Bubka bate en Anoeta el r¨¦cord mundial de p¨¦rtiga
Sergu¨¦i Bubka acab¨® ayer en Anoeta con una de las ¨²ltimas barreras mitol¨®gicas del atletismo: los 20 pies de altura (6,10 metros) en la prueba de p¨¦rtiga. Esta frontera anglosajona ten¨ªa obsesionado al sovi¨¦tico. Instantes despu¨¦s de batir la plusmarca mundial -Bubka pose¨ªa el primado desde febrero con 6,08- se dirigi¨® a los periodistas con una risotada: "Ha sido un regalo especial para los norteamericanos". Bubka consigui¨® la proeza con una facilidad portentosa, con un descaro que s¨®lo est¨¢ al alance de los grandes h¨¦roes de la historia el atletismo.
Bubka lleg¨® a San Sebasti¨¢n convencido de la viabilidad de su objetivo. Por la ma?ana pas¨® revista al recinto y se sinti¨® muy satisfecho. El carril de los pertiguistas era r¨¢pido y largo. Las condiciones competitivas tambi¨¦n estaban asegura das. Se ver¨ªa con lo mejor de la armada sovi¨¦tica, la mejor escuela de p¨¦rtiga del mundo. Divididos en clanes, los sovi¨¦ticos dominan la especialidad casi sin oposici¨®n.Bubka ten¨ªa de su lado en Anoeta a su hermano Vasili y a Potapovich, una de las ¨²ltimas estrellas de la p¨¦rtiga. Rodion Gataulin, su viejo adversario, lleg¨® con Rizenkov. El ¨²ltimo de los sovi¨¦ticos era Yegorov, representante de una tercera v¨ªa conciliadora. Durante cerca de cuatro horas, apenas se cruzaron palabras entre los dos bloques. Cada clan ten¨ªa marcado su terreno y sus jefes.
El plusmarquista mundial condujo la prueba con una extraordinaria precisi¨®n. Sus condiciones f¨ªsicas y psicol¨®gicas son incomparables. Capaz de correr los 100 metros en 10.5 segundos, tiene la velocidad, el control y el valor. Bubka s¨®lo hizo tres saltos en Anoeta. Salv¨® 5,71 metros, 5,91 y 6,10 al primer intento. Por el camino se quedaron todos sus rivales. S¨®lo Rizenkov se atrevi¨® a apretarle un tanto. Salt¨® 5,91 y luego trat¨® de sobrepasar 6,01, entre los ¨¢nimos y los consejos de Gataulin, el otro hombre que ha superado la barrera de los seis metros.
La obsesi¨®n
Mientras tanto, Bubka parec¨ªa ausente. Su ¨²nica obsesi¨®n era la frontera de los 20 pies. Ni tan siquiera quiso probar sus fuer zas sobre los 6,01. Rizenkov fall¨® todos sus intentos y dej¨® a su rival solo en la pista. Bubka confes¨® m¨¢s tarde que algunos detalles de su haza?a fueron defectuosos, pero en la retina de todos dej¨® la huella de la perfecci¨®n.Su carrera fue muy r¨¢pida desde el inicio -m¨¢s de lo necesario, seg¨²n su criterio- y clav¨® la p¨¦rtiga con una energ¨ªa incontenible. "Dej¨¦ la mano demasiado atr¨¢s en el momento del despegue", se quej¨® despu¨¦s.Todo sucedi¨® con una incre¨ªble sencillez. La p¨¦rtiga se dobl¨® y luego se tens¨® con dureza. La acci¨®n fue muy r¨¢pida Bubka se vio enseguida sobre la varilla y no tuvo que realiza ning¨²n sobresfuerzo para salvar el obst¨¢culo. Sin contar e list¨®n, rebas¨® su reciente plus marca mundial y mand¨® un mensaje desafiante a los norteamericanos. El ejercicio de Bubka fue una demostraci¨®nde clase y poder. El atleta sovi¨¦tico utiliza unas p¨¦rtigas de una dureza extrema. "S¨®lo yo puedo manejar unas p¨¦rtigas semejantes. Son dur¨ªsimas. Tienes que ser capaz de hincarla en el foso y doblarla. De lo contrar¨ªo, te matas", declar¨® el plusmarquista mundial.
Esta concesi¨®n al valor se ayuda de un f¨ªsico tremendo. Bubka agarra la p¨¦rtiga desde la muesca de los 5,12 metros y es capaz de transportarla a toda m¨¢quina hasta el foso. Su velocidad y su potencia le permiten jugarse el f¨ªsico con unas p¨¦rtigas que parecen de acero.
Estado de gracia
Nada parece detenerle cuando se siente en estado de gracia. Su ¨²ltima temporada hab¨ªa sido decepcionante. Ten¨ªa la necesidad de rehabilitarse por varios motivos: acabar con las pretensiones de Gataulin y mejorar su cotizaci¨®n, rebajada en los ¨²ltimos meses. Quienes le conocen, aseguran que Bubka es un mago para ganar dinero y hacer negocios.Recientemente se ha instalado en Berl¨ªn, donde se siente m¨¢s c¨®modo para entrenar y negociar sus contratos. Todos los condicionantes le llevaban a su ¨²ltima obsesi¨®n: la barrera de los 20 pies. Una vez conseguido este objetivo, ten¨ªa asegurado su reconocimiento como monarca indiscutible de la especialidad y la garant¨ªa de tinos contratos multimillonarios.
La demostraci¨®n. de poder¨ªo de Bubka coincidi¨® con una floj¨ªsima aparici¨®n de Carl Lewis, tercero en la carrera de 60 metros lisos con un marca muy pobre: 6,74 segundos. Fue la primera carrera de la temporada para el atleta estadounidense, que se encuentra en un per¨ªodo de recuperaci¨®n tras haber sufrido una artroscopia en la rodilla.
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