Los logros del capitalismo
El viernes 28 de diciembre de 1990, y en n¨²mero extraordinario correspondiente a los 5.000 ejemplares publicados por el diario EL PA?S, tuve la ocasi¨®n de leer el art¨ªculo de Juan Luis Cebri¨¢n publicado en la p¨¢gina 3, que inicia con una cita de Ortega y Gasset en la que dice: "Todo, lo importante y lo banal, anda confundido, y las cabezas padecen grave desorden. Para conseguirlo es preciso que la prensa haga un en¨¦rgico esfuerzo, poniendo orden en la informaci¨®n...".A continuaci¨®n toma estas palabras como resumen del esfuerzo y la ilusi¨®n de cuantos contribuyeron a fundar EL PA?S.
Cita luego que su art¨ªculo trata de resistirse a la nostalgia y prefiere husmear en el futuro de los grandes cambios que acechan a la humanidad.
Entre estos grandes cambios (situaci¨®n pol¨ªtica interna, definici¨®n de Europa y el nuevo sistema de relaciones internacionales), dedica especial atenci¨®n a las lecciones que pueden derivarse de los sucesos del Este y dice textualmente:
"Quiz¨¢ la m¨¢s extraordinaria de todas sea el descubrimiento, por parte de quienes cre¨ªmos, al menos te¨®ricamente, en la revoluci¨®n, de que el sistema capitalista ha generado m¨¢s riqueza y la ha distribuido mejor que el socialismo real, Por supuesto que el capitalismo que conocemos tiene poco o nada que ver con el denunciado por Marx, en el que ni?os de 10 a?os y mujeres encinta eran utilizados como fuerza laboral a cambio de salarios de estricta supervivencia... " (el subrayado es m¨ªo).
La frase, en el momento de su lectura, me caus¨® tal indignaci¨®n que me anim¨® a escribirle esta carta y hacer referencia a lo que usted posiblemente, con m¨¢s datos que yo, conoce de la situaci¨®n en la que viven, si es que as¨ª puede llamarse, los ni?os de esa edad en pa¨ªses como Colombia, El Salvador, etc¨¦tera, llegando a no poder ser siquiera fuerza laboral, y s¨ª carne de prostituci¨®n.
Como siempre, la pereza y el cl¨¢sico ?qu¨¦ m¨¢s da, para lo que va a servir!, e incluso para que no sea publicada, me situaba en la alternativa de tomar o no la decisi¨®n de contestarle, pero la publicaci¨®n en EL PA?S de fecha 6 de enero de 1991 del art¨ªculo La escuela del sudor, firmado por Federico Abascal y en el que, por los datos recogidos, no veo que las condiciones en Portugal (pa¨ªs de la Comunidad, y, por tanto, de nuestro entorno, como acostumbra a decir nuestro presidente) se alejen mucho de las enunciadas por Marx, me decidi¨® a escribir,
Bien es verdad que incluso nos consta a ambos que no es necesario salir de nuestro pa¨ªs para encontrar madres de nueve hijos que con ellos tengan que practicar cualquier tipo de econom¨ªa sumergida para poder sobrevivir.
Por tanto, se?or Cebri¨¢n, no tratemos de enga?ar a la gente desde la autoridad de su pluma, y como algunos seguimos sabiendo a ciencia cierta lo que queremos, sigamos luchando por ello, ya que, evidentemente, el sistema capitalista no lo ha resuelto ni lo resolver¨¢.-
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