La abogada de 11 afectados por el accidente del Cl¨ªnico de Zaragoza acusa a los t¨¦cnicos

Bego?a Uriarte, procuradora de 11 pacientes afectados por el accidente del hospital Cl¨ªnico de Zaragoza, afirm¨® ayer que Angel Castillo Ram¨ªrez, jefe del servicio de radioterapia del citado centro, responsabiliz¨®, ante el juez Javier Seoane, a los t¨¦cnicos encargados del acelerador de electrones de la muerte de tres de los 27 pacientes tratados con este aparato. El juez tom¨® ayer declaraci¨®n tambi¨¦n a Mariano Claver¨ªa Tena, t¨¦cnico de CGR-General Electric, empresa encargada del mantenimiento del aparato, y a Miguel ?ngel Guti¨¦rrez Ipas, jefe de mantenimiento del hospital Cl¨ªnico.

El acelerador de part¨ªculas estuvo parado entre los d¨ªas 5 y 10 de diciembre pasado para que el t¨¦cnico de CGR-General Electrie reparase una aver¨ªa. Tras esa fecha, empez¨® a funcionar al m¨¢ximo de potencia sin que los seis facultativos y tres f¨ªsicos del servicio se percatasen de ello.?ngel Castillo Ram¨ªrez, que el a?o pasado sufri¨® dos infartos y se encontraba de vacaciones entre los d¨ªas 10 y 20 de diciembre, fecha en que se detect¨® el accidente, manifest¨® ante el juez, seg¨²n asegur¨® Bego?a Uriarte, que lo sucedido desde que se averi¨® la m¨¢quina hasta que se la entregaron a los m¨¦dicos es competencia de los t¨¦cnicos.

Tras el interrogatorio, la procuradora dijo a los periodistas que lo ¨²nico claro que hab¨ªa sacado en la hora y med¨ªa que dur¨® la comparecencia de Castillo consiste en que "es imposible detectar una mala aplicaci¨®n de radioterapia salvo a largo plazo y por las propias lesiones o anomal¨ªas que presenten los enfermos tratados".

Miguel ?ngel Guti¨¦rrez Ipas se limit¨® a decir, a insistenclas de representantes de los medios de comunicaci¨®n: "Es hora de que la justicia tome cartas y que todos la dejemos trabajar". Por otra parte, el n¨²mero de muertos puede elevarse a siete, seg¨²n datos facilitados por Bego?a Uriarte.

Relaci¨®n causa-efecto

El Insalud s¨®lo ha reconocido tres casos en los que exista una relaci¨®n la causa-efecto entre la aver¨ªa del aparato y su fallecimiento. A estos tres hay que sumar dos mujeres de edad avanzada en estado casi terminal fallecidas en enero a las que no se les practic¨® la autopsia.Los dos nuevos casos que la abogada Bego?a Uriarte incluye entre los afectados fueron tratados con fotones y no con electrones, como el resto de afectados.

Los especialistas en radioterapia rechazan por ello que se les pueda incluir entre las v¨ªctimas del accidente, ya que el acelerador lineal actu¨® sin control s¨®lo en el tratamiento con haces de electrones.

Las lesiones que sufrieron los 27 pacientes afectados var¨ªan seg¨²n la zona del cuerpo en el que fueron radiados. Un grupo de ocho pacientes, tratados en el pecho, presentaron en un primer momento lesiones en el pulm¨®n, posteriormente, en la piel y, despu¨¦s, en la m¨¦dula dorsal. Nueve pacientes irradiados en el cuello y la cabeza sufren lesiones visibles en la piel, conocidas como radioderm¨ªtis, que tienen el aspecto externo de una quemadura, pero los especialistas consideran m¨¢s grave el da?o causado en la m¨¦dula cervical. "En algunos casos est¨¢n seccionadas las fibras nerviosas a ese nivel del cuerpo", dice Jordi Craven. Otros seis pacientes presentan lesiones inguinales y, por ¨²ltimo, hay un grupo de cuatro afectados que fueron irradiados en zonas muy peque?as.

"Una aver¨ªa de ese tipo no se puede producir espont¨¢neamente. Es imposible", afirma Jordi Craven Batle, presidente de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa Radioter¨¢pica.

Tejidos sanos

"El acelerador cambi¨® el tipo de energ¨ªa y ¨¦sta penetr¨® en los afectados mucho m¨¢s de los tres o cuatro cent¨ªmetros que es habitual, llegando as¨ª a tejidos sanos que de ninguna manera se quer¨ªan tratar". explica Craven. En su opini¨®n, este accidente no debe cuestionar la eficacia de la radioterapia."Hechos similares pueden ocurrir en otros campos de la medicina y nadie los cuestiona. Cada diab¨¦tico, por ejemplo, tiene un grado de tolerancia a la insulina. El m¨¦dico le prescribe la concentraci¨®n que necesita y el farmace¨²tice dispensa seg¨²n esa receta, pero si el f¨¢rmaco est¨¢ mal etiquetado y la concentraci¨®n es mayor de la indicada el paciente muere", dice Craven.

El presidente de la Siociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa Radioter¨¢pica a?ade: "Pero nadie pone en duda la efectividad de la insulina para tratar a los diab¨¦ticos. En el accidente de Zaragoza sabemos los que pueden morir, pero desconocemos los miles de pacientes que fallecen cada a?o porque no han sido tratados".