Los primeros pasos de una escuela
La fundaci¨®n Isaac Alb¨¦niz inici¨® el jueves en la sala F¨¦nix el "bautismo de m¨²sica" de su recientemente creada Escuela Superior Reina Sof¨ªa. Tres de los cuatro grandes maestros contratados interpretar¨¢n personalmente sus programas: el violonchelista Ivan Monighetti, el violista Daniel Benyamini y el pianista Dimitri Bashkirov. El profesor Zakhar Bron ha preferido presentar algunos de sus disc¨ªpulos.Los diez violinistas escuchados se hermanan en sabidur¨ªa t¨¦cnica y buen estilo, pero algunos destacan por la calidad sonora, la hondura del concepto y la propia personalidad. En este sentido, me atrever¨ªa a pronosticar un futuro espl¨¦ndido a David Garret. Su sonido es muy bello, su expresividad, flexible y comunicativa, como lo demostr¨® en el primer tiempo de la Sonata en sol mayor, de Mozart, y en los Aires bohemios, de Sarasate.
Fundaci¨®n lsaac Alb¨¦niz
Presentaci¨®n de los profesores titulares. Z. Bron y sus disc¨ªpulos.Sala F¨¦nix, Madrid, 28 de febrero.
Otra futura, casi inmediata, estrella del viol¨ªn es Natalla Prischepenko (1974) de timbre c¨¢lido y denso. En su magn¨ªfica colaboraci¨®n con Natalia Steurer (1974) para interpretar la rapsodia Navarra para dos violines con acompa?amiento y en la Sonata en re mayor, de Prokofiev, Prischepenko hizo maravillas. Se?alemos la intervenci¨®n de la formidable pianista Irina Vinogradova, a la que veo capaz de dictar todo un curso de acompa?amiento que podr¨ªa resultar muy interesante. Aun con buen nivel, no alcanza igual categor¨ªa la otra pianista colaboradora, Emma Jochova.
No cabe olvidar El Poema de Chausson que hizo Daniel Pergamentschikov (1975), la Chacona, de Bach, expuesta por Denis Goldfeld (1975), el Brahms de Gut Nikov (1970), el Saint Sa?ns hispanizante de Maria Cagan (1977) o el Wienaiawsky del japon¨¦s Daishin Kashimoto (1981), de tan alto vuelo virtuos¨ªstico como el de David Fr¨¹hwirth (1975).
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