La CNN fue la ¨²nica pantalla abierta con Bagdad hasta las cinco de la tarde

"La guerra ha comenzado en Bagdad". La frase, del reportero John Holliman, de la Cable News Network (CNN), inform¨® al mundo de que el conflicto del golfo P¨¦rsico hab¨ªa estallado. A partir d¨¦ ese momento, la CNN convirti¨® el planeta en una aldea. Por primera vez en la historia, el inicio de una guerra fue retransmitido en directo, segundo a segundo, como si se tratara de un partido de f¨²tbol o un concierto, y las im¨¢genes y las informaciones del conflicto llegaron hasta millones de hogares a trav¨¦s de la retransmisi¨®n de Holliman y otros dos reporteros, Bernard Shaw y Peter Arnett.

La CNN, una emisora con sede en Atlanta (Georgia), cuya ¨²nica misi¨®n es retransmitir noticias 24 horas al d¨ªa sin interrupci¨®n, demostr¨® ayer el poder de la informaci¨®n y consagr¨® el medio televisivo como el canal de comunicaci¨®n m¨¢s efectivo.Los tres reporteros de la CNN estaban ayer a punto de salir de Bagdad cuando estall¨® el conflicto. Pretend¨ªan entrevistar a Sadam Husein, pero no consiguieron el permiso necesario, por lo que estaban pr¨¢cticamente preparando las maletas. La CNN ha desplazado a Irak unas 300 personas para cubrir el conflicto y un considerable despliegue t¨¦cnico para ello, al igual que otras cadenas, como ABC y CBS.

Durante las primeras horas del conflicto, jefes de Estado, presidentes de Gobierno, diplom¨¢ticos, periodistas y gentes de todo el mundo siguieron el resultado de los primeros ataques contra Irak a trav¨¦s de esta emisora. El resto de las cadenas de televisi¨®n optaron abiertamente por conectar con la CNN.

Esta emisora fue realmente la primera en lanzar la noticia de la guerra. Con un operativo t¨¦cnico incre¨ªble y un equipo de 300 personas en la zona, quiz¨¢ no se pod¨ªa esperar menos, pero lo cierto es que sus reporteros no fallaron y aprovecharon la oportunidad.

"La guerra ha comenzado en Bagdad" fue la primera frase de una larga cr¨®nica radiof¨®nica de Holliman, que se halla en la capital iraqu¨ª desde hace un mes, haciendo caso omiso a las recomendaciones del Departamento de Estado de que abandonara Irak. "Me quer¨ªa ir hoy, con el resto de mis compa?eros", dijo ayer, "pero la guerra nos ha atrapado aqu¨ª". En el momento del primer ataque norteamericano sobre Bagdad el corresponsal declar¨®: "Hay una tremenda luz en el cielo y las balas han comenzado a volar".

Junto al reportero se, halla ban otros dos protagonistas de la noche. Bernard Shaw, la estrella de la CNN, y Peter Arnett, un corresponsal de guerra australiano curtido en Vietnam y en las zonas calientes de Oriente Pr¨®ximo.Emisora global

La Cable News Network, que el pasado a?o cumpli¨® su d¨¦cimo aniversario, ha utilizado este conflicto para consagrarse como la primera emisora global de este planeta.

Las im¨¢genes que aparecen en la CNN son lanzadas al mundo desde Atlanta, donde se reciben simult¨¢neamente se?ales de sat¨¦lite procedentes de Londres, Par¨ªs, Amm¨¢n, Bagdad, Riad, Dahran, Jerusal¨¦n, Estambul, Washington, Nueva York o cualquier otro punto del planeta donde se produzca una informaci¨®n de inter¨¦s.

La noticia del estallido de la guerra lleg¨® a los receptores de medio mundo 30 minutos antes de que la Casa Blanca lo anunciara a trav¨¦s del portavoz oficial, Marlin Fitzwater. El presidente Bush reconoci¨® ayer que sigui¨® por televisi¨®n el inicio de las hostilidades. Lo mismo confes¨® Richard Cheney, el secretario de Defensa, quien dijo: "La mejor informaci¨®n de lo que se respira en Bagdad la he visto a trav¨¦s de la CNN".

El inicio de las hostilidades tambi¨¦n fue seguido en directo por las otras tres grandes cadenas norteamericanas, CBS, ABC y NBC. Pese a la mayor calidad de las im¨¢genes e informaciones de estas emisoras, la CNN, con su relato segundo a segundo, dej¨® sin p¨²blico a Dan Rather (CBS), Peter Jennings (ABC) y Tom Brokaw (NBC), las tres grandes estrellas de los noticiarios.

Desde el pasado 2 de agosto, la CNN no ha regateado medios ni esfuerzos para alcanzar una cobertura total del conflicto. En un momento como el vivido ayer, las improvisadas informaciones de los hombres y mujeres de la CNN superaban sus propios errores. Shaw, por ejemplo, no ocult¨® que estaba pasando una cr¨®nica "desde debajo de una mesa" y que estaba hambriento. "Hace 24 horas que no como nada", dijo en directo, mientras se pod¨ªa o¨ªr c¨®mo uno de sus c¨¢maras le preguntaba si quer¨ªa "un bocadillo de ensalada con at¨²n".

Sus ¨²ltimas palabras se oyeron a las cinco de la tarde, como las de John Holliman: "La censura militar nos impide continuar emitiendo". A partir de entonces, la CNN, en Bagdad, se qued¨® muda, y el resto de las televisiones, tambi¨¦n.