Penosa ineficacia

El pasado 3 de diciembre falleci¨® mi padre repentinamente tras un episodio de dolor precordial. Tras la autopsia nos comunicaron que el permiso de incineraci¨®n no se extender¨ªa hasta el 7 de diciembre. A pesar de ello, nos empenamos en dicha incomprensible actitud sin saber que al parecer incinerar un cad¨¢ver no debe ser una cosa normal. El 7 de diciembre, a las 10.30, me informan en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 18 que no se autoriza la cremaci¨®n. Una vez convencida de que para algunos jueces una incineraci¨®n debe ser un procedimiento ex¨®tico digno de mentes insanas, decid¨ª proceder a un enterramiento normal y se me remiti¨® a los Servicios Funerarios. All¨ª, a las tres de la tarde, una empleada que se debi¨® de compadecer de una persona que llevaba ya cuatro d¨ªas para enterrar a su padre llam¨® a los juzgados, constatando que el n¨²mero 18 estaba ya cerrado y que obviamente se les hab¨ªa olvidado mandar la autorizaci¨®n de entierro por fax. Por suerte, el juez de guardia del 7 de diciembre debi¨® de pensar que no es lo normal que un cad¨¢ver est¨¦ cuatro o cinco d¨ªas esperando y en 10 minutos se me extendi¨® la correspondiente autorizaci¨®n. El cad¨¢ver de mi padre fue enterrado cinco d¨ªas despu¨¦s del fallecimiento.Si el permiso de incineraci¨®n depende del humor del juez correspondiente, ?por qu¨¦ no se advierte a los familiares para que desistan de tan vano empe?o? ?Por qu¨¦ no se puede incinerar un cad¨¢ver fallecido de una causa natural (infarto de miocardio)? ?C¨®mo se puede olvidar el personal de un juzgado de enviar un fax autorizando un entierro como si los cad¨¢veres se pudieran tener en las c¨¢maras indefinidamente esperando que el funcionario correspondiente env¨ªe los papeles?

Desgraciadamente, estas preguntas no tienen respuesta en un pa¨ªs en el que la Administraci¨®n brilla por su ineficacia. No me queda sino agradecer al personal del Tanatorio de Madrid su actitud y ayuda.-