George Bush: "La victoria ser¨¢ nuestra"
El presidente George Bush se visti¨® ayer con el lenguaje de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas norteamericanas y asegur¨® categ¨®ricamente al pueblo de Estados Unidos, en su rendici¨®n anual de cuentas al pa¨ªs, que la victoria en la guerra del Golfo ser¨ªa suya y que la acci¨®n emprendida por la comunidad internacional contra el l¨ªder iraqu¨ª, Sadam Husein, enviar¨ªa "un mensaje permanente a cualquier dictador o d¨¦spota presente o futuro que pretendiera realizar una nueva agresi¨®n". En su segundo discurso sobre el estado de la Uni¨®n, en el que los presidentes cumplen con el mandato constitucional de explicar su gesti¨®n a la naci¨®n en una alocuci¨®n ante una sesi¨®n conjunta de las dos c¨¢maras del Congreso, Bush subray¨® que el actual conflicto no estaba dirigido contra Irak como pa¨ªs, sino contra su actual presidente.
"No queremos la destrucci¨®n de Irak ni de su cultura ni de su pueblo. Queremos un Irak que utilice sus grandes recursos no para destruir, no para servir la ambici¨®n de un tirano, sino para construir una vida mejor para sus ciudadanos y sus vecinos", declar¨® el presidente.Bush, impecablemente vestido de azul marino con corbata a rayas rojas y granates, estuvo a la altura de las circunstancias, y, a pesar de que su oratoria no es precisamente ciceroniana, pronunci¨® su discurso con voz firme y convincente, muchas veces emocionada. Sus palabras fueron interrumpidas en 52 ocasiones por un auditorio compuesto principalmente por diputados y senadores de las dos c¨¢maras, donde la oposici¨®n dem¨®crata tiene mayor¨ªa.
El auditorio demostr¨® con su actitud que, cuando este pa¨ªs est¨¢ en guerra, las diferencias pol¨ªticas se desvanecen y republicanos y dem¨®cratas olvidan su afiliaci¨®n pol¨ªtica para convertirse simplemente en americans. El 41? presidente de EE UU se convirti¨®, tras Woodrow Wilson en la Primera Guerra Mundial, Franklin D. Roosevelt en la Segunda, Harry Truman en Corea y Lyndon B. Johnson en Vietnam, en el quinto primer mandatario que se dirige al Congreso y al pa¨ªs despu¨¦s de haber declarado la guerra.
Art¨ªculo de fe
Y lo hizo expresando su total convicci¨®n en la vigencia del destino manifiesto de este pa¨ªs, algo que puede chocar en otras latitudes, pero que para el norteamericano medio, desde el inquilino de la Casa Blanca hasta el empleado de la gasolinera, constituye art¨ªculo de fe.
"Durante dos siglos, Estados Unidos ha constituido para el mundo un. ejemplo inspirador de libertad y de democracia. (...) Hoy, en un mundo r¨¢pidamente cambiante, el liderazgo norteamericano es indispensable, un liderazgo que sabemos nos obliga a soportar cargas y nos requiere sacrificios", dijo.
Ante una naci¨®n angustiada por la guerra, Bush asegur¨® que "los planes [b¨¦licos] siguen el rumbo trazado" y que "el potencial de Irak para soportar el conflicto est¨¢ siendo destruido". Despu¨¦s de reiterar que el objetivo prioritario de la campa?a era "la salida de Irak de Kuwait, el restablecimiento de su leg¨ªtimo Gobierno y el mantenimiento de la estabilidad y la seguridad en esta cr¨ªtica regi¨®n", Bush manifest¨® que lo que se persegu¨ªa era "un golfo P¨¦rsico donde el conflicto no fuera la norma y donde los fuertes no sintieran la tentaci¨®n ni pudieran intimidar a los d¨¦biles".
La ovaci¨®n de gala de las c¨¢maras, que dur¨® m¨¢s de dos minutos, se produjo cuando Bush mencion¨® a las tropas norteamericanas enviadas a la regi¨®n. "No hay nadie m¨¢s dedicado, m¨¢s comprometido con la dura lucha de la libertad que cada uno de nuestros soldados, marineros, infantes de marina, miembros del servicio de guardacostas, hombres y mujeres destacados al golfo P¨¦rsico"., declar¨® Bush ante las c¨¢maras puestas en pie.
La intervenci¨®n de Bush no mencion¨® ni siquiera de pasada un comunicado hecho p¨²blico en Washington dos horas antes de su discurso, en el que Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica declararon, al t¨¦rmino de una visita de tres d¨ªas a Washington del ministro de Asuntos Exteriores sovi¨¦tico, Alexandr Bessmertnik, que las hostilidades podr¨ªan cesar "si Sadam Husein se compromet¨ªa a retirar sus tropas de Kuwait".
El propio Sadam reiter¨®, un d¨ªa antes del comunicado sovi¨¦tico-norteamericano, en unas declaraciones al enviado especial de la CNN en Bagdad, Peter Arnett, que no ten¨ªa la m¨¢s m¨ªnima intenci¨®n de abandonar Kuwait, considerado por Bagdad como la 19? provincia iraqu¨ª.
Una frase de Bush expres¨® claramente la determinaci¨®n del presidente norteamericano a continuar la guerra hasta conseguir la derrota total iraqu¨ª. "El coste en vidas humanas es algo que no podemos medir con nuestras fuerzas. Pero el coste de cerrar los ojos ante la agresi¨®n es algo que la humanidad no puede ni imaginar".
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