n internacional de juristas para investigar la represi¨®n de la revuelta pueden ayudar a agudizar el debate.

La tensi¨®n interna marroqu¨ª encontrar¨ªa as¨ª un alivio, y la revuelta de Fez tendr¨ªa adem¨¢s una explicaci¨®n "l¨®gica y popular".