Perd¨®n para los asesinos

Sin raz¨®n alguna, Carlos Menem ha tirado por la borda el mejor logro de su pa¨ªs de los ¨²ltimos 60 a?os. Las anteriores autoridades civiles, desde el presidente Ra¨²l Alfons¨ªn, restablecieron en¨¦rgicamente el esencial principio constitucional seg¨²n el cual todos los ciudadanos, incluidos los oficiales militares, eran responsables ante la ley.Ahora, en un pa¨ªs proclive a los golpes de Estado, se ha restablecido la tradici¨®n de la impunidad para los militares. Bajo la cobertura de un fin de semana de a?o nuevo, Menem puso en libertad a los l¨ªderes de una sucesi¨®n de juntas militares. Estos hombres hab¨ªan sido condenados por ordenar el asesinato de miles de argentinos y por torturar a los prisioneros y a sus familias, a las que negaban informaci¨®n sobre la suerte de las v¨ªctimas. Menem present¨® su acci¨®n como un gesto de reconciliaci¨®n. ( ... ) Por el contrario, al resucitar la idea de que el militar est¨¢ por encima de la ley, invita a repetir la tragedia. ( ... )

Hace menos de dos a?os que Menem se convirti¨® en el primer presidente civil democr¨¢ticamente elegido que suced¨ªa a otro civil elegido en 60 a?os. Ten¨ªa grandes ambiciones para reestructurar la econom¨ªa argentina, atraer la inversi¨®n extranjera y acabar con el autoimpuesto aislamiento. La legitimidad constitucional de Menem ha sido su mayor respaldo cuando lucha por estos objetivos. Y todav¨ªa lo es. Pero, neciamente, tr¨¢gicamente, ha rebajado su valor.

, 2 de enero