John Cage, el control del azar
El compositor, padre del 'happening', expone en Barcelona obra musical y pl¨¢stica
A sus 78 a?os, John Cage, padre del happening, del piano preparado y del water gong o gong de agua, sigue trabajando con la misma pasi¨®n que hace 30 a?os. El Espai Poblenou de Barcelona acoge desde hoy, y hasta finales de abril, dos singulares exposiciones suyas: una, de obra pl¨¢stica sobre papel, basada en un jard¨ªn de 15 piedras de Kioto que dej¨® vivamente impresionado al creador; la otra, un montaje musical que utiliza 36 magnet¨®fonos de bolsillo autorreversibles, 18 amplificadores, 24 focos, 6 sillas y 36 altavoces por los que la voz del compositor, como una interminable letan¨ªa, recita (canta) un enigm¨¢tico texto extra¨ªdo de Del deber de la desobediencia civil, ensayo del pensador libertarlo Henry David Thoreau. El azar, minuciosamente controlado y respetado, preside cada uno de los montajes.
Cage esta sentado en la sala inferior del Espai Poblennou. Tiene ante s¨ª un folio lleno de cifras y letras, dispuestas en columnas. Con la parsimonia propia de un maestro del budismo zen -sistema de vida que adopt¨® en 1945, luego de haber asistido a las clases de Suzuki en la Universidad de Columbia-, recorta unos papelitos amarillos en los que luego escribe con mano temblorosa y posteriormente deposita en una caja de cart¨®n, unos, y en una bolsa de pl¨¢stico, otros.Ilusionado como si fuera la primera vez en su vida que experimenta con el azar, realiza la primera extracci¨®n. Se levanta, apunta uno de los cuadros, resigue a pasos contados la pared e indica el lugar exacto en que deber¨¢ ser colgado. "Este m¨¦todo me lo ense?¨® Marcel Duchamp, que trabaj¨® con ¨¦l en 1912 para su obra Erratum Musicale. ?l utilizaba un sombrero", dice con una media sonrisa. "En Nueva York utilizo el ordenador para operaciones bastante m¨¢s complicadas que ¨¦sta, pero no lo he tra¨ªdo".
La operaci¨®n se alarga durante toda la tarde. Cage ha viajado esa misma ma?ana de EE UU a Espa?a y pese a la edad avanzada y a la dura artritis que doblega su fr¨¢gil cuerpo no da la m¨¢s m¨ªnima muestra de cansancio.
Proceso
Tan importante como los materiales utilizados en las obras es este mismo proceso, t¨ªpicamente cageano. Al compositor le emocionan las coincidencias que se producen aleatoriamente: por ejemplo, que cuatro cuadros de gran tama?o aparezcan distribuidos de dos en dos, en partes opuestas de la sala; que una secuencia de tres cuadros mantenga un espont¨¢neo equilibrio con tres salidas de aire situadas en la parte inferior de una de las paredes; o que otros dos cuadros, m¨¢s peque?os, hayan ido a parar junto a la puertecilla que esconde los mandos de iluminaci¨®n del espacio: "Es como una obra de Duchamp", repite una y otra vez, con inefable sorpresa.No menos minuciosa resulta la determinaci¨®n de la altura de las obras. ?Con qu¨¦ objetivo? "Tiene que haber alturas diferentes para que cada pieza consiga tener su propia altura. En conjunto intento hacer una canci¨®n que pueda ser escuchada c¨®modamente por el visitante".
Los cuadros de mayores dimensiones, realizados el pasado a?o, son el resultado de dejar ahumar el papel por encima de una llama producida por combusti¨®n de panojas de ma¨ªz. Cage realiz¨® este experirnento con estudiantes de la Universidad Polit¨¦cnica de Virginia. "Mi primera idea fue trabajar con l¨ªquidos, pero no obtuve resultados satisfactorios. De ah¨ª pase al fuego...". Los cuatros elementos simples est¨¢n presentes desde tiempo atr¨¢s en su obra. En 1985 realiz¨® una serie de 12 collages titulada: Mesostics: Earth, Air, Fire and Water (Mes¨®sticos: Tierra, Aire, Fuego y Agua).
En la sala superior se encuentra la instalaci¨®n Essay, f¨®rmula abreviada de Writings trough the Essay: On de Duty of Civil Dessobedience, basado en el texto de Henry David Thoreau. Este montaje se present¨® por primera vez en la Documenta de Kassel de 1987. Se basa en un texto, elaborado por el propio Cage, constituido por una serie de 18 mes¨®sticos (acr¨®sticos) a partir del escrito de Thoreau. La palabra resultante del acr¨®stico es Messe des pauvres (Misa de los pobres), homenaje a Erik Satle ("Monseiur le pauvre le llamaban sus amigos en Par¨ªs), quien, junto con Webern, configura la gran referencia musical para John Cage. En un recital en Nueva York el artista norteamericano se atrevi¨® por primera vez a interpretar Vexations seg¨²n la estricta indicaci¨®n del compositor franc¨¦s: repetir la pieza 840 veces. "Existe una estrecha correspondencia entre Satie y Thoreau. Este ¨²ltimo dec¨ªa que lo mejor que puede hacer un hombre para su cultura cuando es rico es intentar poner en pr¨¢ctica los proyectos que acariciaba cuando era pobre".
"Satie es el primer autor que se liber¨® de Beethoven, consigui¨® separar la dimensi¨®n temporal de la estructura arm¨®nica". Cage ha sido fiel a este dictado a lo largo de todo su proceso creativo. Disc¨ªpulo de Sch?nberg en Californ¨ªa a partir de 1934, posteriormente entr¨® en conflicto con su maestro (quien no le consideraba "un compositor, sino un inventor y genial") precisamente por la necesidad de devolver a la m¨²sica una dimensi¨®n temporal diluida en el tejido arm¨®nico.
Essay trabaja sobre este aspecto, creando un ambiente sonoro en el que el espectador se ve inmerso. Un programa de ordenador permitir¨¢ que en los cuatro meses que va a durar el montaje las combinaciones sonoras y de iluminaci¨®n no se repitan jam¨¢s. Cage ha dispuesto en ese espacio vac¨ªo seis sillas, que cada d¨ªa deber¨¢n estar situadas en puntos diferentes, establecidos con la m¨¢xima precisi¨®n: ha dejado indicaciones para que cada d¨ªa un miembro de la organizaci¨®n provisto de una br¨²jula disponga los asientos a partir de un esquema cerrado. Es previsible la respuesta de Cage cuando se le pregunta qu¨¦ pasa si alguien mueve las sillas de sitio, puesto que no figura ning¨²n aviso para evitarlo: "Es el azar. Siempre hay que pasar cuentas con el azar".
Babelia
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