La polic¨ªa considera desmontada la coartada de Saenz de Ynestrillas en el asesinato de Muguruza

La polic¨ªa considera que la coartada del ultraderechista Ricardo S¨¢enz de Ynestrillas, acusado junto con ?ngel Duce del asesinato del parlamentario electo de Herri Batasuna Josu Muguruza, ha quedado desmontada. La Brigada de Interior ha obtenido las declaraciones de tres personas que aseguran que Antonio Salmer¨®n y su actual novia, Ang¨¦lica Le¨®n, no se conoc¨ªan el 20 de noviembre de 1989, por lo que dif¨ªcilmente pudieron acudir juntos a la casa de S¨¢enz de Ynestr¨ªllas, donde afirman que estuvieron con el ultra y su esposa entre las 20.30 y las 23.25.

Seg¨²n las declaraciones ante el juez Baltasar Garz¨®n de ?ngel Duce, polic¨ªa destinado en la comisar¨ªa de Chamber¨ª en la fecha del atentado y por el momento el ¨²nico autor confeso del crimen, Ynestrillas y ¨¦l se enteraron por los medios de comunicaci¨®n de la presencia de los parlamentarios de HB en Madrid y decidieron atentar contra ellos. Para ello, se trasladaron al hotel Alcal¨¢ poco despu¨¦s de las 10 de la noche. Estuvieron esperando en la barra de la cafeter¨ªa, y fue Ynestrillas, al ir al servicio, quien se percat¨® de que el abogado I?aki Esnaola estaba cenando con otras personas en una mesa al fondo del local. Le avis¨® y tras darse darse ¨¢nimos y enmascararse en el servicio, ambos fueron al restaurante donde dispararon contra los parlamentarios. Eran alrededor de las 23.15 horas.Aunque Duce confes¨® e implic¨® a Ynestrillas en esa y otras acciones, posteriormente rectific¨® en una carta en la que se?alaba que su amigo no ten¨ªa la talla suficiente para realizar una acci¨®n de esa envergadura. Ynestrillas sostuvo en todo momento su inocencia.

La esposa de Ynestrillas, Ana Mar¨ªa Balbas, declar¨® en la Audiencia Nacional que el d¨ªa del atentado su marido estuvo en un gimnasio y lleg¨® a su casa a las 22.15. En el domicilio se encontraban, seg¨²n su testimonio, dos amigos, Antonio Salmer¨®n y su novia, ?ng¨¦lica Le¨®n, que permanecieron en la casa hasta las 23.25 horas, y que luego se fueron junto a Ynestrillas al pub Bab¨², donde se encontraron con Duce. Esta declaraci¨®n de la mujer de Ynestrillas contrasta con sus testimonios anteriores en los que no recordaba, ni siquiera aproximadamente, qu¨¦ hab¨ªan hecho el d¨ªa del atentado ella y su marido.

Salmer¨®n y su novia confirmaron la versi¨®n de la esposa y se?alaron que Ana Balbas no quiso mencionar a Salmer¨®n porque ¨¦ste est¨¢ en libertad provisional.

Compa?ero de pendencias

Salmer¨®n es compa?ero de correr¨ªas de Ynestrillas. El 1 de octubre de 1983 enca?onaron y arrebataron las armas a dos polic¨ªas nacionales que trataban de identificarles. Los polic¨ªas sospecharon de una bolsa de deportes que llevaban los j¨®venes y que despu¨¦s result¨® que conten¨ªa armas. En aquellas fechas Ynestrillas y Salmer¨®n integraban el grupo ultraderechista Legi¨®n de San Miguel Arc¨¢ngel. Meses despu¨¦s se entregaron. Ynestrillas, menor de edad, fue condenado a 4 a?os de c¨¢rcel y Salmer¨®n a 11, por pertenencia a banda armada, robo con intimidaci¨®n, tenencia de armas y falsificaci¨®n de DNI.Ahora la polic¨ªa ha obtenido las declaraciones de dos chicos y una chica amigos de la novia de Salmer¨®n, en las que se?alan que en noviembre de 1989, fecha del atentado, Ang¨¦lica Le¨®n sal¨ªa con ellos habitualmente y que no manten¨ªa relaci¨®n alguna con Salmer¨®n. Los cuatro militaban o simpatizaban con el grupo ultraderechista Frente de la Juventud y ?ng¨¦lica Le¨®n particip¨® en calidad de azafata en el congreso que esa organizaci¨®n celebr¨® poco antes del atentado.

Uno de estos amigos afirma incluso que por entonces no conoc¨ªa a Salmer¨®n. La chica a?ade que Ang¨¦lica Le¨®n le present¨® a Salmer¨®n en las navidades siguientes al atentado y que por entonces le confes¨® que Salmer¨®n, al que hab¨ªa conocido hac¨ªa muy poco tiempo, le gustaba y que posiblemente iniciar¨ªan una relaci¨®n sentimental. Los tres han declarado que dejaron salir con Ang¨¦lica unos seis meses despu¨¦s. Para la pol¨ªc¨ªa la coartada est¨¢ muy debilitada y ha perdido su valor exculpatorio.