La hip¨®tesis nuclear
Reflexiona el autor del art¨ªculo sobre la hipot¨¦tica capacidad nuclear de Irak y la real de Israel, discrepando de quienes afirman que la amenaza de una posible utilizaci¨®n por parte de Tel ?viv bastar¨ªa para frenar la agresividad de Bagdad.
Durante las recientes sesiones del Senado de Estados Unidos sobre la crisis iraqu¨ª se formularon preguntas relacionadas con la hip¨®tesis de que nuestro pa¨ªs deb¨ªa ir a la guerra para desmantelar el potencial de capacidad nuclear de Sadam Husein.En particular, mi amigo y asociado Zbigniew Brzezinski, anterior consejero nacional de Seguridad, se?al¨® que cuando Estados Unidos estuvo m¨¢s directamente amenazado con armas nucleares sovi¨¦ticas o chinas, mucho m¨¢s potentes y peligrosas, se abstuvo de embarcarse en una guerra preventiva.
"Adem¨¢s", dijo Brzezinski, "Israel tiene ya armas nucleares y puede, por consiguiente, disuadir a Irak, mientras que Estados Unidos tiene, desde luego, la posibilidad tanto de disuadir a Irak como de destruirlo".
Dado que la disuasi¨®n ha funcionado en el pasado, afirm¨®, ¨¦l no pod¨ªa ver por qu¨¦ miles de estadounidenses deb¨ªan morir ahora para asegurar que Irak no consiga una capacidad nuclear en alg¨²n momento del futuro.
Yo estoy absolutamente de acuerdo con Brzezinski en que la posibilidad de que Irak consiga en alg¨²n momento una capacidad nuclear no constituye una raz¨®n suficiente para que el presidente Bush inicie ahora el uso de toda clase de medios militares contra Sadam Husein.
Sin embargo, suscitar la cuesti¨®n de si la capacidad nuclear de Israel puede disuadir a Irak de sus intenciones agresivas es algo in¨²til. Sugerir un papel disuasorio tal para Israel es hacerle el juego a Sadam Husein; es ¨¦l quien est¨¢ intentando desviar la atenci¨®n de su ocupaci¨®n de Kuwait hacia el conflicto ¨¢rabe-Israel¨ª.
A la luz de esta sugerencia, creo que es ¨²til examinar el papel disuasorio de las armas nucleares de Estados Unidos durante la guerra fr¨ªa.
Hace m¨¢s de cuarenta a?os, el entonces secretario de Estado Dean Acheson y algunos de nosotros nos dimos cuenta pronto de que el papel de las armas nucleares era primariamente el de disuadir de su utilizaci¨®n a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, no el de compensar la debilidad en otros aspectos de Estados Unidos y las potencias aliadas. Pero tanto la Uni¨®n Sovi¨¦tica como Estados Unidos han cre¨ªdo durante mucho tiempo que la proliferaci¨®n de armas nucleares en otras naciones tiende a disminuir la seguridad internacional y la estabilidad.
Los brit¨¢nicos, los franceses, los chinos y ahora los israel¨ªes, los surafricanos, los indios y algunos otros han cre¨ªdo que se producir¨ªa un aumento de su prestigio en virtud de ser una potencia nuclear. No obstante, cualquier esperanza que pudieran haber tenido de que existir¨ªa un incremento utilizable para su poder militar estrat¨¦gico era ilusoria; Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica poseen todav¨ªa juntos m¨¢s del 95% de las armas nucleares del mundo. Incluso bajo los acuerdos m¨¢s ambiciosos sobre el control de armas estrat¨¦gicas ahora en fase de negociaci¨®n, ese porcentaje no se ver¨ªa reducido por debajo del 90%.
La idea de que Irak pueda llegar a tener en los pr¨®ximos 50 a?os tina capacidad nuclear estrat¨¦gicamente significativa no es cre¨ªble. Sin embargo, yo pienso que las sanciones contra Irak no deben levantarse hasta que la ONU tenga la seguridad de que se han desmantelado las instalaciones iraqu¨ªes para la producci¨®n de armas de destrucci¨®n en masa y se hayan establecido procedimientos para una inspecci¨®n continuada por parte de dicha organizaci¨®n.Capacidad nuclear
Las actuales resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU no exigen esa actuaci¨®n por parte de Irak, pero dudo que los principales miembros de ese consejo tuvieran razones para oponerse a una provisi¨®n de esta clase si y cuando Irak demostrara que desea llegar a un acuerdo final.
El problema m¨¢s dificil es el de la capacidad nuclear de Israel. Yo, personalmente, no conozco ni siquiera en forma aproximada cu¨¢l es esa capacidad.
Cuando yo era subsecretario de Defensa inform¨¦ a los israel¨ªes de que Estados Unidos no les facilitar¨ªa la ¨²ltima versi¨®n de nuestro cazabombardero F-4 hasta que ellos nos permitieran la inspecci¨®n de sus instalaciones nucleares de Demona. La m¨¢s alta autoridad pol¨ªtica de Estados Unidos no estuvo de acuerdo y se me dijo que no continuara con esa insistencia.
En esa ¨¦poca, yo consideraba peligroso e inaceptable para la potencia principal de una alianza permitir que uno de los miembros menores de ella se encontrase en una posici¨®n que pudiera comprometer a la alianza como un todo en una guerra que ¨¦sta no deseara. Sigo creyendo que ese principio general es correcto.
Pero de la cuesti¨®n de la capacidad nuclear de Israel no puede ni debe hablarse hasta despu¨¦s de que Sadam Husein haya accedido a cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Incluso entonces, resolver el problema de la capacidad nuclear de Israel requerir¨¢ paciencia y una acci¨®n rec¨ªproca por parte de las naciones y facciones ¨¢rabes, y no s¨®lo concesiones por parte de Israel.
Impl¨ªcita en la cuesti¨®n est¨¢ la idea de que a Estados Unidos podr¨ªa parecerle bien la perspectiva de que las armas nucleares de Israel sirvieran de disuasi¨®n al Irak posterior a la crisis para que no siguiera desempe?ando un papel expansionista en Oriente Pr¨®ximo. ?C¨®mo se esperar¨ªa que hiciera esto Israel? ?Mediante el uso real de las armas nucleares contra Irak?
No puedo imaginar una forma m¨¢s segura de garantizar una reacci¨®n mundial contra Israel. Si esto no es lo que se quiere, ?se espera que Israel disuada a Irak simplemente con la existencia de su reserva nuclear o se espera que amenace a Irak con la destrucci¨®n nuclear si deja de acceder a sus demandas? En cualquier caso, las posibilidades de que Sadam Husein accediera se acercan a cero.
es experto estadounidense en defensa y seguridad nacional.
Traducci¨®n: M. C. Ruiz de Elvira.
1990, New Perspectives Quarterly. Distribuido por Los Angeles Times Syndicate.
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