Funestas consecuencias

La publicaci¨®n por parte de ciertos cargos de la Administraci¨®n, pertenecientes al Ministerio de Cultura, de un manifiesto pidiendo, entre otras cosas, la paralizaci¨®n del apoyo log¨ªstico que aporta Espa?a en la guerra del Golfo ha tra¨ªdo como consecuencia la destituci¨®n del director general de Bellas Artes y del director general del Libro, as¨ª como la dimisi¨®n del director del Museo del Prado, don Alfonso Emilio P¨¦rez S¨¢nchez.La mala interpretaci¨®n que de la libertad de expresi¨®n realizan algunas personas provoca que profesionales cualificad¨ªsimos -de los pocos que quedan al servicio de la Administraci¨®n-, al expresar ideas congruentes, dejen en entredicho a todo un sector pol¨ªtico carente de ellas; la consecuencia m¨¢s palpable es que resulta m¨¢s f¨¢cil destituir que razonar.

El resultado para los amantes del Museo del Prado y de la historia del arte en general ha sido la p¨¦rdida de uno de los mejores directores que ha tenido la pinacoteca en toda su historia.

Creemos firmemente que el sentido de responsabilidad, profesionalidad y dedicaci¨®n demostrado por don Alfonso Emilio P¨¦rez S¨¢nchez durante los ocho a?os que ha permanecido al frente del Museo del Prado demuestra que su cargo es compatible con ideas surgidas del an¨¢lisis de la historia, que viene a demostrar la inutilidad de las guerras en el transcurso de los tiempos.-