'Pol¨ªtica humanitaria' ante el caos

La vida en las ciudades del suroeste de Irak se ha vuelto tan ca¨®tica y violenta que las tropas norteamericanas aceptan ahora la rendici¨®n de reclutas y guardias republicanos como parte de una "pol¨ªtica humanitaria".En las Naciones Unidas, la comunidad internacional est¨¢ esperando recibir informes sobre el hambre y las epidemias en Irak para intervenir y permitir as¨ª que una ayuda de emergencia sea distribuida directamente al pueblo iraqu¨ª a trav¨¦s de agencias iternacionales v¨ªa Ir¨¢n, Siria y Turqu¨ªa. Eso permitir¨ªa a la ONU mantener el embargo contra el r¨¦gimen de Bagdad y hacer llegar la ayuda a las zonas controladas por los rebeldes.

Un virtual estado de sitio parece haberse decretado en la capital del pa¨ªs al no poder atajar las fuerzas de Sadam Husein el descontento creciente. Agentes afectos al presidente efect¨²an registros casa por casa en Bagdad para localizar a cualquier posible simpatizante de la revuelta.

Relatos de prisioneros

A medida que las fuerzas de la oposici¨®n al l¨ªder iraqu¨ª van tomando el control de las ciudades, salen a la luz dram¨¢ticos relatos de prisioneros de las c¨¢rceles iraqu¨ªes: malnutridos durante a?os, y con se?ales de haber sido duramente maltratados y torturados en muchos casos. A un grupo de hombres liberados en Nayaf, el pelo les llegaba a las rodillas y ten¨ªan las ufias tan largas que se les enroscaban en las manos.

Sobre la continua renclici¨®n de tropas iraqu¨ªes, un oficial norteamericano en el sureste de Irak revel¨®: "Estamos obligados a aceptarla... No podemos devolverles a una muerte segura. La mayor¨ªa de estos muchachos se ha alzado contra Bagdad, y tendr¨ªan una muy d¨¦bil esperanza de vida si fueran devueltos a sus l¨ªneas".

Los responsables militares de la coalici¨®n multinacional y los de la parte iraqu¨ª estuvieron de acuerdo en el alto el fuego provisional del pasado 3 de marzo en que la toma de prisioneros de guerra deb¨ªa cesar. Al principio, cualquier sospechoso de ser un soldado iraqu¨ª era desarmado y enviado de vuelta a Irak.

Pero la llegada masiva de refugiados ha obligado a los soldados norteamericanos a alterar su pol¨ªtica y a compartir sus raciones. El pasado s¨¢bado fue abierto en la ciudad de Safwan un local para la distribuci¨®n de alimentos y un centro m¨¦dico, y fueron entregadas m¨¢s de 3.500 raciones del Ej¨¦rcito nortemericano. "Tres o cuatro semanas antes atac¨¢bamos a esta gente, ahora les estamos cuidando", dijo el coronel responsable de la instalaci¨®n.

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