El ba¨²l de Joyce
Es dif¨ªcil creer que al propio Joyce se le escapara la oportunidad del juego, y que fuese, sin mas, su testaferro, Paul Leon, quien conjurase el capricho. En todo caso, hoy, a los 50 a?os de su muerte, se proceder¨¢ en la Biblioteca Nacional de Dubl¨ªn a la solemne apertura del ba¨²l que guarda todav¨ªa sus ¨²ltimos y secretos manuscritos. Pendiente de tal fecha, la numerosa feligres¨ªa de la devota comunidad joyciana contiene el aliento a sabiendas de que la revelaci¨®n puede determinar otra fecha inici¨¢tica entre las que reverencian ya su talento: como el 2 de febrero de los cumplea?os, en que el supersticioso escritor gustaba publicar sus libros, o como el 16 de junio, aniversario de la primera cita con Nora, en que principia el periplo de Ulises, la gran aventura literaria.El 13 de enero de 1941, James Joyce, que ha huido del invasor alem¨¢n que se apodera de Par¨ªs, perece en Z¨²rich. En la capital francesa, su amigo, el abogado ruso Paul Leon, consigue, sin embargo, hacerse con documentos personales que, a trav¨¦s del embajador irland¨¦s, Count O'Kelly, llegan a Dubl¨ªn en un ba¨²l que debe permanecer cerrado hasta medio siglo despu¨¦s de la desaparici¨®n del creador. Paul Leon rinde pronto a la muerte su condici¨®n de jud¨ªo en un campo de concentraci¨®n, y, falto de referencias testimoniales, el legado cobra valor de tesoro.
En estos d¨ªas, Dubl¨ªn concita de nuevo la atenci¨®n religiosa de esa comunidad literaria que ha hecho de Joyce su profeta. Apenas un par de semanas que ostenta la titularidad como ciudad cultural de Europa y ya este golpe de efecto que se magnificar¨¢ en octubre, cuando, luego de microfilmado, los estudiosos Podr¨¢n realmente disponer del material sobre el que apenas se ?atreven a especular ahora. David Norris, un senador dublin¨¦s respetado tanto por su valiente defensa de los derechos de los, homosexuales como por su conocimiento de Joyce, ha advertido contra el mal del optimismo: "Bien pudiera haber s¨®lo tres postales o las cartas que aclaren determinados aspectos de su complicada vida familiar, como los documentos que iluminen nada menos que el proceso de creaci¨®n del Finnegans Wake".
Javier Figuero es escritor.
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