Mic¨®logo profesional

La actividad creativa de John Cage desde finales de los a?os treinta ha sido infatigable y ha abarcado infinidad de aspectos: desde m¨²sica instrumental hasta balle,ts y ¨®peras, pasando por la creaci¨®n pl¨¢stica, los happenings o la publicaci¨®n de numerosos ensayos. Su colaboraci¨®n con el bailar¨ªn Merce Cunningham prosigue inalterada desde 1953, a?o en que Cage asumi¨® la direcci¨®n musical de la compa?¨ªa. De la obra Essay que se exhibe en el Espal Poblenou existe tambi¨¦n una versi¨®n para ballet.Amigo de artistas como Jasper Johns, Rauschenberg o Marcel Duchamp, con quienes colabor¨® en muchas ocasiones, Cage est¨¢ considerado como el primer creador de un happening: en 1952, en el Black Mountain College, ide¨® un espect¨¢culo de 45 minutos en el que diferentes acciones inconexas se produc¨ªan en el mismo momento: poes¨ªa, danza, lectura de textos... la f¨®rmula conocer¨ªa amplia fortuna en la d¨¦cada siguiente.

En ese mismo a?o Cage cre¨® una de sus obras m¨¢s emblem¨¢ticas: 4'33". En ella, un pianista se sienta ante un piano cerrado durante el tiempo marcado en el t¨ªtulo y no produce absolutamente ning¨²n sonido. La obra integra las reacciones del propio p¨²blico -murmullos, toses, silbidos- y a la vez constituye una reflexi¨®n sobre la imposibilidad del silencio absoluto.

Menos conocida es la gran afici¨®n de Cage por las setas. En 1958 acudi¨® a Mil¨¢n, para trabajar con Luciano Berio y Bruno Maderna, con quienes colaboraba tambi¨¦n Umberto Eco. Impulsado por Eco se present¨® a un popular concurso-quiz televisivo con el tema de las setas. Permaneci¨® en el programa durante el neo semanas, pulveriz¨® todos los r¨¦cords y gan¨® una sustanciosa suma de dinero. Cuatro a?os in¨¢s tarde, en Nueva York, fund¨® la Sociedad Micol¨®gica.