1.200 millones y en el taller
Jes¨²s Hernansanz, ganador del mayor premio de la Bonoloto, sigue trabajando
Jes¨²s Hernansanz Alcalde ha sido en los ¨²ltimos meses uno de los hombres m¨¢s buscados. Desde el pasado 18 de noviembre, media Espa?a hac¨ªa c¨¢balas sobre qui¨¦n pod¨ªa ser el ¨²nico acertante de los seis n¨²meros de la Bonoloto m¨¢s cuantiosa de la historia: 1.201 millones de pesetas, el premio m¨¢s alto jam¨¢s pagado por las loter¨ªas espa?olas. Jes¨²s no ha cambiado su forma de vida y sigue acudiendo cada d¨ªa a su taller de fabricaci¨®n de estufas. EL PA?S, que habl¨® con ¨¦l el martes en ?scar (Valladolid), ha decidido no publicar su foto atendiendo la demanda del agraciado, que desea preservar su intimidad.Jes¨²s, de 44 a?os, a quien sus vecinos de ?scar apodan El Cortinas, aun no ha asimilado lo que se le ha venido encima. El ambiente del pueblo le puede ayudar. Sus vecinos se sienten orgullosos de su localidad y los m¨¢s ricos asientan ah¨ª su empresa y no se mueven. Se saben el pueblo elegido.No es de extra?ar, por eso, que el principal proyecto del nuevo millonario sea crear una industria para dar riqueza al pueblo. Tampoco es raro el mutismo que han guardado de puertas afuera, porque en ?scar se sab¨ªa desde hace al menos 20 d¨ªas la identidad del acertante.
Jes¨²s es soltero y hasta ahora su mayor placer estaba en los tintos envueltos que se tomaba a media ma?ana en el bar del pollo y, en las escapadas semanales al cercano Sanchonu?o, en Segovia. Desde que supo su buena fortuna, El Cortinas cambi¨® su rutina y, para no levantar sospechas, se interes¨® m¨¢s por su negocio, un taller de fabricaci¨®n de estufas, de le?a y de c¨¢scara de pi?¨®n, en el que emplea a tres personas.
Los 5.942 iscarienses restantes no hab¨ªan sospechado hasta entonces de Jes¨²s. Descrito por algunos como anodino -"es una persona a la que ve¨ªas en un bar y parec¨ªa formar parte de la decoraci¨®n; ni siquiera te pod¨ªas imaginar que fuera capaz de gastarse 2.800 pesetas en la bonoloto", ironiza un joven-, lo que es seguro es que es callado. Sus trabajadores nunca saben a d¨®nde va con el cami¨®n. "?l nos manda cargarlo, lo coge y se va", comentan. Su hermano Carlos, con el que comparti¨® el negocio hasta mayo pasado, corrobora esa opini¨®n: "Cuando est¨¢bamos juntos nunca dec¨ªa lo que Iba a hacer. Cog¨ªa el cami¨®n cargado y lo mismo se iba a Le¨®n que a Palencia". Su madre, viuda, mantiene un cierto distanciamiento. "?l ya es mayor y sabr¨¢ lo que hace", a?ade.
Mercedes y lechazo
Jes¨²s ahora viaja en Mercedes. No ha abandonado el cami¨®n para transportar estufas, pero por el pueblo, ufano, mueve un Mercedes 300 de color aceituna. Lo usa, sobre todo, para aparcarlo cerca del taller, no lejos de Casa Isidoro, horno de asar, donde satisface otra de sus necesidades: comer lechazo. En v¨ªsperas de Navidad se gast¨® m¨¢s de 100.000 pesetas para celebrar su cumplea?os: cena a base de cuartos de lechazo asado para ¨¦l y sus amigos, amenizada por un conjunto.
Su asesor se ha convertido en habitual acompa?ante. El director de la sucursal del BBV donde Jes¨²s deposit¨® el boleto premiado, Miguel ?ngel Mart¨ªn Barba, organiz¨® una campa?a de despiste. Cuando a primeros de diciembre el delegado en Valladolid de la ONLAE le entreg¨® el premio Mart¨ªn Barba declar¨® que los ganadores eran "una pe?a de amigos, m¨¢s de tres y menos de diez". A Mart¨ªn Barba le encanta fanfarronear del "importante dispositivo" montado para captar el dinero. La gente comenta que El Cortinas llev¨® el boleto al BBV porque es la oficina que m¨¢s cerca le pilla de su casa o porque le dio por ah¨ª. Otros bancos s¨ª organizaron dispositivos especiales. Algunos directores ofrecieron un coche a Quinti, due?o del bar Las Catalinas, donde Jes¨²s sell¨® su boleto, para que les diera indicios.
Preceptor para todo
Tambi¨¦n a Mart¨ªn Barba le gusta dar consejos gastron¨®micos. En su papel de pigmali¨®n -personaje de cuya necesidad nadie duda. "Lo primero que necesita es un preceptor; si alguien no le ense?a tendr¨ªa que ir a todas partes con una cartera transparente, para que se le viera el dinero. Si no, nadie pensar¨ªa que es millonario", ironiza un vecino con mala leche- no deja de demostrar su paladar para apreciar los m¨¢s finos vinos, sobre todo el Pesquera.
A esas cualidades de relaciones p¨²blicas, asesor financiero, instructor gastron¨®mico y preceptor, a?ade el hombre del BBV una buena capacidad de guardaespaldas -amenaz¨® con partirle la cara al fot¨®grafo de este peri¨®dico- y de jefe local de orden p¨²blico: "No os olvid¨¦is de retirarle el carrete", dijo a dos guardias civiles a quienes El Cortinas hab¨ªa pedido que le acompa?aran el pasado martes para intentar que no le hicieran fotos.
La casa grande
Todo aquel que es rico en ¨ªscar demuestra su poder con una buena casa -pr¨¢cticamente mansiones con piscina y pista de tenis- y con un coche grande -Mercedes y BMW, en su mayor¨ªa- Jes¨²s quiere unirse a ese club exclusivo. Ya tiene el coche y su siguiente movimiento, seg¨²n declar¨® en una entrevista publicada en la revista local Alborada, ser¨¢ construirse una buena residencia. Mientras comienzan las obras, El Cortinas podr¨¢ cumplir un antiguo anhelo: viajar a Australia. Y como tel¨®n de fondo, su proyecto industrial.M¨¢s reacio se ha mostrado en apoyar una petici¨®n de dinero para la construcci¨®n de una residencia de ancianos: "Lo de la residencia es una buena idea, que tengo presente, pero, por ejemplo, una f¨¢brica que emplease a bastante gente tampoco estar¨ªa mal, afirm¨® a Alborada.
Si se quiere casar tendr¨¢ que tener cuidado con las buscadotes. A¨²n se recuerda en ¨ªscar el caso de un solter¨®n empedernido al que le tocaron varios millones en la loter¨ªa hace seis a?os, cuando el gordo de Navidad cay¨® en ¨ªscar y su comarca. Poco despu¨¦s lleg¨® al pueblo con una mujer y organiz¨® una boda por todo lo alto, en la que no falt¨® un desfile con la Banda Municipal de Coca. A los pocos meses, la reci¨¦n casada, que hab¨ªa conseguido que el marido pusiera a su nombre el dinero de la loter¨ªa, desapareci¨®. Sin dinero y sin mujer se qued¨® el infortunado.
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