Pol¨¦mica en Francia por la aparici¨®n de una nueva marca estatal de cigarrillos orientada a los j¨®venes
La aparici¨®n en Francia de una nueva marca de cigarrillos elaborados por una empresa p¨²blica ha provocado una seria pol¨¦mica en el seno del Gobierno. La campa?a publicitaria de los nuevos cigarrillos se dirige fundamentalmente a los j¨®venes, y se produce apenas un mes despu¨¦s de que el Parlamento franc¨¦s aprobara una ley muy restrictiva contra la publicidad del tabaco y el alcohol.
El 10 de enero de 1991 el Parlamento franc¨¦s aprob¨® una ley que restring¨ªa, extraordinariamente, "la publicidad, directa o indirecta, del tabaco o el alcohol". Es conocida como la ley Evin y, seg¨²n el ministro delegado de Sanidad, Bruno Durieux, "uno de sus objetivos principales es reducir el consumo de tabaco y alcohol entre la juventud".El 18 de febrero de 1991 la empresa p¨²blica SEITA (Societ¨¦ d'Explotation Industrielle des Tabacs et Allumettes) pon¨ªa a la venta unos cigarrillo rubios bajo la marca Chevignon y con un logotipo y dise?o de la cajetilla que remite a cazadoras de piel y mochilas de id¨¦ntica marca y logo. El ministro del Presupuesto, Michel Charasse, m¨¢xima autoridad tambi¨¦n sobre SEITA, confirmaba haber llegado a un acuerdo con la casa Chevignon, por el cual 10 c¨¦ntimos (casi dos pesetas) por cada paquete vendido ser¨ªan para la empresa.
Chevignon es una marca que goza de gran predicamento entre los j¨®venes franceses. Los miembros de las m¨¢s distinguidas tribus urbanas se uniforman con sus cazadoras. Para Bruno Durleux, la iniciativa de la SEITA es ilegal y un atentando contra el esp¨ªritu y la letra de la ley; para Michel Charasse, de lo que se trata no es de aumentar el n¨²mero de fumadores sino de lograr que los existentes consuman productos franceses. La SEITA tradicionalmente deficitaria, presenta balances positivos desde 1986, gracias a una pol¨ªtica de diversificaci¨®n de productos. De hecho, desde 1989, el tabaco y las cerillas s¨®lo significan el 40% del volumen de negocio de la empresa.
El primer ministro, Michel Rocard, ha intervenido en favor de Durieux, mientras los abogados de los ministerios enfrentados preparan sus argumentos. Charasse insiste en que el acuerdo estaba firmado desde 1988 y la marca y el logo de los cigarrillos registrados desde 1989. Adem¨¢s, el. caso de Chevignon es distinto al de otros tabacos que, para escapar a las limitaciones publicitarias que impone la ley, se han amparado en los coches de carreras, pantalones vaqueros u otros soportes para recordar al p¨²blico su existencia. Aqu¨ª el proceso es inverso, pues el tabaco nace despu¨¦s de la marca.
El enfrentamiento entre ministros ha hecho aumentar espectacularmente las ventas. Durieux recuerda ahora que Charasse es tambi¨¦n alcalde de la circunscripci¨®n donde se fabrica el cigarrillo Chevignon; Charasse, por su parte, remarca que los beneficios de la SEITA -unos 7.300 millones de pesetas- se destinan en parte a paliar el d¨¦ficit de la Seguridad Social que, precisamente, gestiona Durieux.
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