Voluntad de sobrevivir
Hubo un tiempo, el de los ¨²ltimos a?os del franquismo y primeros de la democracia, en el que los cantautores comprometidos gozaban de una gran popularidad. Todo eso pas¨® a la historia. Pocos cantautores de aquella generacion se han logrado mantener. Algunos, los menos, siguen triunfando, otros contin¨²an en la brecha como si tuvieran que pedir perd¨®n por estar ah¨ª todav¨ªa. Luis Pastor es uno de los supervivientes.Luis Pastor actu¨® en Madrid confesando estar "contento de terminar el a?o sobre un escenario". Y es que las oportunidades tampoco abundan. Ante muchos de sus amigos fue desvelando los contenidos de sus nuevas canciones: Atr¨¦vete, La estaci¨®n del amor, La quer¨ªa, El testamento de Ad¨¢n o Soy un caso perdido -que habla de "uno de esos d¨ªas en los que uno se encuentra a miles de kil¨®metros de uno mismo". El resto del repertorio qued¨® conformado por algunos de los mejores temas de su obra m¨¢s rec¨ªente: Aguas abril, ?frica en los ojos, Cristina, Flor de jara y Fin de semana. Ya en el bis ofreci¨® un homenaje al desaparecido Jos¨¦ Afonso, as¨ª como una especie de villancico sobre los tejemanejes del golfo P¨¦rsico.
Luis Pastor
Luis Pastor (voz y guitarra), Miguel Herrero y, Bel¨¦n Herrero (guitarras), Elena Roble (bajo), Nicola Beller (voz y teclados) y, Vicente Climent (bateria). Aforo: 300 personas. Precio: 1.000 pesetas. Sala Universal Club. Madrid, 29 de diciembre.
En la m¨²sica de este extreme?o de nacimiento y vallecano de adopci¨®n se pueden rastrear los diversos parajes (Portugal, Brasil, Caribe) en los que ha ido recalando su imaginaci¨®n. Los instrumentistas de los que se ha rodeado ahora cumplen su misi¨®n con bastante eficacia, aunque sin florituras. Se hacen llamar Replicantes, y el m¨¢s perfecto de ellos es Miguel Herrero, que extrae m¨²ltiples posibilidades t¨ªmbricas de su guitarra el¨¦ctrica.
Queriendo vivir fue compuesta en 1984, pero "podr¨ªa haber sido hecha este a?o", dijo antes de cantarla. Y es que, a sus 38 a?os, Luis Pastor es consciente de que se encuentra ante el reto de volver a empezar. De poco sirven sus ocho discos anteriores. Tiene que demostrar de nuevo sus posibilidades en un mercado que suele vivir de lo ef¨ªmero. Pero quien como ¨¦l es capaz de crear algo tan hermoso como esa Flor de jara, merece un margen de confianza.
Babelia
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