La polic¨ªa alemana de fronteras examina a las sospechosas de haber abortado en Holanda
La pol¨¦mica sobre el aborto ha resurgido con virulencia en Alemania despu¨¦s de que la prensa se hiciera eco de las denuncias seg¨²n las cuales en el ¨²ltimo a?o, al menos 10 alemanas que regresaban a su pa¨ªs desde Holanda fueron obligadas por la polic¨ªa de fronteras a someterse a un examen ginecol¨®gico bajo la sospecha de haber abortado. El Parlamento Europeo conden¨® el pasado jueves esta pr¨¢ctica "humillante". La antigua Rep¨²blica Federal de Alemania mantiene una regulaci¨®n m¨¢s estricta de] aborto que la Alemania del Este, donde la interrupci¨®n es libre en los tres primeros meses.
El Bundestag (Parlamento) debe aprobar antes de finales de 1992 una nueva ley de interrupci¨®n del embarazo que sustituya a las que rigen ahora por separado en los antiguos Esta dos alemanes. Seg¨²n el Parlamento Europeo, el control en la frontera viola la libre circulaci¨®n de personas por la Comunidad y "las fronteras interiores no pueden utilizarse para amenazar a los ciudadanos con una persecuci¨®n por actividades que son perfectamente legales en algunos Estados miembros pero no en otros".La redacci¨®n final del trata do de unificaci¨®n entre las do Alemanias, que entr¨® en vigor el pasado 3 de octubre, ya puso en evidencia que el tema del aborto estaba destinado a levantar ampollas. Se decidi¨® aplazar en lo posible la pol¨¦mica y mantener vigentes las leyes que reg¨ªan en el Este y en el Oeste, mientras no se redactara una nueva legislaci¨®n para la totalidad del pa¨ªs.
En la antigua Alemania comunista el aborto es libre durante las primeras 12 semanas de gestaci¨®n, mientras que en Occidente la legislaci¨®n es bastante parecida a la espa?ola e incluso, en algunos lugares, especialmente en las zonas rurales, se aplica con criterios sumamente restringidos, al exigir a la mujer que desea aborta que se someta a la decisi¨®n de un consejo compuesto por las autoridades de su localidad y que, adem¨¢s, un m¨¦dico certifique que la intervenci¨®n es necesaria para salvaguardar la salud de la mujer.
Esta reglamentaci¨®n, que se basa en el art¨ªculo 218 del C¨®digo Penal que protege la vid del embri¨®n, deja, de hecho, la decisi¨®n sobre el aborto en manos de una instituci¨®n pol¨ªtica.
La unificaci¨®n alemana ha cambiado la radiograf¨ªa religiosa del pa¨ªs. El equilibrio casi exacto entre cat¨®licos y protestantes existente en la antigua RFA se ha roto ahora a favor de estos ¨²ltimos con la llegada de una poblaci¨®n de confesi¨®n mayoritariamente luterana y con un gran componente agn¨®stico.
Clave de la movilizaci¨®n
Lo que se consigui¨® entonces, que las mujeres occidentales pudieran trasladarse al otro lado del Elba y beneficiarse de las leyes m¨¢s liberales del Este, se est¨¢ revelando como la clave para la movilizaci¨®n ante el pr¨®ximo debate parlamentario que tendr¨¢ lugar cuando deba redactarse la nueva legislaci¨®n.El Gobierno de Bonn ha respondido de mala gana a la acusaci¨®n de que hasta hace muy poco se obligaba a someterse a ex¨¢menes ginecol¨®gicos a las mujeres que volv¨ªan de Holanda, donde el aborto es libre.
El Ministerio del Interior, tras un primer desmentido, admiti¨® que en los ¨²ltimos 10 a?os se hab¨ªa producido una decena de casos, pero que en todos ellos "las mujeres declararon que hab¨ªan abortado al entrar en la RFA", por lo que el fiscal estaba capacitado para ordenar un examen ginecol¨®gico. Sin embargo, seg¨²n declar¨® Gerhard Ehllinger, el m¨¦dico oficial de la localidad fronteriza de Borken, "las mujeres alemanas eran examinadas en la frontera", aunque, a?adi¨®, el n¨²mero de casos hab¨ªa descendido mucho en los ¨²ltimos a?os.
Mientras que la oposici¨®n -el SPD y los grupos a su izquierda- est¨¢ claramente por la liberalizaci¨®n del aborto y califica de "caza de brujas" la actuaci¨®n del Gobierno, en el seno de la coalici¨®n gubernamental los liberales se han desmarcado totalmente de sus socios democristianos y piden "acabar con el art¨ªculo 218 en su forma actual". La democracia cristiana, ahora m¨¢s protestante que cat¨®lica, se prepara para un debate interno en el que pueden saltar chispas.
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