Juntos y revueltos

PEDRO URQUIDI Objetivo, la integraci¨®n. Que los ni?os de familias de refugiados residentes en Madrid se adapten a su nuevo medio y que todos, los de aqu¨ª y los de all¨¢, se enriquezcan con el conocimiento de culturas y costumbres distintas. ?se es el fin que persigue Cruz Roja de Madrid con el plan de integraci¨®n de refugiados que present¨® ayer. Cientos de ni?os de casi todas las nacionalidades participaron ayer en la fiesta de Reyes celebrada en la Casa de Campo. La idea es que los hijos de los refugiados contacten con ni?os espa?oles, y si es jugando, mejor.

Cruz Roja Juventud y el Servicio de Refugiados de Cruz Roja Espa?ola ofrecieron ayer una fiesta de reyes en el pabell¨®n de Asturias de la Casa de Campo a los hijos de las familias de refugiados comprend¨ª das en el programa de esta instituci¨®n. Entre juegos, actuaciones, bocadillos y regalos, se explic¨® a los padres el contenido del plan, que pretende educar a los ni?os en el conoc¨ª miento y la tolerancia de otras culturas.El programa de integraci¨®n de refugiados es una iniciativa que ha tomado como gu¨ªa el proyecto de pr¨¢cticas de un grupo de monitores de Lago Mar¨ªa Jos¨¦, Sonia, Asun, Jos¨¦ y Lila. Todos llevan trabajando varios a?os como voluntario con ni?os espa?oles, algunos de ellos pertenecientes a colectivos marginados.

Todos juntos

La idea es ofrecer a los hijos de familias de refugiados la posibilidad de contactar con ni?os espa?oles y, a trav¨¦s de actividades l¨²dicas y educativas, conseguir la integraci¨®n, en un ambiente de fiesta y amistad.

Los encargados ser¨¢n los monitores que se reunir¨¢n los fines de semana con los grupos de menores en los locales de Cruz Roja Juventud de los barrios de Lago, Centro y Vallecas y del municipio de Alcobendas. Las actividades comprenden salidas al campo y a la ciudad, juegos educativos y charlas, todo ello orientado a la formaci¨®n de un grupo compacto, en el que los ni?os se sientan a gusto y encuentren amigos con los que compartir sus vivencias.

Seg¨²n explicaron Maiko Escobar, encargado regional del programa, y Pilar Recuenco, coordinadora t¨¦cnica de juventud de Madrid, la meta que se persigue es que "los ni?os de edades comprendidas entre 8 y 14 a?os se integren en los grupos de espa?oles con los que solemos trabajar y, a trav¨¦s de juegos y actividades culturales, formar a ambos en la convivencia mutua".

Cruz Roja Juventud va a seguir muy de cerca el desarrollo del plan, a trav¨¦s de evaluaciones peri¨®dicas de la respuesta de los ni?os y el trabajo de los monitores. Dentro de tres meses se analizar¨¢n los resultados con el fin de conocer si el procedimiento es el correcto o si hay que modificar la estrategia.

Los monitores hab¨ªan preparado una tarde de pel¨ªcula para los ni?os, que tras las presentaciones y una vez formados los grupos, se lanzaron sobre una paraca¨ªdas verde extendido en el suelo, por el que desaparec¨ªan y surg¨ªan al rato entre carcajadas. Otros comenzaban el recorrido por tres salas fant¨¢sticas del pabell¨®n de la Casa de Asturias, decoradas respectivamente como una caverna de trogloditas, un reducto de brujas y una nave del futuro, de acuerdo con los c¨¢nones de la ficciona cient¨ªfica.

Los monitores iban de un lado a otro animando a los chavales con disfraces distintos seg¨²n variaba el ambiente de cada habitaci¨®n.

Todo dispuesto para que los ni?os se lo pasaran lo mejor posible y se llevaran alg¨²n susto al ver a brujas vestidas con bolsas de basura negras, con las caras pintadas de blanco y grandes ojeras.

Mientras los ni?os corr¨ªan de aqu¨ª para all¨¢, los padres pudieron disfrutar, en una sala contigua y con m¨¢s tranquilidad, de una velada musical en la que actuaron la rondalla de la Junta Municipal de Ciudad Lineal, el poeta Delfin Yeste, el guitarrista iran¨ª Masud, el cantaautor de Guinea Ecuatorial C¨¦sar G¨®mez, y el grupo folcl¨®rico Tierra Criolla de Colombia. Las familias pudieron olvidarse as¨ª de la presi¨®n a la que en muchos casos se ven sometidos los m¨¢s de ocho mil refugiados que viven en Madrid. Unos doscientos refugiados llevaban durmiendo desde junio en los alrededores de la plaza de Espa?a, olvidados por todos los organismos y administraciones.

Ni?os sin escuela

Otros refugiados han dejado ya de percibir la ayuda econ¨®mica que la Cruz Roja facilita a los refugiados por haber superado el periodo m¨¢ximo de percepci¨®n. Otros est¨¢n en el paro, sin permiso de trabajo y con papeles provisionales de residencia. Muchos ni?os ni siquiera van al colegio. Este es el caso de Al¨ª, un ciudadano afgano padre de tres hijos (Zaki, Siar y Zobar), que padece todos estos problemas. Al¨ª lleva un a?o y siete meses en Espa?a.

Jes¨²s y Bernardina, matrimonio que lleg¨® de Per¨² hace s¨®lo mes y medio, est¨¢n tambi¨¦n sin trabajo, pero siguen recibiendo ayuda de la Cruz Roja. Su hijo ltber, de ocho a?os, no va al colegio.

Los juegos dieron paso a la intervenci¨®n de Gustavo Bonache, responsable del plan, que explic¨® a los asistentes los objetivos del programa y los medios con los que cuentan para la consecuci¨®n de ¨¦ste.

Al final de la fiesta, los educadores consiguieron sus fines secretos: conocer con cu¨¢ntos ni?os se pod¨ªa contar para formar los grupos de trabajo y comenzar despu¨¦s de reyes las reuniones.