Cuesti¨®n de fechas
Hemos rele¨ªdo varias veces el art¨ªculo de H. M. Enzensberger (EL PA?S, 10 de febrero de 1991), cuyos trabajos tantas veces hemos seguido con inter¨¦s en EL PA?S. Eran, sin duda, otros tiempos.Hemos vivido 40 a?os de guerra fr¨ªa, en los que hemos o¨ªdo que el enemigo de Occidente era la URSS. Uno y otro lado manten¨ªan ingentes cantidades de armamento que era necesario para la disuasi¨®n, para que ni uno ni otro intentaran romper el equilibrio existente. Quienes ped¨ªan el desarme y la disoluci¨®n de los bloques militares eran unos insensatos. Hoy d¨ªa se ha evaporado el Pacto de Varsovia. El otro bloque puede imponer, por fin, su forma de vida. Se ha alcanzado el "fin de la historia".
Pues bien, de este importante antecedente se olvida el se?or Enzensberger.
Nosotros no "anhelamos apasionadamente" la vuelta de ning¨²n Hitler, y por eso no podemos admitir ning¨²n l¨ªder planetario, aunque su nombre sea Bush y aunque "millones de personas" le sigan sin importarles la manipulaci¨®n informativa, la ocultaci¨®n de datos y los medios empleados para imponer su pol¨ªtica.
No podemos compartir "el deseo de matar" de quienes han descargado un potencial destructivo sin precedentes en la historia.
S¨ª creemos, en cambio, que "nada podr¨ªa resultarles m¨¢s ajeno a los alemanes de hoy que el reconocerse en las masas ¨¢rabes".
Dudamos que nadie en Occidente pueda identificarse con pueblos que son v¨ªctimas de fronteras coloniales impuestas por los paises civilizados, ya que estos pueblos deber¨ªan seguir callados para no molestar el alto grado de bienestar y las saludables democracias de que disfrutamos.
Tal vez Bush y sus delegados defienden "causas justificables", como hac¨ªa Hitler, y en esto s¨ª vemos "un paralelo evidente".
O¨ªmos por radio que un puente por el que circulaban personas era bombardeado, y no en horas nocturnas, en las que tan bien ven los aliados. Los que murieron tambi¨¦n eran perdedores. Los que no queremos "la aniquilaci¨®n final" de ning¨²n ser hunmano tambi¨¦n lo somos.
Somos, sin duda, ignorantes o ingenuos bienintencionados que hacen el juego al enemigo, pero para nosotros el "odio a los jud¨ªos" no es el veh¨ªculo ideal, como tampoco lo es el odio a los iraqu¨ªes ni el odio a ning¨²n ser humano.
Parece, sin embargo, que el se?or Enzensberger defiende el genocidio "preventivo".
El espectro de Hitler recorre el mundo, pero ?en qu¨¦ lado est¨¢?-
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