Chillida conquista Berl¨ªn
La ciudad alemana acoge la m¨¢s completa exposici¨®n del escultor realizada hasta ahora
En la Martin Gropilus Bau, de Berl¨ªn, se inaugur¨® ayer una exposici¨®n antol¨®gica del escultor Eduardo Chillida que, en opini¨®n del propio artista, es tal vez la m¨¢s importante que de su obra se ha realizado hasta ahora. La exposici¨®n, organizada por el Neuen Berliner Kunstvereins y patrocinada por el Banco Bilbao Vizcaya, pone en evidencia la enorme popularidad y el gran prestigio del escultor vasco en Alemania. El n¨²mero de obras, sus dimensiones y el espl¨¦ndido espacio que acoge la muestra hacen que la de Chillida pueda ser considerada ya una de las grandes exposiciones mundiales de este a?o.
La exposici¨®n del escultor vasco, que permanecer¨¢ abierta hasta el 21 del pr¨®ximo mes de febrero y que sustituye en la Martin Gropius Bau a la gran exposici¨®n sobre el canciller prusiano Otto von Bismarck, recoge un total de 202 de sus obras, en una selecci¨®n que permite recorrer el camino seguido por uno de los m¨¢s destacados representantes del arte espa?ol de este Final de siglo. Grandes y peque?as esculturas de hierro se combinan con dibujos, esbozos y otras piezas en materiales que, a diferencia del hierro, son poco habituales en ¨¦l.La muestra incluye desde una de sus primeras piezas -la primera, seg¨²n su mujer-, un peque?o desnudo femenino de 1948, titulado Forma, que se present¨® en el Sal¨®n de Mayo de Par¨ªs de aquel a?o, pasando por Ikaraundi de 1960 -propiedad de la hija de Marc Chagall y una de las piezas clave de Chillida, ya que en ella se empieza a ver con claridad por primera vez su peculiar mundo de formas de hierro- hasta las grandes piezas caracter¨ªsticas de su ¨²ltima ¨¦poca, como Tolerancia, de 1985, o las impresionantes Mesas de Omar Khayam II y IV.
Guggenhenheim
El propio Chillida admite que ¨¦sta podr¨ªa ser una de las m¨¢s importantes exposiciones que ha hecho, si no la m¨¢s importante. "Tan s¨®lo se podr¨ªa comparar", apunta, "con la del Museo Guggenheim de Nueva York de 1980, pero all¨ª el espacio impon¨ªa unas limitaciones, tanto de tama?o de la obra como de n¨²mero, que aqu¨ª no se dan". De hecho, en Berl¨ªn se exponen casi el triple de obras que las que se expusieron en Manhattan.En los ¨²ltimos tiempos, adem¨¢s, la relaci¨®n del escultor con la vieja capital prusiana se ha visto incrementada por el hecho de que hace unos meses le fuera entregado un trozo del desaparecido muro de Berl¨ªn para que, al igual que otros artistas, confeccionara con ¨¦l una obra destinada a ser subastada para una organizaci¨®n ben¨¦fica.
Chillida explicaba ayer que se decidi¨® por hacer un puente con la pieza de cemento que durante 28 a?os separ¨® a los habitantes de la misma ciudad. Ayer esta idea parec¨ªa haber sido recogida ya por los directores del Neuer Berliner Kunstverein, quienes suger¨ªan proponer a la ciudad de Berl¨ªn que encargue al artista vasco una gran escultura que refleje sus ideas sobre este tema.
El artista, que ayer cumpli¨® 66 a?os, tiene una explicaci¨®n para su popularidad en Alemania, y piensa que la luz podr¨ªa tener algo que ver. "S¨ª, es cierto que tal vez los alemanes tengan una determinada manera de entender el mundo que, salvadas las distancias, se parece a la m¨ªa", explica. "La luz, una luz muy lejana a la del Mediterr¨¢neo, la luz del norte, del Atl¨¢ntico. Amo a Grecia, pero no me identifico con ella. Sin embargo, s¨ª me identifico con la luz de Alemania. En pintura, por ejemplo, me encuentro mucho m¨¢s cercano a la sensibilidad de un Durero, por ejemplo, que a la de un Watteau, por m¨¢s maravilloso que encuentre a este ¨²ltimo".
El escultor reconoce que la cultura alemana ha hecho mella en ¨¦l. "Hace mucho tiempo, en los primeros a?os cincuenta, cay¨® en mis manos un libro de poes¨ªa de Novalis que me abri¨® las puertas de esta cultura. Luego segu¨ª con H?lderlin, Goethe y muchos otros, y creo que me ha influido bastante".
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