Olaz¨¢bal, 'n¨²mero 2' del mundo a costa de Norman.

El complejo sistema de la clasificaci¨®n mundial de los golfistas ha precipitado los acontecimientos. Con su triunfo en el Open de Catalu?a, Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal ha desbancado antes de lo previsto al australiano Greg Norman como n¨²mero dos. Cincuenta y nueve cent¨¦simas de punto (17,75 por 17,16) favorecen al espa?ol. Por delante suyo, con 19,19, ya s¨®lo queda el ingl¨¦s Nick Faldo. Severiano Ballesteros, con 9,34, es el d¨¦cimo.

. El ranking del golf tiene opiniones a favor y en contra. Para algunos, como Ballesteros cuando su criterio no era dudoso porque figuraba como el uno o el dos, los triunfos en el Grand Slam (el Masters de Augusta, el Open de Estados Unidos, el Open Brit¨¢nico y el Campeonato de la PGA norteamericana, por orden cronol¨®gico en el calendario) son los que de verdad muestran la clase de cada cual, ya que los mejores incluso renuncian a intervenir en torneos menores o participan en ellos tan solo como preparaci¨®n para los grandes.El propio Olaz¨¢bal ha reiterado que el escalaf¨®n no le quita el sue?o, aunque le agrade ser de los que lo encabezan. El gal¨¦s Ian Woosnam, el cuarto, con 16,77, tambi¨¦n ha manifestado que se siente capaz de imponerse a cualquiera, pero que es consciente de que no se le considerar¨¢ entre los ases mientras no se anote una de esas cuatro competiciones. Al mismo Norman, el uno durante varios a?os, se le cuestionaba por no haber ganado m¨¢s que un Open Brit¨¢nico.

En cambio, otros entienden que la regularidad en los lugares de honor merece ser tenida en cuenta. Adem¨¢s, aducen, el m¨¦todo que se utiliza comprende diversas variables con el fin de que las valoraciones sean lo m¨¢s justas posibles.

Complejidad

En realidad, la clasificaci¨®n no tiene car¨¢cter anual, sino trienal. Cada cita del Grand Slam concede, por ejemplo, 200 puntos al primero, 120 al segundo, 80 al tercero, 60 al cuarto, 48 al quinto (...) y 4 a quien concluya sus cuatro vueltas. El Campeonato estadounidense de los Jugadores ya solo otorga 160 al primero, 96 al segundo (..) y 4 al 50?. Los restantes fluct¨²an seg¨²n la categoria de los participantes. Pero las puntuaciones se van depreciando: las de las ¨²ltimas 52 semanas, no, pero las de las 52 anteriores se reducen a la mitad y las de las otras 52 a la cuarta parte. El total de ellas se divide entre las pruebas disputadas, cuyo m¨ªnimo es de 20 por campa?a.

As¨ª, lo cierto es que nadie puede negar que el orden que se establece resulta significativo. Es obvio que la irresistible ascensi¨®n de Olaz¨¢bal (49? en 1987, 20? en 1988, s¨¦ptimo en 1989 y tercero en 1990) responde a sus m¨¦ritos, ya que ha conseguido 13 t¨ªtulos desde 1986 y en 1990 fue quien m¨¢s ganancias acumul¨® entre todos los circuitos. Como es el m¨¢s joven, pues ha cumplido 25 a?os en febrero, lo previsible es que antes o despu¨¦s sea el uno. Ese tiempo depender¨¢ de lo que tarde en inscribirse en el Grand Slam, su objetivo prioritario.

Tras Faldo, Olaz¨¢bal, Norman y Woosnam se encuentran los estadounidenses Payne Stewart, con 12,29, y Paul Azinger, con 11,57; el zimbabuense Mark McNulty, con 10,10, y los tambi¨¦n norteamericanos Curtis Strange, con 9,75, y Tom Kite, con 9,43.