Pol¨¦mica en Austria al conocerse una castraci¨®n por motivos psiqui¨¢tricos
Una discusi¨®n ¨¦tica en la que se acusa a m¨¦dicos y jueces se ha iniciado en Austria despu¨¦s de que la opini¨®n p¨²blica conociera que Gerhard B., un autista de 31 a?os, fuera castrado quir¨²rgicamente en el a?o 1987 en un hospital de la ciudad de Salzburgo por decisi¨®n del juzgado local.
Gerhard B., con diagn¨®stico de "autista y oligofr¨¦nico", ten¨ªa entonces 28 a?os y viv¨ªa con sus padres que rechazaban todo tipo de terapias para el afectado o familiares, y vieron como "¨²nica salida" la castraci¨®n de su hijo -petici¨®n que hicieron al juzgado-, a pesar de que ¨¦l jam¨¢s hab¨ªa cometido un delito sexual. Los progenitores lo propusieron, m¨¦dicos especialistas argumentaron en su favor, el juzgado lo aprob¨® y el hospital lo ejecut¨®.Tres a?os despu¨¦s apareci¨® publicado un informe en la edici¨®n de marzo de 1990 del Diario M¨¦dico, ¨®rgano central de los m¨¦dicos austriacos, escrito por el psiquiatra y profesor Werner Laublicher, que como experto en el caso, junto al suizo Frederick Cormu, recomendaron la castraci¨®n de Gerhard B.
El art¨ªculo titulado Castraci¨®n como terapia psiqui¨¢trica, informa que se trata del "primer caso de castraci¨®n indicada por motivos psiqui¨¢tricos". La ¨²ltima vez que se utiliz¨® este m¨¦todo fue bajo el r¨¦gimen nacionalsocialista en Austria (1938-1945), en que por lo menos 2.800 personas s¨®lo en Austria fueron castradas quir¨²rgicamente 11 para prevenir delitos". Werner Laublicher argumenta su decisi¨®n, porque "el tratamiento qu¨ªmico con hormonas provoca da?os mayores que los resultantes de una castraci¨®n". Con ello el psiquiatra logr¨®, por primera vez despu¨¦s del III Reich, sentar un precedente legal que permite la castraci¨®n en este pa¨ªs, en el que por la Constituci¨®n est¨¢ permitida s¨®lo en casos extremos como c¨¢ncer de genitales, pero no en otros casos.
Un funcionario de la organizaci¨®n Ayuda a la Vida (para minusv¨¢lidos), de Salzburgo, Critic¨® el vac¨ªo legal que ha permitido esta decisi¨®n del Juzgado y present¨® una querella en la fiscal¨ªa para determinar la identidad de los responsables en la castraci¨®n de Gerhard B.
Laublicher justifica la decisi¨®n describiendo el comportamiento del paciente. "Comenz¨® a jugar con sus genitales a los 10 a?os, llegando a erecciones ( ... ). Se acostaba boca abajo en la cama revolc¨¢ndose y si en estas circunstancias era interrumpido por sus padres se pon¨ªa agresivo golpe¨¢ndose la cabeza contra las paredes de la habitaci¨®n". En el informe se asegura que "incluso con altas dosis de neur¨®l¨¦ptica no se evitaban esos estados de excitaci¨®n". La madre de Gerhard B. lo medicaba por cuenta propia con 60 compromidos diarios. Laublicher reconoce ahora que el ¨¦xito de la castraci¨®n fue s¨®lo "parcial".
Lo positivo, asegura el psiquiatra, es que "ya no sufre migra?as y necesita menor cantidad de medicamentos". Gerhard B. ahora "no presiona a su entorno con su comportamiento agresivo". Seg¨²n el presidente del juzgado de Salzburgo, Paul Viets, "la castraci¨®n era la ¨²nica forma de salvarle la vida".
Gerhard B., que vive con sus padres y va a un taller ocupacional donde pinta y dibuja, sufre de fuertes depresiones, una de las consecuencias m¨¢s conocidas de la castraci¨®n.
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