Los getafenses dejan pasar la oportunidad de recurrir las multas impuestas por los polic¨ªas en huelga 'a la japonesa'
Las multas de tr¨¢fico impuestas en Getafe aumentaron de forma inveros¨ªmil tras iniciar el fin de semana pasado la Polic¨ªa Municipal una huelga a la japonesa. Ante el incremento de un 500% de las sanciones, Pedro Castro, alcalde de Getafe, decidi¨® confinar a los agentes el talonario de sanciones. Durante un d¨ªa, los conductores de Getafe disfrutaron de un perd¨®n singular que no aprovecharon por desconfianza.
Getafe es una ciudad ideal para exasperarse por no encontrar aparcamiento. La falta de estacionamientos provoca que los veh¨ªculos est¨¦n situados en aceras, esquinas y lugares insospechados. La polic¨ªa local siempre hab¨ªa sido tolerante, hasta que hace ocho d¨ªas inici¨® una huelga a la japonesa, que consiste en cumplir estrictamente el reglamento, lo que provoc¨® un aumento espectacular de las sanciones. Se llegaron a contar hasta 350 multas diarias, cuando la media es de 70."La polic¨ªa local nos estaba sacando de quicio, porque, adem¨¢s de poner muchas multas, ped¨ªan documentaci¨®n. a los coches, cuando nunca lo hac¨ªan", seg¨²n afirma Jes¨²s Garc¨ªa, transportista. Para Daniel, empleado de una pasteler¨ªa, los agentes reten¨ªan aposta los coches y dificultaban el tr¨¢fico. Ante esta situaci¨®n, el alcalde decidi¨® restringir el uso del talonario de multas a los agentes. Asimismo, la polic¨ªa, en alg¨²n caso, dejaba una nota en los coches donde se indicaba a los conductores que el veh¨ªculo estaba infringiendo las normas de circulaci¨®n y que deber¨ªa estar m¨¢s atento en otras ocasiones.
"Esto es una broma", exclama Eugenio Fern¨¢ndez, que no se cree que se avise, pero no se multe. "Aqu¨ª, el problema gordo es no poder aparcar. Solucionado esto habr¨ªa las sanciones habituales, aunque est¨¢ bien que por un tiempo nos protejan de las multas a quienes nunca estamos en condiciones de defendernos", dice.
En uno de los puntos m¨¢s c¨¦ntricos de la ciudad, en la plaza de Palacios, los taxistas afirman que no se f¨ªan de la ausencia de multas. "Si de verdad supiese que seguro no me iban a poner ninguna, me vengar¨ªa de unos cuantos que me han machacado; seguro que iba a cometer alg¨²n despiste a prop¨®sito en las narices de alguno", seg¨²n cuenta, entre risas, uno de ellos.
Nicanor Brice?o, presidente de la asociaci¨®n de vecinos de Perales, no conoce exactamente lo que estaba ocurriendo, aunque dice que no estar¨ªa mal que exculparan a los coches por un d¨ªa. Otros vecinos no dudan en festejar la decisi¨®n del alcalde de restringir el uso del talonario de multas, como es el caso de Juan, agente comercial, que sostiene que por detenerse un minuto le han multado con 4.000 pesetas.
Exigencia justa
En cambio, el conductor de un autob¨²s urbano ofrece una reflexi¨®n distinta. "S¨¦ que la polic¨ªa tiene problemas, porque son de los peores pagados de la zona. Si exigen algo justo que se firm¨® hace tiempo, el alcalde, en vez de quitar la imposici¨®n de multas, lo que tiene que hacer es negociar".
Algunos otros vecinos manifiestan que el alcalde, con esta iniciativa, ha conseguido un gran apoyo popular entre la poblaci¨®n, que est¨¢ un poco cansada del problema principal que les afecta al no conseguir un lugar donde estacionar su veh¨ªculo.
Mientras tanto, el Ayuntamiento ha decidido templar la c¨®lera de los sancionados anim¨¢ndoles a presentar pliegos de descargo y asegurando que estudiar¨¢ una a una las multas para ver si son justificadas. Por el momento, los pocos vecinos que han acudido a reclamar han decidido esperar un tiempo prudencial para ver si les indultan.
De momento, el conflicto laboral mantiene muy distanciados al alcalde y a los polic¨ªas locales, que persiguen el pago del exceso de jornada. En medio de un cruce de comunicados y acusaciones est¨¢n los vecinos, que vivieron con asombro el aumento de las multas y ahora contemplan at¨®nitos c¨®mo se les perdonan por gracia del alcalde.
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