Mi ¨²ltima entrevista con Sadam Husein

Yo hab¨ªa estado en Bagdad en dos ocasiones desde octubre para entrevistarme con Sadam, pero esta vez fue mucho m¨¢s dif¨ªcil llegar a la capital iraqu¨ª a causa de los ataques a¨¦reos. El 11 de febrero vol¨¦ hasta Teher¨¢n y luego fuimos por carretera hasta la frontera iraqu¨ª, para seguir a toda velocidad hacia Bagdad.Tan pronto como entramos en los suburbios de la capital, despu¨¦s de m¨¢s de dos horas de carretera, la caravana se disolvi¨®. Los coches en los que ¨ªbamos hab¨ªan sido ensuciados para camuflarlos. No pod¨ªa dejar de pensar que ese camuflaje los hac¨ªa m¨¢s sospechosos.

Mi reuni¨®n con Sadam fue la tarde siguiente, el 12 de febrero. Pens¨¢bamos que pod¨ªa tener lugar en un b¨²nker, quiz¨¢ lejos de Bagdad. Pero todo fue mucho m¨¢s prosaico. Fuimos escoltados hasta una residencia del centro de la ciudad. Un generador el¨¦ctrico fue encendido y de pronto la casa se inund¨® de luz. Entonces apareci¨® Sadam Husein con toda la plana mayor iraqu¨ª.

Despu¨¦s de escuchar todos los reproches contra la pol¨ªtica sovi¨¦tica, que hab¨ªa dado luz verde a "la guerra de la ONU contra Irak", y las declaraciones sobre la "postura inamovible" de Irak, solicit¨¦ una reuni¨®n a solas con Sadam. Entonces le dije: "Los norteamericanos est¨¢n decididos a lanzar una operaci¨®n a gran escala para aplastar a las fuerzas iraqu¨ªes en Kuwait". Le record¨¦ que la pol¨ªtica es el arte de lo posible. Seg¨²n las instrucciones de Gorbachov, le present¨¦ una propuesta: anunciar la retirada de las tropas de Kuwait; Fijar una fecha l¨ªmite lo m¨¢s temprana posible, y que la retirada fuera total y sin condiciones. Hab¨ªamos alcanzado la cuesti¨®n clave.

Cuestiones concretas

Sadam empez¨® a plantear cuestiones concretas, lo que dejaba claro que no rechazaba totalmente las propuestas. ?Pod¨ªamos garantizarle que los soldados iraqu¨ªes que abandonaran Kuwait no ser¨ªan "tiroteados por la espalda"? ?Cesar¨ªan los ataques contra Irak tras la retirada? ?Ser¨ªan levantadas las sanciones de la ONU contra Irak?A las dos de la madrugada del 13 de febrero, Tarek Aziz [ministro de Exteriores iraqu¨ª] llev¨® a la Embajada sovi¨¦tica una declaraci¨®n escrita que afirmaba: "El Ejecutivo iraqu¨ª estudia seriamente las ideas apuntadas por el representante del presidente sovi¨¦tico y dar¨¢ su respuesta en un futuro inmediato". Dos d¨ªas despu¨¦s, el Consejo del Mando de la Revoluci¨®n anunci¨® que estaba dispuesto a cumplir la resoluci¨®n 660 del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero tambi¨¦n incluy¨® una serie de condiciones.

En la reuni¨®n que mantuvo con el presidente Gorbachov, con el ministro de Exteriores, Alexandr Besmertnij, y conmigo, en la ma?ana del 18 de febrero, Aziz afirm¨® que, pese al brutal ataque infligido a Irak, no se rend¨ªan, y que era su decisi¨®n final. "Su postura parece muy inconsistente", afirm¨® Gorbachov. "Por un lado, hay un avance importante desde el momento en que reconoce la resoluci¨®n 660, que exige una retirada incondicional. Por otra parte, su propuesta parece incluir condiciones previas para esa retirada". Gorbachov tambi¨¦n quiso saber por qu¨¦ en la declaraci¨®n de retirada "no se inclu¨ªa la palabra Kuwait".

El presidente ofreci¨® al dirigente iraqu¨ª el siguiente plan: Irak deb¨ªa anunciar la retirada total de Kuwait (no en t¨¦rminos generales). Tambi¨¦n deb¨ªa fijar una fecha l¨ªmite para el final de la retirada, en el m¨¢s breve plazo posible. La retirada deb¨ªa iniciarse inmediatamente despu¨¦s del cese de las acciones armadas y no deb¨ªa haber "condiciones impuestas". Con una sola excepci¨®n: la garant¨ªa de que las tropas que abandonaran Kuwait no ser¨ªan atacadas, "tiroteadas por la espalda". Gorbachov asegur¨®: "El tiempo es fundamental. Si en algo aprecia las vidas de los iraqu¨ªes y el destino de su pa¨ªs, tiene que actuar sin demora".

Aziz parti¨® hacia Bagdad. La tarde del 20 de febrero recibimos un mensaje de nuestra Embajada en Irak: Aziz hab¨ªa pedido un avi¨®n para ir a Mosc¨². Al d¨ªa siguiente, como una indicaci¨®n de que las negociaciones no iban a ser f¨¢ciles, Sadam Husein pronunci¨® un discurso inconsistente y emotivo por la radio, en el que repiti¨® toda la sarta de acusaciones y amenazas.

Aziz regres¨® a Mosc¨² hacia la medianoche y fue directamente al Kremlin. Gorbachov no lleg¨® a abandonar el despacho aquella noche. Desbloquearon algunas cuestiones generales del acuerdo. La m¨¢s importante era que Irak aceptaba la resoluci¨®n 660 y preparaba la salida de todas sus tropas de Kuwait. No obstante, los iraqu¨ªes aseguraban que no pod¨ªan llevar a cabo la retirada en el plazo propuesto. Pero Aziz contest¨® que s¨®lo fueron dos divisiones y que aproximadamente 500.000 hombres hab¨ªan sido concentrados en Kuwait durante los siete meses siguientes. Gorbachov tom¨® una postura firme: "El plazo puede y debe reducirse al m¨ªnirno". El portavoz de prensa presidencial, Vitali Ignatienko, concedi¨® una rueda de prensa a las 3.30 para anunciar los puntos del acuerdo. Dijo que las sesiones continuar¨ªan y que esper¨¢bamos progresos. La esperanza aumentaba.

Gorbachov llama a Bush

Mientras tanto, Gorbachov manten¨ªa una conversaci¨®n telef¨®nica de 90 minutos con Bush, en la que yo estuve presente. Bush expres¨® su agradecimiento a Gorbachov por sus esfuerzos. Pero al mismo tiempo dud¨® de que el cambio en la posici¨®n de Bagdad llevara a alguna parte. Bush hizo hincapi¨¦ en su preocupaci¨®n por los prisioneros de guerra. Tampoco pensaba que fuera posible ignorar el da?o colosal infligido a Kuwait. El presidente de EE UU tampoco estaba satisfecho con el plazo establecido para la retirada d¨¦ las tropas. Tan pronto como colg¨® el tel¨¦fono, Gorbachov nos dijo a Besmertnij y a m¨ª: "Aseguraos de que prest¨¢is la suficiente atenci¨®n a estas preocupaciones del presidente Bush".Pr¨¢cticamente no hubo tiempo para dormir. En el Ministerio de Exteriores nos reunimos con Aziz y su delegaci¨®n. Comenz¨® una muy dif¨ªcil ses16n de regateo. Llev¨® cerca de una hora- trata s¨®lo del tema del ultim¨¢tum para la puesta en libertad de los prisioneros. Los iraqu¨ªes a¨²n apelaban a dificultades t¨¦cnicas. Al final, insistimos: tres d¨ªas, ni uno m¨¢s, despu¨¦s del comienzo del alto el fuego.

La discusi¨®n sobre los plazos para la salida de las tropas tambi¨¦n fue muy dif¨ªcil. Los iraqu¨ªes insist¨ªan en seis semanas, aduciendo razones t¨¦cnicas otra vez. Como sab¨ªamos que la estaci¨®n de fuertes vientos y de tormentas de arena comenzar¨ªa pronto y que los norteamericanos, bajo estas condiciones, considerar¨ªan que Irak intentaba ganar tiempo, propusimos establecer un plazo separado para la retirada de la ciudad de Kuwait, durante los primeros cuatro d¨ªas y no m¨¢s tarde. Tambi¨¦n nos, las arreglamos para reducir el plazo de una retirada completa a tres semanas. Aziz no aceptar¨ªa nada m¨¢s.

No conseguimos alcanzar un acuerdo sobre el levantamiento de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad tras la resoluci¨®n 660, que inclu¨ªan el pago de compensaciones por el da?o causado a Kuwait. Aziz dijo que ten¨ªa una "orden inflexible" sobre c¨®mo tratar esta cuesti¨®n.

Aziz afirm¨® que cualquier decisi¨®n ten¨ªa que ser tomada por todo el Ejecutivo, y ante todo, por Sadam. Propuso que volara con ¨¦l a Bagdad. Como el tiempo se acababa, rechazamos este plan y le dijimos que se pusiera en contacto con el mando iraqu¨ª directamente desde Mosc¨². Pero para entonces Bush hab¨ªa dado a Irak un ultim¨¢tum que exig¨ªa la retirada de Kuwait en una semana y de la ciudad de Kuwait en 48 horas. M¨¢s a¨²n, esta retirada ten¨ªa que comenzar a mediod¨ªa, hora de Nueva York, del s¨¢bado 23 de febrero.

Recibimos una respuesta positiva de Sadam a las dos de la madrugada, hora de Mosc¨², el d¨ªa 23 (seis de la tarde del 22 en Nueva York). Diez horas m¨¢s tarde, Aziz anunciaba en Mosc¨² que el mando iraqu¨ª hab¨ªa aceptado la retirada inmediata e incondicional. Pero, al mismo tiempo, se refiri¨® al conjunto total de temas, incluida la necesidad de declarar no v¨¢lidas las resoluciones del Consejo de Seguridad posteriores a la 660.

Gorbachov mand¨® Inmediatamente telegramas a los pa¨ªses, que integran el Consejo de Seguridad. Telefone¨® a Bush otra vez y llam¨® a los dirigentes de la coalici¨®n e Ir¨¢n. Gorbachov dijo que la decisi¨®n iraqu¨ª de retirada incondicional hab¨ªa creado una nueva situaci¨®n. Sugiri¨® que la ONU integrara en un solo paquete las exigencias de EE UU y el plan adoptado por Irak.

Seg¨²n Gorbachov, las diferencias entre ambos no eran tan grandes como para no poder solucionarse en el Consejo de Seguridad en uno o dos d¨ªas. Ciertamente, no eran tan sustanciales como para justificar una ulterior escalada de la guerra. El representante sovi¨¦tico en la ONU ten¨ªa instrucciones para solicitar una sesi¨®n de emergencia del Consejo de Seguridad. Sin embargo, al amanecer del 24 de febrero la ofensiva terrestre de la coalici¨®n comenz¨®.

Copyright Time Inc.