Empleo parado
A FINALES de 1990 hab¨ªa en Espa?a 2,4 millones de parados, el 16,11 % de la poblaci¨®n activa. Aunque sigue siendo la tasa de desempleo m¨¢s alta de Europa occidental, :supone una importante mejora respecto a las cifras -y a las expectativas- de cinco a?os atr¨¢s, cuando el paro afectaba al 21,5% de la poblaci¨®n activa. Para mantener una tasa de paro no superior al 20%, se calculaba entonces que ser¨ªa preciso aumentar en 1,1 millones el n¨²mero de personas ocupadas. Se ha aumentado en 1,8 millones, lo que ha supuesto reducir en algo m¨¢s de medio mill¨®n el n¨²mero de desempleados. As¨ª, entre 1986 y 1990 la tasa de incremento anual del empleo alcanz¨® el 4%, lo que supuso a su vez la mejor relaci¨®n entre crecimiento econ¨®mico y del empleo de la CE. Cualquier consideraci¨®n ulterior debe partir del reconocimiento de que el periodo expansivo 1986-1990 ha sido razonablemente aprovechado para contener el problema que se consideraba hace cinco a?os como el m¨¢s grave de los que afectaban a Espa?a.Esa mejora en la cantidad se ha producido en buena medida, sin embargo, a costa de la calidad. Todav¨ªa en 1987, el porcentaje de eventuales respecto al total de trabajadores con empleo era del 15%. Hoy supera el 30%. Un informe realizado por un grupo de expertos hace tres a?os (por encargo del Banco de Espa?a) constataba que la regulaci¨®n legal, m¨¢s estricta que en otros pa¨ªses, hab¨ªa encarecido el despido pero no impedido la ca¨ªda del empleo, por lo que propugnaba medidas que aumentaran "la flexibilidad de la regulaci¨®n laboral". Si ello se hac¨ªa de manera concertada, tal flexibilidad acabar¨ªa redundando tambi¨¦n en un ?aumento del empleo fijo.
Esto ¨²ltimo pareci¨® verificarse hacia mediados de 1989, cuando las encuestas constataron un importante aumento de las contrataciones indefinidas por consolidaci¨®n de empleos inicialmente temporales. Sin embargo, esa expectativa no se ha confirmado, y la relaci¨®n entre contrataciones eventuales y fijas se ha ido ampliando, especialmente en los dos ¨²ltimos a?os. Un nuevo informe sobre el mercado laboral realizado por varios expertos, a instancias esta vez del Ministerio de Trabajo, ha puesto de manifiesto "disfuncionalidades jur¨ªdicas y econ¨®micas" en la aplicaci¨®n de la actual normativa sobre contrataci¨®n, que contempla hasta 14 modalidades diferentes.
Sus conclusiones vienen a reconocer la existencia de abusos por parte de los empleadores, lo que se refleja en la existencia de m¨¢s de 170.000 trabajadores que siguen con contrato temporal superado el plazo m¨¢ximo legal de tres a?os. Varias de las 19 recomendaciones del informe se orientan a evitar esos fraudes, y destacan entre ellas algunas plenamente coincidentes con los planteamientos de los sindicatos, como la reducci¨®n de tres a dos a?os del periodo m¨¢ximo de vigencia de los contratos temporales o la de prohibir su pr¨®rroga. Por ello es doblemente lamentable que, obedeciendo a un reflejo poco meditado, los portavoces de las centrales (como los de la patronal, de otro lado) se hayan apresurado a criticar un documento que parecen no haber le¨ªdo detenidamente.
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