Israel no se f¨ªa de nadie
Shamir teme que una conferencia internacional siente a su pa¨ªs en el banquillo
ENVIADO ESPECIAL El Gobierno israel¨ª de Isaac Shamir ha rechazado formalmente su participaci¨®n en cualquier conferencia internacional, cuando finalice la guerra, que se plantee como base de soluci¨®n de los problemas de Oriente Pr¨®ximo. La paz, han dicho sus dirIgentes, s¨®lo llegar¨¢ a trav¨¦s de negociaciones bilaterales entre Israel y sus vecinos. Fuentes diplom¨¢ticas indican, entretanto, que las referencias a una conferencia de seguridad en el Mediterr¨¢neo, hechas en d¨ªas pasados por algunos ministros de Asuntos Exteriores europeos, entre ellos el espa?ol, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, est¨¢n sacadas de contexto.
El rechazo del Gobierno israel¨ª a la soluci¨®n internacional para los problemas de la regi¨®n fue expuesto categ¨®ricamente por el primer ministro, Isaac Shamir, en su discurso ante el Kneset (Parlamento) del pasado lunes. "Hoy deber¨ªa estar claro para cualquiera que la idea de una conferencia internacional, que Sadam Husein y Yasir Arafat apoyan fervientemente, no es el medio para avanzar hacia una soluci¨®n, sino para imponer la voluntad del agresor", dijo Shamir. Y acto seguido advirti¨®: "Israel no participar¨¢ en ninguna conferencia de ese tipo, y esas gentes de paz que se preocupan de nuestros mejores intereses har¨ªan algo bueno si retiraran tal idea de su agenda".David Levy, ministro de AsUntos Exteriores y viceprimer ministro, hab¨ªa expuesto, incluso con m¨¢s detalle, la misma idea en una intervenci¨®n previa a la de Shamir que se produjo ante una delegaci¨®n jud?a de Francia el pasado 31 de enero.
"Comunicamos hoy a nuestros. amigos que es necesario estar preparados para despu¨¦s de la guerra. Europa y Estados Unidos consideran que la negociaci¨®n entre pa¨ªses es el procedimiento m¨¢s adecuado en la resoluci¨®n d¨¦ conflictos", dijo Levy. "Con ese esp¨ªritu", a?adi¨®, "pedimos negociar directamente, entre pa¨ªses soberanos, con todos nuestros vecinos, sin condiciones previas y sin foro o coMisi¨®n internacionales que se conviertan en un tribunal que juzgue a Israel".
El planteamiento del actual Gobierno israel¨ª queda, pues, claramente expuesto: lo primero es la negociaci¨®n bilateral, y nada puede sustituir a ese paso. Dada la constituci¨®n de la coalici¨®n internacional que combate a Sadam Husein, y teniendo en cuenta que ya hay una paz con Egipto, el primer objetivo declarado del Gobierno israel¨ª para la posguerra es la paz con Siria.
El Gobierno es consciente de que ese objetivo exige revisar la decisi¨®n de 1981 por la que Israel se anexion¨® formalmente los Altos del Gol¨¢n.
Cierre de la crisis
La paz de Israel con Irak es un asunto del futuro que s¨®lo podr¨¢ ser precisado tras el cierre de la crisis. Con Jordania, la paz es un hecho, sobre todo desde que, en junio de 1988, el rey Hussein renunci¨® a cualquier proyecto de restablecer la soberan¨ªa hachemita sobre Cisjordania.
La preocupaci¨®n de Israel con este vecino se centra en lo que el Gobierno denomina "la estabilidad del reino" y depender¨¢ del desarrollo del conflicto.
Por lo que se refiere al problema palestino, el Gabinete de Shamir vuelve a sacar del caj¨®n el plan de 1989 para la concesi¨®n de una autonom¨ªa limitada a los territorios ocupados, sin participaci¨®n de la OLP y con un periodo de transici¨®n de cinco a?os.
Las autoridades de Israel saben, sin embargo, y as¨ª lo han declarado sus portavoces, que "el Oriente Pr¨®ximo de la posguerra nunca volver¨¢ a ser el de antes". Es previsible que, tras la eventual victoria aliada, Estados Unidos mantenga tropas en la zona para garantizar la seguridad de Estados como Kuwait y Arabia Saud¨ª, que son el tal¨®n de Aquiles de este conflicto.
Esa presencia activa norteamericana consolidar¨¢ el ascendiente directo, militar y pol¨ªtico, de Washington sobre una regi¨®n en la que Israel hab¨ªa tenido hasta el momento una mano fundamentalmente libre.
Esto explica la crisis de confianza larvada que el Gobierno israel¨ª vive estos d¨ªas con respecto a EE UU y su reacci¨®n crispada ante el ¨²ltimo comunicado conjunto sovi¨¦tico -norteamericano. "Estamos convencidos de que Estados Unidos sigue oponi¨¦ndose firmemente al linkage, a todo v¨ªnculo entre la guerra del Golfo y el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª", dijo David Levy el 31 de enero.
Y a?adi¨® en el mismo discurso: "Estamos seguros de que Estados Unidos sabr¨¢ ejercer su influencia sobre los pa¨ªses ¨¢rabes con el prop¨®sito de lograr una negociaci¨®n directa con nosotros que ponga 5n a la guerra y consiga un acuerdo final".
Desconfianza hist¨®rica
La desconfianza israel¨ª hacia Europa, con la excepci¨®n del Reino Unido, es hist¨®rica y se acentu¨® desde que la cumbre de Venecia de la Comunidad Europea reconoci¨® oficialmente a la OLP como representante exclusiva del pueblo palestino, en 1981.
Fuentes diplom¨¢ticas israel¨ªes han comentado que las recientes alusiones de ministros europeos de Exteriores, y entre ellos del espa?ol, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, a la aceptaci¨®n por Israel de una conferencia de cooperaci¨®n y seguridad en el Mediterr¨¢neo est¨¢n totalmente fuera de contexto.
David Levy, el ministro de Exteriores, escribi¨® efectivamente una carta con fecha del pasado 10 de enero a la troika comunitaria, y, en concreto, a su hom¨®logo italiano, Gianni de Michelis, en la que hacia el final alud¨ªa a "los par¨¢metros" de la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa como un posible modelo.
No obstante, David Levy a?ad¨ªa de inmediato que la creaci¨®n de un marco de confianza le resulta impensable mientras los Estados ¨¢rabes se mantengan en guerra con Israel, lo que remite al mismo argumento reiterativo: el Gobierno de Israel no admitir¨¢ m¨¢s que negociaciones bilaterales de paz y s¨®lo alcanzado ese objetivo estar¨¢ abierto a foros internacionales que consoliden el proceso.
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