Caos a¨¦reo
LA SITUACI?N del aeropuerto de Barajas se asemeja cada vez m¨¢s al prototipo de lo que no puede, ni debe, ser un servicio civil. El desorden, la ineficacia, la chapuza y, en definitiva, el caos parecen adue?arse de lo que con frecuencia se asimilaba al paradigma de la modernidad. El aeropuerto est¨¢ viviendo una de las mayores crisis de su historia, con retrasos de muchas horas en los vuelos, cancelaciones que alcanzan los 30 vuelos diarios, p¨¦rdidas importantes en las cuentas de resultados de las compa?¨ªas y una lamentable imagen internacional.La Direcci¨®n General de Aviaci¨®n Civil, responsable del bochornoso espect¨¢culo, ha dado todo tipo de explicaciones -desde las alusiones a la guerra del Golfo hasta las condiciones climatol¨®gicas-, en las que, una vez m¨¢s, los culpables son siempre factores ajenos a su propia competencia. La proximidad de la base a¨¦rea de Torrej¨®n puede explicar, parcialmente, los retrasos durante el conflicto. Acabado ¨¦ste, finaliza tambi¨¦n su utilizaci¨®n exculpatoria. Sobre el mal tiempo habr¨¢ que recordar las diferencias entre un aeropuerto y la recogida de la cosecha. Son conceptos distintos, como bien saben en lugares de Europa climatol¨®gicamente m¨¢s inh¨®spitos y no por ello menos eficaces.
Otras opiniones oficiales, sotto voce, acusan a los controladores de estar en una huelga de celo permanente. Los controladores a¨¦reos, pieza clave en el buen funcionamiento de cualquier aeropuerto del mundo, replican que el traslado de su centro de control desde Paracuellos del Jarama hasta Torrej¨®n ha sido desastroso. La complejidad y modernidad de los nuevos aparatos de control, la falta de formaci¨®n adecuada para su utilizaci¨®n y la escasez de personal surgen como las mayores dificultades para reordenar la situaci¨®n. Todas ellas hubieran sido perfectamente calculables, es decir, evitables, con una planificaci¨®n profesional.
Aviaci¨®n Civil, por su parte, prometi¨® a las indignadas compa?¨ªas a¨¦reas -sobre las que recaen injustamente las iras de los pasajeros- que la situaci¨®n se corregir¨ªa a partir del pasado 10 de febrero, con una primera fase de formaci¨®n de los controladores. No ha sido as¨ª. Las 49 compa?¨ªas que operan en Barajas, agrupadas en el Comit¨¦ de Operadores de L¨ªneas A¨¦reas en Madnid (AOC), enviaron cartas de protesta al ministro de Transportes, Jos¨¦ Barrionuevo, a la vez que pidieron a la Asociaci¨®n Internacional del Transporte A¨¦reo (IATA) que presionara ante las autoridades espa?olas para tratar de solventar el problema.
Resulta sorprendente que, en un momento de notable reducci¨®n de viajeros, de reestructuraci¨®n de plantillas empresariales y de un intento de expansi¨®n comercial de Iberia hacia compa?¨ªas y mercados latinoamericanos -con la plataforma esencial de Madrid para su entronque con Europa-, Barajas muestre la cara de la ineficacia y el tercermundismo. Si se a?ade que estarnos a un a?o vista de la celebraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos, de la Exposici¨®n de Sevilla y de la capitalidad cultural europea, s¨®lo resta pedir explicaciones claras por el desaguisado y las oportunas responsabilidades por tan peculiar ejemplo de modernidad. Primer problema urgente para la nueva Administraci¨®n que se anuncia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.