EE UU regular¨¢ la protecci¨®n a los pacientes de los m¨¦dicos con sida
El Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (Georgia) est¨¢ elaborando un nuevo reglamento que intentar¨¢ proteger a los pacientes de los m¨¦dicos y personal sanitario que est¨¢n infectados por el sida. El nuevo reglamento ser¨¢ extensible a todo el personal sanitario, pero pondr¨¢ hincapi¨¦ en los m¨¦dicos y enfermeras que participen en intervenciones donde exista contacto sangu¨ªneo.
Dentistas, cardi¨®logos, ginec¨®logos y los m¨¦dicos de los servicios de urgencia ser¨¢n los que sufrir¨¢n mayores controles. Las organizaciones m¨¦dicas, que se han opuesto a este tipo de controles, han se?alado que el nuevo reglamento, que obligar¨¢ a efectuar an¨¢lisis a la mayor parte de los m¨¦dicos de este pa¨ªs, es ofensivo y atenta contra la intimidad de los m¨¦dicos, adem¨¢s del elevado coste que representar¨¢ la puesta en pr¨¢ctica de este programa.Hasta ahora eran los m¨¦dicos y el resto del personal sanitario quienes se mostraban temerosos a tratar a pacientes con sida. Sin embargo el pasado verano el Centro de Control de Enfermedades declar¨® que una joven de Florida, Kimberly Bergalis, hab¨ªa adquirido aparentemente el sida en la consulta de un dentista ya fallecido a consecuencia de la enfermedad.
Ha sido el caso de Bergalis, que ha aparecido en los principales medios de comunicaci¨®n de Estados Unidos, el que ha despertado la inquietud sobre si las actuales recomendaciones sanitarias para prevenir el contagio de la enfermedad son suficientes. Adem¨¢s, su caso ha servido para saber que 5.000 m¨¦dicos nortemericanos con sida siguen ejerciendo su profesi¨®n actualmente.
Por si fuera poco el pasado 4 de diciembre el, hospital Johns Hopkins de Baltimore (Maryland), uno de los centros m¨¦dicos m¨¢s prestigiosos del pa¨ªs, aconsej¨® a 2.000 personas que se sometieran a la prueba del sida.
El consejo se centr¨® en los pacientes del doctor Rudolph Almaraz, un respetado onc¨®logo que hab¨ªa fallecido unas semanas antes de sida, a la edad de 41 a?os. Al parecer, Almaraz contrajo la enfermedad durante una operaci¨®n a una de sus pacientes en 1983 en Nueva York, cuando las precauciones contra el sida no exist¨ªan practicamente.
La pol¨¦mica de los m¨¦dicos con sida, que en Espa?a ha sido calificada por el vir¨®logo Rafael N¨¢jera, director del Instituto de Salud Carlos III, como "alarma injustificada", ha abierto un gran debate en EEUU.
Otras enfermedades
Los responsables del Centro de Control de Enfermedades opinan que los reglamentos actuales son demasidado difusos y que una nueva gu¨ªa para evitar accidentes y contagios en la relaci¨®n m¨¦dico-paciente es sumamente necesaria. El debate se centra en estos momentos en qui¨¦n debe obligatoriamente someterse a la prueba del sida, con qu¨¦ periodicidad y qui¨¦n debe conocer el resultado de los an¨¢lisis.El documento que prepara el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta, del que ya existe un borrador, seg¨²n el preri¨®dico The New York Times, estar¨¢ listo dentro de unas semanas, pero deber¨¢n pasaron otros 90 d¨ªas para su discusi¨®n y aprobaci¨®n final. La puesta en pr¨¢ctica de este reglamento, el primero que controlar¨¢ a los m¨¦dicos que est¨¦n contagiados por el sida, permitir¨¢ conocer adem¨¢s el estado de salud del personal sanitario de Estados Unidos.
Se sabr¨¢, por ejemplo, si padecen otro tipo de enfermedades contagiosas, no tan peligrosas como el sida, pero tan complejas como la hepatitis B. Hasta ahora en EEUU cualquier m¨¦dico o enfermera con hepatitis B pod¨ªa seguir en contacto con sus pacientes, a pesar de que el alto ¨ªndice de contagio ha sido demostrado cient¨ªficamente.
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