El triunfo de la indiscreci¨®n

C¨¢maras que siguen a los polic¨ªas en sus salidas a la calle, objetivos que acompa?an a los enfermos que acaban de conocer un c¨¢ncer o programas que recrean la historia de amor de una feliz pareja se han convertido en el nuevo ¨¦xito de la televisi¨®n norteamericana. La reality-TV, o televisi¨®n realista, es la nueva moda en un panorama en el que la informaci¨®n de la CNN bate sus r¨¦cords de audiencia mientras las series de Ficci¨®n m¨¢s recientes no han conseguido captar el inter¨¦s de los espectadores.

Los primeros puestos de los ¨ªndices de audiencia siguen copados por series tan veteranas como Cheers, El show de Bill Cosby o Se ha escrito un crimen. Incluso Los Simpson, una serie reciente que ha alcanzado el ¨¦xito, tiene ya dos temporadas, y el que parec¨ªa un enorme triunfo del rupturismo, Twin Peaks, languidece en los ¨²ltimos puestos de las listas de programas ganadores.Los directivos de los canales norteamericanos, pendientes como nadie de los ¨ªndices de audiencia, han buscado una alternativa diferente a las series de ficci¨®n. La televisi¨®n realista se ha impuesto esta temporada con ejemplos verdaderamente sorprendentes coincidiendo con el inter¨¦s creciente por la informaci¨®n.

En Haywire, operadores de c¨¢mara se acercan a la gente para hacer preguntas indiscretas bajo la promesa de mantener el anonimato y la compensaci¨®n de unos cuantos d¨®lares: "?Ha tenido alguna vez un l¨ªo amoroso?", "?Podernos ver si est¨¢ la tapa de su retrete subida o bajada?", son algunas de las cuestiones que contestan los voluntarios. Si el veterano Objetivo indiscreto espiaba las reacciones de la gente ante situaciones imprevistas, la curiosidad de los telespectadores va cada vez m¨¢s all¨¢.

Pesquisas policiales

El ansia de saber c¨®mo trabajan los polic¨ªas, de una forma veraz y no ¨¦pica, fue anticipa da hace una d¨¦cada por Bochco y sus polic¨ªas de la calle Hill. La realidad imita a veces a la ficci¨®n, y Cops (Polis) es un programa que persigue, c¨¢mara en mano, a los polic¨ªas de diferentes ciudades de EE UU en sus detenciones, pesquisas, en la soluci¨®n de problemas urbanos y en sus conversaciones de los ratos libres. Una mujer que abandona el hogar con su peque?o hijo tras las amenazas de su marido es recogida por la misma patrulla que inspecciona un coche sospechoso y socorre a un polic¨ªa asaltado en las calles de Las Vegas. La c¨¢mara es testigo de todo, y con ella, millones de espectadores.Los bomberos tambi¨¦n son acompa?ados por la televisi¨®n en sus salidas a la calle. El drama escrito por un equipo de guionistas ha sido sustituido por la versi¨®n de la vida misma que ofrece la nueva tendencia de la televisi¨®n norteamericana. La c¨¢mara oscila y la iluminaci¨®n no tiene la calidad de otros espacios, efecto t¨ªpico de las noticias de los informativos que ya imitaba hace a?os la serie de Bochco para dar m¨¢s verismo a la acci¨®n.

Life stories (Historias de la vida) acompa?a a m¨¦dicos y pacientes en el descubrimiento de la enfermedad y la forma de vivirla de la familia afectada. En la misma l¨ªnea, existen programas que siguen la labor de los equipos de emergencias que equivalen a la Cruz Roja. Los mismos v¨ªdeos caseros, reci¨¦n llegados a Espa?a, cuyas versiones proliferan en las pantallas de EE UU, no hacen sino recoger situaciones reales, en este caso cotidianas y miradas con la ¨®ptica del humor.

Tal es el ¨¦xito de las series realistas que ya han surgido series de ficci¨®n que las imitan. Tal es el caso de DEA, un espacio que simula la peligrosa vida de los agentes antidroga de EE UU y sus escasas compensaciones econ¨®micas. Las declaraciones de los agentes se acompa?an de casos en que se dramatizan sus investigaciones. La serie aprovecha el ¨¦xito de Los m¨¢s buscados de Am¨¦rica, un programa en el que, mediante la colaboraci¨®n de los espectadores, se trataba de localizar a personas desaparecidas y que logr¨® cierto ¨¦xito en sus dos objetivos: encontrarlas y captar audiencia.

Final feliz

La Warner Brothers se halla inmersa ahora en la promoci¨®n de un nuevo espacio para cuyo estreno faltan a¨²n meses. Historias de amor lo explica todo con su t¨ªtulo. Con el ¨¢nimo de contrarrestar el dramatismo de la mayor parte de los programas realistas, Historias de amor recrea la trayectoria de parejas que narran su "¨²nica relaci¨®n". La publicidad del programa hace hincapi¨¦ en que se refleja el nuevo esp¨ªritu norteamericano, el regreso a los viejos valores de la ternura y la educaci¨®n, y promete algo muy importante para los publicitarios y los directivos de los canales: siempre habr¨¢ un final feliz.La televisi¨®n realidad responde a los tiempos de crisis. Las grandes cadenas pierden parte de su cuota de la audiencia en favor del cable. La producci¨®n de series de prime-time (horario de m¨¢xima audiencia) es cada vez m¨¢s cara porque los telespectadores son m¨¢s exigentes. Ante el poco tir¨®n de las nuevas teleseries, las cadenas han optado por potenciar los talkshows, espacios de palabra, y sobre todo la televisi¨®n realidad, una f¨®rmula m¨¢s barata que atrae poderosamente al espectador. Esta nueva moda norteamericana llega precisamente en el momento en que los informativos han tirado de los r¨¦cords de audiencia hacia arriba, imponiendo el atractivo de la realidad pasada por el filtro de la televisi¨®n.