Rita S¨¹ssmuth

La presidenta del Bundestag (Parlamento alem¨¢n), la democristiana Rita S¨¹ssmuth, de 54 a?os, se ha visto envuelta en una pol¨¦mica que amenaza con forzarla a dimitir, debido al uso que hace su marido, el profesor Hans S¨¹ssmuth, de 56 a?os, titular de la c¨¢tedra de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de D¨¹sseldorf, de uno de los tres Mercedes-Benz que la C¨¢mara baja alemana tiene destinados a su presidenta. Hans, seg¨²n ha publicado la prensa alemana, est¨¢ utilizando el veh¨ªculo desde hace ya dos a?os, e incluso ha pasado algunas facturas por el importe de la gasolina a la secretar¨ªa del Bundestag.El veh¨ªculo de la discordia es el menos valioso, concretamente un 420 SEL, cuyo valor se estima en unos 100.000 marcos (seis millones de pesetas). La distinci¨®n es importante, ya que los otros dos modelos asignados a la presidencia de la C¨¢mara son mucho m¨¢s caros, especialmente el que podr¨ªamos llamar ceremonial, blindado a toda prueba, que est¨¢ valorado en m¨¢s de 350.000 marcos (unos 21 millones de pesetas).

Parece ser que a principios de 1989, cuando Rita S¨¹ssmuth tom¨® posesi¨®n de su cargo y consiguientemente del veh¨ªculo de la discordia, se le cambi¨® la matr¨ªcula oficial BD 1-8 por una placa civil de la ciudad de Bonn, y posteriormente de la cercana localidad de Neuss, donde vive la pareja con su hija Claudia. La revista Stern, que ha sido la que ha levantado la historia, aseguara, entre otras cosas, que el marido de la presidenta ha utilizado el veh¨ªculo para realizar viajes privados entre su casa y la sede del Bundestag (unos 80 kil¨®metros).

La filtraci¨®n del asunto parece provenir de un funcionario escrupuloso que el pasado mes de febrero rechaz¨® dar el visto bueno a una factura de gasolina por valor de 219 marcos. Parece que adem¨¢s otro funcionario del mismo negociado sufri¨® un repentino infarto de miocardio.

Rita S¨¹ssmuth niega rotundamente haber hecho nada ilegal. Seg¨²n un portavoz del Bundestag, la reglamentaci¨®n indica que los coches oficiales de la presidencia pueden ser conducidos por el titular o por un encargado, que en este caso era su marido. "Tengo una semana de trabajo de siete d¨ªas", explic¨® la presidenta, "y no me puedo sentar al volante de un coche por lo cansada que estoy". Por esta raz¨®n, dijo S¨¹ssmuth, "mi marido es algo as¨ª como mi conductor privado". "No tenemos mucho tiempo para vernos", a?adi¨®, "por eso cada vez que Hans tiene un minuto libre aprovecha para acompa?arme, aunque sea haciendo de ch¨®fer".

Sin embargo, lo que parec¨ªa una puntillosa pol¨¦mica aireada por la prensa popular, ha empezado a tomar inesperadamente un giro preocupante para la presidenta del Bundestag. S¨¹ssmuth, cuyos ¨ªndices de popularidad s¨®lo son superados por el ministro de Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, se perfilaba ¨²ltimamente como una de las m¨¢s claras candidatas a sustituir a Kohl en la canciller¨ªa. La presidenta, adem¨¢s, pertenece al ala izquierda del partido democristiano y se ha mostrado claramente favorable a la liberalizaci¨®n del aborto, un tema tab¨² en ciertos sectores de la CDU, y especialmente en la CSU b¨¢vara, que ayer cargaba abiertamente contra S¨¹ssmuth y ped¨ªa su dimisi¨®n.