El centenario de Gramsci reaviva la conciencia de la cultura italiana

Hace un siglo, tal d¨ªa como hoy, naci¨® en Cagliari, en la isla de Cerde?a, Antonio Gramsci, el cuarto de siete hijos, uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano (PCI), del que fue tambi¨¦n secretario en 1924. Italia ha preparado una serie de manifestaciones para recordar el centenario de su nacimiento, en unos momentos de profunda revisi¨®n de la izquierda. Cuando todos los viejos ¨ªdolos marxistas se est¨¢n derrumbando, a Gramsci se le sigue considerando el m¨¢s grande pensador de la izquierda y hasta el pionero de la actual revisi¨®n del socialismo real.

Gramsci ha sido visto casi como un hijo de Benedetto Croce, que supo anteponer su concepto democr¨¢tico de hegemon¨ªa, como llegada al poder a trav¨¦s de la persuasi¨®n, a la dictadura del socialismo real, con el cual hab¨ªa polemizado ya inmediatamente, despu¨¦s del 1917 en su obra La revuelta contra el capital, y que despu¨¦s continu¨® en Cuadernos desde la c¨¢rcel. Precisamente en estos d¨ªas se ha recordado c¨®mo el car¨¢cter dif¨ªcil pero dulce y tierno al mismo tiempo de Gramsci, su fragilidad f¨ªsica, su profunda interioridad, y sobre todo su enorme rigor moral, hab¨ªan cautivado el esp¨ªritu leal y franco de Sandro Pertini, quien comparti¨® con ¨¦l la c¨¢rcel fascista sien do Gramsci comunista y Pertini socialista. Pertini, cuando supo que a Gramsci le ten¨ªan en una celda sin una mesa y sin un trozo de papel donde escribir, dio la gran batalla por ¨¦l organizando un gran alboroto en la c¨¢rcel. Y consigui¨® que Gramsci tuviera lo necesario para poder escribir. As¨ª nacieron los famosos Cuadernos desde la c¨¢rcel.Mientras Palmiro Togliatti, por ejemplo, sigue siendo un punto de fricci¨®n muy fuerte entre comunistas y socialistas, Gramsci, al rev¨¦s, forma parte del patrimonio com¨²n. Por eso en estas celebraciones del centenario de su nacimiento se est¨¢ viendo a comunistas y socialistas juntos para recordar su pensamiento y para poner de relieve c¨®mo Gramsci sigue siendo un punto de referencia "para toda la izquierda".

El primer acto importante de la conmemoraci¨®n del centenario de Gramsci ha sido un congreso en Cagliari, ciudad natal del famoso pol¨ªtico. En dicho congreso, a cuya inauguraci¨®n asisti¨® el alcalde socialista de Cagliari, Roberto del Cortivo, el secretario comunista Achille Occhetto subray¨® el "rigor intelectual" de Gramsci y el "habitus antidogm¨¢tico" de dicho pensador, punto de referencia de toda la cultura italiana y de los que han sabido hacer una cr¨ªtica sana al marxismo ortodoxo.

Identidad

Occhetto subray¨® que gracias a Gramsci, el Partido Comunista Italiano ha mantenido siempre una "identidad y originalidad" propias que le han permitido no fosilizarse, sino m¨¢s bien liberarse del peso de los errores del socialismo real estalinista.De ah¨ª que Gramsci sea visto hoy quiz¨¢ como el posible punto de encuentro de una reunificaci¨®n de toda la izquierda. Y de ah¨ª tambi¨¦n que Eugenio Garin, uno de los mayores Fil¨®sofos italianos vivos y no marxista, pero profundo conocedor y admirador de Gramsci, cuando en estos d¨ªas se le ha preguntado de cu¨¢l de los dos grupos que hoy se disputan la herencia del viejo partido comunista de Togliatti podr¨ªa considerarse Grarmsci, ha respondido: "De ambos. Porque Gramsci es tantas cosas juntas... A ninguno le es l¨ªcito acapararlo como suyo. Es tan vivo que si se intenta esquematizar su pensamiento se le destruye. Yo lo dejar¨ªa en herencia a ambas corrientes del PCI, haciendo votos para que no se rompan".

Al congreso de Cagliari, de donde han arrancado las celebraciones que tendr¨¢n lugar en toda Italia, y que despu¨¦s recorrer¨¢ la isla, han acudido los mayores pensadores gramscianos del mundo.

Gramsci es de los pocos pensadores de izquierdas que junto con el fil¨®sofo Norberto Bobbio, a¨²n vivo, constituye una especie de "conciencia pol¨ªtico-moral" de toda la naci¨®n, respetado por todas las ideolog¨ªas porque todos reconocen en ¨¦l a un intelectual genuino, no dogm¨¢tico, que supo ser cr¨ªtico cuando ello le pod¨ªa costar la vida, y que sus mayores reflexiones sobre la pol¨ªtica y sobre la vida las escribi¨® en sus 12 duros a?os de c¨¢rcel fascista, de donde sali¨® s¨®lo para morir de un mal irreparable.

Gramsci gusta porque ha sido visto como el "intelectual de la soledad", un marxista at¨ªpico que, como escrib¨ªa desde la c¨¢rcel, odiaba aquella vida "en com¨²n" que lo "destrozaba". Era un hipersensible, un sardo t¨ªmido, reservado, con una extraordinaria lucidez intelectual que le impidi¨® siempre caer en la trampa del totalitarismo ideol¨®gico y pol¨ªtico. Por ello muri¨® solo, como solo en el fondo hab¨ªa vivido. Y hoy, parad¨®jicamente, cuando se derrumba todo lo que huele a marxismo, Gramsci, el marxista por excelencia, se ve reconocido como el profeta de la nueva Izquierda reformista que est¨¢ naciendo de las cenizas del partido por ¨¦l fundado y que con su fuerza intelectual y su rigor ¨¦tico ayud¨® a que no se corrompiera, como hoy lo est¨¢ ayudando para que renazca nuevo, sin rupturas her¨¦ticas que le quitar¨ªan fuerza y libertad.